(CNN Business) –– Seis meses. Puede parecer una eternidad, pero es el tiempo que ha transcurrido desde que los estados comenzaron a promulgar órdenes de confinamiento. Todo, mientras la pandemia golpea la economía.
Ahora sabemos que las medidas de mitigación fueron, al menos parcialmente, exitosas en detener la propagación de covid-19. También desataron, en medio de la pandemia, una recesión en la economía más profunda que cualquier otra registrada desde al menos la Gran Depresión.
Actualmente, en muchos lugares, las empresas, las escuelas y las universidades están reabriendo. Sin embargo, la vida y la economía no ha regresado completamente a la normalidad por la pandemia. Los estudiantes aprenden a través de modelos híbridos, alternando las clases presenciales y virtuales. Las máscaras aún se exigen en público en la mayoría de los estados. Los restaurantes operan a una capacidad reducida. Y la temporada de fútbol comenzó con el sonido simulado de multitudes que llega a los estadios en lugar de los fanáticos reales.
¿Que viene ahora? ¿Cuánto tiempo falta hasta que nuestros trabajos, negocios y finanzas se recuperen por completo?
El índice Back-to-Normal, creado por CNN Business y Moody’s Analytics, estimó que la semana pasada la economía operó a cerca del 76% en comparación a los niveles antes de la pandemia. (Explora el índice aquí).
La buena noticia: la economía ha mejorado bastante desde los días más oscuros, cuando tocó un punto mínimo en abril por la pandemia. La mala noticia: aún queda un largo camino por recorrer.
En la última semana, el índice Back-to-Normal cayó levemente. En otras palabras, la recuperación de la economía ahora podría ir en la dirección equivocada.
Una recuperación de la economía estancada en la pandemia
El índice Back-to-Normal está compuesto por 37 indicadores económicos. En su punto más bajo, en abril, estimó que la economía de EE.UU. operaba aproximadamente al 59% de sus niveles antes de la pandemia, a principios de marzo.
Luego, mejoró lentamente en mayo y junio, a medida que los casos de coronavirus comenzaron a moderarse. También cuando las solicitudes de desempleo empezaron a disminuir y algunos estados levantaron sus restricciones a los negocios.
Pero después de eso, el ímpetu se estancó.
Mientras los casos de coronavirus se disparaban en algunos lugares, los estados retrocedieron en sus planes de reapertura. El índice muestra que, durante los últimos tres meses de pandemia, la economía se ha desviado en su crecimiento. Alcanzó un máximo del 80% durante el fin de semana del Día del Trabajo, antes de caer nuevamente al 76%.
“Creo que está bastante claro que el índice Back-to-Normal Index señala que esta no es una recuperación (de la economía) en forma de V”, explicó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. “Seis meses después, todavía estamos muy, muy lejos de volver a la normalidad”.
Una economía que opera muy por debajo de lo “normal” implica dificultades para millones de estadounidenses y empresas.
A seis meses de la crisis, las solicitudes semanales de subsidios por desempleo continúan siendo unas cuatro veces más altas que antes de la pandemia. Y, a ese nivel, también son más las más elevadas de cualquier otro período anterior al coronavirus, en registros que se remontan a 1967.
Los sectores de viajes, ocio y hotelería han sido especialmente afectados por el impacto de la pandemia en la economía. Los restaurantes tienen un 35% menos de clientes que antes de la crisis. La ocupación hotelera bajó un 30%. Adicionalmente, los traslados en avión, medidos por los viajeros que pasan por los puntos de control de la TSA, disminuyeron un 70% desde principios de marzo. Aunque algunas salas de cine han reabierto, apenas operan. Justamente, las ventas de taquilla siguen con un 90% menos en comparación a antes de la pandemia.
En medio de este lúgubre trasfondo, solo quedan algunos puntos alentadores: acciones, vivienda y comercio electrónico.
Los pocos puntos alentadores
A diferencia de otros sectores de la economía, el S&P 500 tuvo una recuperación relativamente rápida. Alcanzó un máximo histórico en agosto, antes de disminuir ligeramente en septiembre. En general, las ganancias han sido impulsadas principalmente por cinco acciones: Apple, Amazon, Microsoft, el propietario de Google Alphabet y Facebook.
Ahora bien, un repunte en el mercado de valores beneficia abrumadoramente a los ricos. Para el primer trimestre de 2020, el 10% más rico de los hogares estadounidenses poseía el 87% de todas las acciones y fondos mutuos, según la Reserva Federal. A multimillonarios como Jeff Bezos, Bill Gates, Mark Zuckerberg y Elon Musk les ha ido especialmente bien porque gran parte de su riqueza está ligada a fortunas de las empresas.
Por su parte, el mercado de vivienda ha experimentado un auge en algunos lugares del país. Principalmente, impulsado por tasas de interés históricamente bajas y nuevas políticas de teletrabajo que llevaron a algunos a buscar casas más baratas fuera de las áreas urbanas. En Maine ––que ocupa el primer lugar en el índice Back-to-Normal–– los precios de las viviendas subieron más de un 7% con respecto al año anterior, según Zillow.
Aún así, no es claro cuánto más podrá continuar la fuerza en el mercado inmobiliario. Las solicitudes de hipotecas, que lideraron gran parte de la recuperación de la economía a principios del verano, cayeron durante la semana que finalizó el 11 de septiembre.
Finalmente, un último punto alentador: el comercio electrónico. Según el Departamento de Comercio las ventas minoristas ya superaron su nivel previo a la pandemia. Sin embargo, esa recuperación en forma de V fue impulsada principalmente por una categoría: minoristas que no tienen tiendas, lo que incluye las compras en línea. La industria de servicios y los minoristas con su venta tradicional en tiendas, especialmente los almacenes de ropa, aún operan muy por debajo de sus niveles anteriores a la pandemia. Incluso, se espera que muchos cierren.
Yelp informó recientemente que al 31 de agosto, casi 163.700 negocios en el sitio de reseñas habían cerrado desde el 1 de marzo. De ellos, alrededor de 98.000, o el 60%, dijeron que suspendieron sus operaciones de manera permanente.
“Cuantas más empresas fracasen, más tiempo se necesitará para que volvamos a la normalidad”, dijo Zandi. “Es un efecto de cicatrización en la economía (por la pandemia), un problema estructural que empeorará mucho”.
A dónde vamos
Se espera que la recuperación de la economía tras la pandemia sea un “largo trabajo”, dijo Zandi. En ese sentido, estimó que para fin de año la economía de EE.UU. aún estará con unos 10 millones de empleos menos en comparación al pico antes de la pandemia. Zandi no cree que el país regrese al pleno empleo hasta la segunda mitad de 2023.
Ese pronóstico serie de la economía depende de dos factores: que la pandemia no empeore y que la política fiscal llegue al rescate.
En este momento, las perspectivas no son buenas en ninguno de esos frentes. Tras semanas de disminuciones en los casos de coronavirus, los contagios volvieron a aumentar en Estados Unidos. Y es justo antes de un tiempo más frío y la temporada de gripe. Además, los legisladores siguen estancados en otro paquete de estímulo fiscal.
El pasado viernes, los economistas de Goldman Sachs advirtieron que podrían tener que disminuir su pronóstico de crecimiento económico en el cuarto trimestre si los legisladores no aprueban un estímulo adicional.
Del mismo modo, Moody’s Analytics espera que, sin un paquete de rescate fiscal, que incluya más apoyo a las pequeñas empresas y desempleados, el índice Back-to-Normal comenzará a retroceder.
“Pasar del 60% al 80% será mucho más fácil que volver al 100%; ahora comienza el trabajo duro”, insistió Zandi.