(CNN) – Los asesores de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) votaron 13 a 1 este domingo para recomendar que tanto los adultos mayores, de 75 años o más, como los “trabajadores esenciales de primera línea”, incluidos quienes dan primeros auxilios, sean los siguientes en recibir las vacunas contra el covid-19.
Eso pondría a estas personas en la “Fase 1b” de asignación de la vacuna a nivel nacional.
La votación del comité también incluyó la priorización de adultos de 65 a 75 años, personas de 16 a 64 años con afecciones médicas de alto riesgo y “otros trabajadores esenciales” en la “Fase 1c” de asignación.
“Realmente sirven para abordar la falta actual de suministro de vacunas y abordar a las personas con mayor riesgo de enfermedad”, dijo el Dr. José Romero, presidente del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización y secretario del Departamento de Salud de Arkansas, sobre la recomendaciones.
El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización se reunió el domingo para discutir las Fases 1b y 1c de la distribución de vacunas.
En una reunión anterior, a principios de este mes, el grupo votó sobre la Fase 1a, que recomendaba administrar la primera ronda de vacunas a los trabajadores de la salud y residentes de centros de atención a largo plazo.
Hay dos vacunas contra el covid-19 —la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna— actualmente autorizadas para uso de emergencia en Estados Unidos.
¿Quién es un trabajador esencial?
Un grupo de trabajo dentro del comité asesor definió a los trabajadores esenciales de primera línea como “trabajadores que se encuentran en sectores esenciales para el funcionamiento de la sociedad y tienen un riesgo sustancialmente mayor de exposición” al coronavirus que causa el covid-19.
Los trabajadores esenciales de primera línea en la Fase 1b incluyen socorristas, personas en el sector de la educación, aquellos que trabajan en alimentos y agricultura, aquellos en manufactura, trabajadores penitenciarios, trabajadores del Servicio Postal de EE.UU., trabajadores del transporte público y trabajadores de supermercados.
Se estima que hay alrededor de 30 millones de trabajadores esenciales de primera línea en Estados Unidos.
La categoría de otros trabajadores esenciales en la Fase 1c incluye personas de transporte y logística, servicio de alimentos, construcción, albergue y vivienda, finanzas, tecnologías de la información y comunicaciones, el sector energético, los medios de comunicación, el sector legal, la seguridad pública y las industrias del agua y las aguas residuales.
Se estima que hay alrededor de 57 millones de estos trabajadores esenciales en Estados Unidos.
El voto “más duro”
“Este es sin duda el voto más duro que he tenido en mis seis años y medio en el comité”, dijo Romero.
“Estoy seguro de que hemos llegado a esto examinando los datos a fondo, y que lo que estamos proporcionando, como se ha dicho antes, la decisión final será a nivel local. Pero lo que estamos proporcionando a los gobernadores y funcionarios es un marco que se apoya en la evidencia”, dijo Romero.
Romero votó “sí” a las recomendaciones propuestas para la Fase 1b y 1c.
El miembro del comité, el Dr. Peter Szilagyi, quien también votó “sí”, estuvo de acuerdo en que la decisión fue difícil.
“Realmente desearía que todos pudieran recibir la vacuna hoy, y sé que las personas de alto riesgo no están incluidas en la Fase 1b”, dijo Szilagyi, que trabaja en el Departamento de Pediatría de la Universidad de California en Los Ángeles. “Pero durante varios meses, a medida que aumente el suministro de vacunas, todos los estadounidenses tendrán acceso a estas vacunas seguras y eficaces”.
El único voto “no” provino del Dr. Henry Bernstein, quien es profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina Zucker de Hofstra. Bernstein explicó que votó no porque sintió que la ciencia sobre la morbilidad y la mortalidad por covid-19 es similar entre el grupo de 65 a 74 años y el grupo de 75 años y más.
“Por lo tanto, la inclusión del grupo de 65 a 74 años en la Fase 1b tenía más sentido para mí”, dijo Bernstein.
La necesidad de financiamiento
En su voto, la mayoría de los miembros del comité también le pidieron al Gobierno que financie completamente los programas de vacunación de los Departamentos de Salud estatales y locales.
“El hecho de que los Departamentos de Salud estatales y locales no hayan sido financiados para el programa de vacunación, especialmente en el contexto de los miles de millones de dólares que financiaron el programa extremadamente exitoso para desarrollar vacunas es realmente espantoso”, dijo la Dra. Beth Bell, quien votó “sí” a la propuesta.
“Soy solo una persona, pero me gustaría decir, nuevamente, que espero que el Gobierno aborde esta discrepancia, sin la cual creo que será muy difícil para nosotros tener éxito”, dijo Bell, profesora clínica en el Departamento de Salud Global de la Universidad de Washington.
Las recomendaciones del comité asesor para la Fase 1b y 1c pasan a los CDC a continuación para su aceptación final.