(CNN) –– Un virus que ni siquiera existía hace un año ahora está cobrando la vida de más estadounidenses que la enfermedad de Alzheimer, los accidentes y la diabetes.
El nuevo coronavirus ha contagiado a más de 5,4 millones de personas en Estados Unidos y ha provocado la muerte de más de 170.000, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Durante las últimas tres semanas, Estados Unidos ha registrado un promedio de más de 1.000 muertes por covid-19 cada día.
“El covid-19 es ahora la tercera causa de muerte en EE.UU., por delante de accidentes, heridas, enfermedades pulmonares, diabetes, alzhéimer y muchas, muchas otras causas”, señaló el Dr. Thomas Frieden, exdirector de los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Las enfermedades cardíacas y el cáncer son las principales causas de muerte en el país, según los CDC.
Además, la tasa de muertes por covid-19 es mucho mayor en Estados Unidos que en otros países, indicó Frieden.
“La semana pasada, los estadounidenses tuvieron ocho veces más probabilidades de morir por covid-19 que los europeos”, añadió.
Menos pruebas = más personas infectadas propagando el virus
A medida que más estudiantes regresan a la escuela, los expertos en salud están preocupados por una tendencia alarmante: una disminución en las pruebas de detección combinadas con altas tasas de positividad en los resultados.
En otras palabras, el covid-19 sigue propagándose sin control, pero hay menos pruebas para encontrar y aislar casos.
La cantidad de exámenes de detección realizados en EE.UU. por día se redujo en un promedio de 68.000 frente a la tasa diaria a finales de julio, según datos del Proyecto de Rastreo de Covid-19.
Al menos 15 estados realizaron menos pruebas la semana pasada en comparación a la semana anterior: Mississippi, Louisiana, Carolina del Norte, Washington, Rhode Island, Wisconsin, Minnesota, Colorado, Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada, Idaho, Montana y Alaska.
Sin embargo, las tasas de positividad de las pruebas ––es decir, el porcentaje de exámenes que resultan positivos–– continúan siendo más altas que el 5% recomendado en más de 30 estados, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
“La situación de las pruebas no es buena en Estados Unidos. Lo que no estamos detectando son las personas contagiosas”, aseguró el Dr. William Haseltine, presidente de ACCESS Health International.
“Probablemente, estamos dejando de identificar a 8 de cada 10 personas que son contagiosas. Y cualquier disminución en las pruebas es preocupante porque aún no lo estamos haciendo bien. Si no detectas a las personas entre una multitud que son contagiosas, entonces la epidemia se propaga… Esta epidemia todavía se está extendiendo ampliamente”, añadió.
¿Por qué algunos estados realizan menos pruebas?
Los expertos médicos dicen que podrían ser varias razones.
“Uno de los motivos por los que las pruebas están disminuyendo es que los suministros no se envían a lugares en donde se pueden realizar pruebas. Creo que es parte de una estrategia el hecho de no contar cuántas personas están infectadas”, sostuvo Haseltine.
Otra razón es que las personas pueden estar menos motivadas para hacerse la prueba, al saber que pueden pasar varios días o más para recibir los resultados. Y los grandes retrasos pueden llevar a que algunas pruebas sean “prácticamente inútiles”.
El Dr. Kent Sepkowitz explicó que le preocupa que algunos estados podrían estar siguiendo el ejemplo del presidente Donald Trump, quien dijo que “cuando haces más pruebas, encuentras más casos”, lo que haría que Estados Unidos “se vea mal”.
Sepkowitz destacó que varios estados que han reportado una disminución en el recuento de casos también registraban algunas de las tasas de positividad más altas, un indicador de que el virus se sigue propagando.
“Entonces, incluso cuando las tasas empeoran, muchos estados han decidido reducir sus esfuerzos para encontrar casos”, escribió. “Como resultado, al buscar menos, están encontrando menos casos y, efectivamente, la cifra de contagios está disminuyendo”.
Escasez de voluntarios pertenecientes a minorías podría retrasar las vacunas
Aunque los expertos médicos esperan que una vacuna esté disponible al público en 2021, los investigadores enfrentan un problema: no se han inscrito suficientes voluntarios negros y latinos para los ensayos clínicos.
De las 350.000 personas que se han registrado en línea, el 10% son negros o latinos, según el Dr. Jim Kublin, director ejecutivo de operaciones de la Red de Prevención de Covid-19.
Eso no es suficiente, ya que se supone que los participantes del ensayo reflejan la población afectada. Las investigaciones han revelado que más de la mitad de los casos de covid-19 en EE.UU. corresponden a personas negras y latinas.
Gran parte de la desconfianza se debe a un historial de atrocidades médicas contra las minorías. De 1932 a 1972, los hombres negros fueron sujetos del estudio de sífilis de Tuskegee sin su conocimiento o consentimiento y no se les ofreció penicilina para tratar su enfermedad.
En el siglo XIX, el Dr. J. Marion Sims experimentó con esclavos y realizó cirugías sin su consentimiento y sin anestesia.
Y desde la década de 1940 hasta la de 1970, los investigadores de varios estudios expusieron a cientos de sujetos, en su mayoría negros, a cantidades peligrosas de radiación.
Los funcionarios de salud intentan ganarse la confianza de las comunidades minoritarias y reclutar voluntarios más diversos para ensayos de fase 3 de vacuna contra el coronavirus.
Hasta el momento, las fases 1 y 2 han demostrado que la vacuna es segura. Algunos voluntarios experimentaron fiebre y dolores musculares, pero se sintieron mejor después de uno o dos días.
Una prueba rápida y económica acaba de ser aprobada por emergencia
Ahora bien, hay noticias alentadoras: una nueva prueba de saliva podría brindarles a los estadounidenses una vía rápida de saber si tienen covid-19 y si necesitan aislarse para ayudar a prevenir la propagación.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Yale crearon la prueba SalivaDirect, que recibió la autorización de uso de emergencia de la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) este sábado.
“Si se pueden implementar alternativas económicas como SalivaDirect en todo el país, finalmente podremos controlar esta pandemia, incluso antes de una vacuna”, afirmó Nathan Grubaugh, profesor asistente de epidemiología de Yale.
A diferencia de otros exámenes que requieren suministros especializados, la prueba SalivaDirect no requiere un hisopo o dispositivo de recolección específico. También se puede utilizar con reactivos de varios proveedores.
“Simplificamos la prueba para que solo cueste un par de dólares por los reactivos, y esperamos que los laboratorios solo cobren alrededor de 10 dólares por muestra”, indicó Grubaugh.
Según los investigadores, la nueva prueba puede producir resultados en menos de tres horas, y la precisión está a la par de los resultados de los frotis nasales tradicionales. Añadieron que las pruebas de SalivaDirect podrían estar disponibles públicamente en las próximas semanas.
“Tenemos que crear conciencia en nuestros jóvenes”
Poco después de que se reabrieran las escuelas, miles de estudiantes ahora deben permanecer en casa y cumplir una cuarentena luego de brotes de coronavirus en sus escuelas.
Los expertos en salud instan a los estadounidenses más jóvenes a tomar en serio las precauciones, especialmente después de que los CDC dijeran que los casos de covid-19 entre los niños han estado “aumentando constantemente” de marzo a julio.
“Evidencia reciente sugiere que es probable que los niños tengan la misma carga viral en la nasofaringe o más en comparación a los adultos, y que los niños pueden propagar el virus de manera efectiva en los hogares y los campamentos”, explicaron los CDC.
También han surgido brotes en colegios y universidades.
La Universidad Estatal de Oklahoma informó este domingo que al menos 23 miembros de una fraternidad de mujeres, cuya sede está fuera del campus, dieron positivo por al virus. Toda la casa está aislada o en cuarentena y “tendrá prohibido salir de las instalaciones”, dijo la universidad.
Menos de una semana después de comenzar las clases, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill anunció su cuarto brote de coronavirus. Los grupos se ubicaron en dos residencias, un complejo de apartamentos privado para estudiantes y la fraternidad Sigma Nu.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte define un brote como cinco o más casos muy próximos. Hasta el lunes por la mañana, 177 estudiantes permanecían aislados y 349 en cuarentena, tanto dentro como fuera del campus. Cerca de 30.000 estudiantes asisten a la universidad.
La escuela ha implementado el aprendizaje en línea por ahora.
Jamiel Lynch, Steve Almasy, Elizabeth Cohen, Dana Vigue, Madeline Holcombe, Lauren Mascarenhas, Carma Hassan y Chandler Thornton, todos de CNN, contribuyeron a este informe.