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¿Por qué son falsas las afirmaciones de Trump y sus aliados sobre el fraude electoral?
03:17 - Fuente: CNN

(CNN) –– La agenda del presidente Donald Trump detallaba que no tendría “eventos públicos” este martes: es la décima vez desde la elección que esas palabras aparecen en su agenda diaria.

Trump no ha respondido preguntas de los medios, ni ha invitado a cámaras a la Oficina Oval. Tampoco se ha aventurado más allá del campo de golf que lleva su nombre, a 40 kilómetros de la Casa Blanca en Virginia.

Los planes de reducción de militares que él buscó durante mucho tiempo en Afganistán e Iraq los anunció este martes un nuevo jefe del Pentágono. Justamente, una designación que Trump dio a conocer hace una semana a través de Twitter. Ninguna de estas dos ocasiones llevó a que el presidente saliera de su reclusión voluntaria dentro de la Casa Blanca.

Incluso, Trump canceló sus planes de viajar a Mar-a-Lago para el Día de Acción de Gracias, dijeron funcionarios de la administración a CNN. El presidente y la primera dama tenían programado pasar las festividades en su resort del sur de Florida. Sin embargo, decidieron quedarse en Washington.

“Se siente como una mentalidad de búnker”, señaló un funcionario de la Casa Blanca antes de que circulara la decisión.

Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca el viernes 13 de noviembre.

Mientras los trabajadores desmantelan y retiran en camiones la cerca temporal de malla metálica que rodeó la Casa Blanca el día de las elecciones, el presidente permanece refugiado dentro del edificio. Y continúa negando que perdió ante el presidente electo Joe Biden.

Cuando mira por sus ventanas que dan al norte, puede ver la tribuna para desfile inaugural de Biden ––la misma en la que se sentó hace cuatro años–– siendo reconstruida en su jardín delantero.

Cuando baja para reuniones en la Oficina Oval, a menudo se queda hasta altas horas de la noche. Justamente, hablando sobre sus caóticos esfuerzos legales y preguntándose por qué más de sus abogados no están en televisión defendiéndolo.

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Durante una sesión particularmente acalorada el pasado jueves, su subdirector de campaña acusó a su abogado personal Rudy Giuliani, que estaba en altavoz, de ser un “p*** idiota”.

Algunos días se habla de una aparición pública. Pero pocas se han materializado desde que se proyectó que Biden era el ganador de las elecciones. Esto, tras asegurar la misma cantidad de votos electorales, 306, que Trump consideró una victoria aplastante cuando asumió el cargo en 2016.

Una rareza del gobierno de Trump tras la elección

Pocos períodos anteriores en la administración de Trump han presentado agendas tan ligeras. El presidente rara vez se ha resistido a las cámaras de televisión durante tanto tiempo.

Sus tres apariciones públicas desde el 3 de noviembre se han limitado a una aparición llena de mentiras en la sala de reuniones, una corona de flores empapada de lluvia en el Cementerio Nacional de Arlington y comentarios en el Jardín de las Rosas sobre la vacuna contra el coronavirus. Todos los eventos terminaron sin preguntas.

Incluso los eventos de Trump que figuran en la lista pública pero cerrados a la prensa han sido escasos. Ha almorzado dos veces con el vicepresidente Mike Pence. También se reunió con sus secretarios del Departamento de Estado y del Departamento del Tesoro el jueves pasado. Sin embargo, su agenda no ha incluido una sesión informativa de inteligencia clasificada en más de un mes. A pesar incluso de que su administración niega esas sesiones informativas al presidente electo. Justamente, Biden convocó su propia reunión no gubernamental de seguridad nacional este martes e invitó a las cámaras a tomar fotografías.

Trump participa en una ceremonia ofrendas el Día de los Veteranos en la Tumba del Soldado Desconocido en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia, el miércoles 11 de noviembre.

En gran parte, Trump ha dejado de llamar a los aliados de Estados Unidos. Especialmente, mientras avanzan a reconocer la victoria de Biden. El último líder extranjero con el que la Casa Blanca dijo que Trump habló fue el presidente de Francia Emmanuel Macron. Trump conversó con Macron el 30 de octubre después de un ataque terrorista en Niza. Este martes, dos de los amigos globales más cercanos de Trump, el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu y el primer ministro de India Narendra Modi, hicieron llamadas de felicitación a Biden.

El presidente ha enviado señales de humo a través de algunos miembros de medios conservadores. Su amigo Geraldo Rivera, corresponsal de Fox News, dijo que Trump se describió a sí mismo como un “realista” cuando hablaron la semana pasada.

“Pronto llegará el momento de decir adiós con gracia y dignidad”, tuiteó Rivera. Trump pasó el fin de semana siguiente haciendo afirmaciones falsas de que “ganó las elecciones”. Incluso, lo escribió en mayúsculas y las redes sociales etiquetaron el mensaje como desinformación.

Inmediatamente después de las elecciones, algunos de los asesores de Trump presionaron para que se realizaran más eventos oficiales. Esto con el objetivo de demostrar que el presidente cumple con el trabajo que ahora trata desesperadamente de retener. Pero la Casa Blanca no tenía anuncios ni compromisos oficiales planeados antes del 3 de noviembre, porque Trump y su equipo estaban concentrados en la reelección.

Trump ha realizado movimientos políticos y de personal a puerta cerrada. Entre ellos, el despido del secretario de Defensa y la preparación de las órdenes de retirada de Afganistán e Iraq. Según informes, preguntó sobre las opciones para atacar a Irán durante una reunión la semana pasada. Y su administración está luchando por endurecer los esfuerzos en materia de desregulación e inmigración antes del final del mandato de Trump.

Tras bambalinas, Trump ha estado ansioso por lograr temas que se quedaron en el camino durante sus primeros años en el cargo. Y personas cercanas a él han señalado que esperan que los próximos dos meses no pasen de manera tranquila.

Sin embargo, Trump ha demostrado poco interés en agregar más asuntos a su agenda, dijeron personas familiarizadas con el tema. Además, pocos asistentes le han planteado la idea debido a su mal humor y preocupación por su derrota.

El presidente electo Joe Biden, acompañado por la vicepresidenta electa Kamala Harris, habla sobre la recuperación económica en el teatro The Queen, el lunes 16 de noviembre en Wilmington, Delaware.

A pesar de que Biden realiza apariciones públicas diarias centradas en gobernar, Trump no se ha sentido obligado a seguir el ritmo. Aunque sí ha observado las actividades del exvicepresidente desde la Casa Blanca.

En cambio, pasa las mañanas en la residencia viendo televisión. Llega a la Oficina Oval en la tarde y permanece hasta la noche. Va de un lado a otro entre la oficina y su comedor contiguo, que está equipado con un televisor grande y donde los periódicos y revistas están esparcidos por la mesa.

Cuando los miembros de su grupo de trabajo de coronavirus informaron este lunes a los gobernadores sobre un aumento en los casos en todo el país desde la Sala de Situación de la Casa Blanca, Trump estaba en el piso de arriba siguiendo los acontecimientos en Georgia y Pensilvania. Los dos estados donde su equipo lucha por ganar tracción legal en los esfuerzos para desafiar los resultados de las elecciones.

Más tarde, mientras Pence se dirigía a la Base de la Fuerza Aérea Dover en Delaware para presenciar el traslado digno de los miembros del servicio estadounidenses que murieron durante un accidente de helicóptero en Egipto, el presidente permaneció en el Ala Oeste aferrándose a los acontecimientos en Nevada. Incluso alegó que estos últimos tendrían un “mayor impacto.”

El presidente aún no ha comentado sobre la muerte de los estadounidenses, que perdieron la vida el jueves pasado mientras participaban en una fuerza de mantenimiento de la paz en Egipto. Trump no ha tuiteado sobre el accidente ni ha hecho ningún otro comentario público al respecto.

Futuro incierto

El Ala Oeste había estado sin un líder presencial en las semanas posteriores a las elecciones mientras el secretario general de la Casa Blanca Mark Meadows se recuperaba de coronavirus. Otros asesores de Trump se contagiaron después de asistir a una fiesta de la noche de las elecciones en la Casa Blanca. Un evento pocos invitados utilizaron máscaras.

Meadows regresó a la Casa Blanca este lunes. Había estado trabajando mientras permanecía alislado. También pasó mucho tiempo en conferencias telefónicas con colegas y Trump, dijeron a CNN personas familiarizadas con lo sucedido.

Trump juega al golf en el Trump National Golf Club en Sterling, Virginia, el domingo 15 de noviembre.

Otros en la Casa Blanca parecen menos seguros sobre su futuro. Un edicto del jefe de personal de Trump estableció que cualquier persona que sea sorprendida buscando trabajo será despedida de inmediato. Sin embargo, muchos currículums de la Casa Blanca llegaron al Capitolio la semana pasada a medida que los empleados buscan trabajos seguros.

Muchos más dijeron que esperan el día en que Trump reconozca, aunque sea indirectamente, que no será presidente en enero. Esto para que ellos también puedan comenzar a buscar su próximo trabajo. Hasta que lo haga, el personal ha llegado más tarde o no ha asistido a la Casa Blanca algunos días.

En el Ala Este, sin la dirección de Trump sobre cuándo ––o incluso si–– aceptará los resultados de las elecciones, hay una sensación generalizada de piloto automático. Sin el visto bueno para comenzar a planificar una mudanza de la Casa Blanca en 64 días, no hay cuándo se empiece a empacar ni a reservar camiones de mudanza. Lo que deja al personal en el limbo de “¿nos quedamos o nos vamos?”, según una persona con conocimiento de la situación.

La primera dama Melania Trump está enfocada por ahora en revelar sus decoraciones navideñas. También se trabaja en las listas de las decenas de fiestas navideñas que la Casa Blanca aún planea tener.

Este martes, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, sugirió que el tiempo para las impugnaciones legales de Trump se agotaba. Y añadió que las certificaciones de votos estatales serían una prueba decisiva de que las elecciones terminaron.

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“Una vez que se produzcan esas certificaciones, si se producen, con base en litigios que se están decidiendo en varios lugares, serán definitivas”, dijo a los periodistas en el Capitolio. “El Colegio Electoral se reunirá en diciembre y la inauguración será el 20 de enero”, indicó.

“Vamos a tener una transferencia ordenada de esta administración a la siguiente”, aseveró McConnell. “Lo que todos decimos al respecto es, francamente, irrelevante”, agregó.

Por ahora, Trump sigue decidido a continuar con sus desafíos legales, cavilando sobre teorías cada vez más conspirativas sobre por qué los votos no resultaron como quería. Cuando ha salido en público, ha buscado solo los lugares más familiares.

Antes de las elecciones, Trump dijo que estaba ansioso por visitar su club Mar-a-Lago después de estar fuera durante tanto tiempo. Aunque señaló que sus habitaciones estaban en medio de una renovación. A los funcionarios se les dijo este martes que Trump había cancelado su viaje de Acción de Gracias.

Los fugaces destellos de las cámaras ubicadas al otro lado del río Potomac desde su club de golf este sábado y domingo lo mostraron conduciendo a toda velocidad por el campo desde detrás del volante de su carrito, con un caddie en la parte trasera.

Trump pareció obtener el mayor consuelo de las multitudes de seguidores que se concentraron en Washington durante el fin de semana. Muchos protestaban por los resultados de las elecciones y expresaban su apoyo a él. Un día antes de la manifestación, el presidente escribió en Twitter que “incluso podía intentar pasar y saludar”.

Trump saluda a los partidarios que protestan contra los resultados de las elecciones presidenciales, mientras la caravana presidencial avanza por el mitin "Million MAGA March", en Freedom Plaza en Washington el sábado 14 de noviembre.

Pero incluso entonces, Trump en realidad no emergió entre la multitud. En su lugar, optó por rodar entre los manifestantes de adoradores en su caravana. Saludó enérgicamente por la ventana mientras los agentes del Servicio Secreto trotaban junto a su vehículo.

Más tarde, Trump llamó a su asesor de redes sociales Dan Scavino para maravillarse con la vista.

Jeremy Diamond, de CNN, contribuyó a este informe.