(CNN) – El presidente Joe Biden dijo que “Estados Unidos está de regreso” y declaró que “la diplomacia está de vuelta en el centro” de la política exterior estadounidense, al anunciar que el país pondrá fin a todo apoyo a las operaciones ofensivas de Arabia Saudita en Yemen, uno de los varios cambios que anunció en su primer discurso importante sobre política exterior desde que asumió el cargo.
El anuncio de Biden en el Departamento de Estado fue solo uno de los cambios significativos que, según dijo, hará en la política exterior de Estados Unidos. Estos incluyen congelar la redistribución de tropas desde Alemania y aumentar la cantidad de refugiados que se admiten en Estados Unidos. También reafirmar el apoyo del país a los derechos de la comunidad LGBTQ en todo el mundo.
En un llamado a un compromiso con el mundo basado en valores, Biden enfatizó que los desafíos globales del momento, incluida la necesidad de contrarrestar el “avance del autoritarismo”, “sólo se resolverán si las naciones trabajan juntas”.
“No podemos hacerlo solos (…) Debemos comenzar con una diplomacia arraigada en los valores democráticos más preciados de Estados Unidos”, dijo Biden. “Defender la libertad. Promover las oportunidades. Defender los derechos universales. Respetar el Estado de derecho. Y tratar a todas las personas con dignidad”, explicó.
Biden reconoció la amenaza que supone para esos valores y para la posición mundial de Estados Unidos el intento de insurrección alentado por el expresidente Donald Trump.
“Aunque muchos de estos valores han sido sometidos a una presión intensa en los últimos años, incluso empujados al límite en las últimas semanas, el pueblo estadounidense va a salir de este momento más decidido y mejor equipado para unir al mundo en defensa de la democracia porque hemos luchado por ella nosotros mismos “, dijo el presidente.
Biden pronunció su discurso después de hacer comentarios menos formales a los funcionarios del Departamento de Estado. “Vamos a reconstruir nuestras alianzas. Vamos a volver a involucrarnos con el mundo y asumir los enormes desafíos que enfrentamos al lidiar con la pandemia, con el calentamiento global, y a defender nuevamente la democracia y los derechos humanos en todo el mundo”, les dijo.
El presidente, quien visitó el Departamento de Estado el jueves con la vicepresidenta Kamala Harris, utilizó el discurso no solo para revelar cambios políticos, cumplir promesas de campaña y revertir las políticas de la administración de Trump, sino también para reafirmar el liderazgo global de Estados Unidos y realinear la política exterior para brindar un mejor servicio clase media.
“Todo” lo que haga el Gobierno de Biden en materia de política exterior será examinado para ver si hace que la vida sea “mejor, más segura y más fácil para las familias trabajadoras”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan a periodistas. Lo hizo en una sesión informativa previa a las declaraciones del presidente.
Fin del apoyo a las operaciones ofensivas en Yemen
“Pondremos fin a todo el apoyo estadounidense a las operaciones ofensivas en la guerra en Yemen, incluidas las ventas de armas pertinentes”, anunció Biden. Además dijo que nombrará un enviado para que se centre en el conflicto de larga duración. Dijo que se trata de “una guerra que ha creado una catástrofe humanitaria y estratégica”, pero también dejó en claro que Estados Unidos “continuará ayudando y apoyando a Arabia Saudita”.
Biden dijo que el secretario de Defensa Lloyd Austin dirigirá una “revisión global de la posición de las fuerzas”. Y que, mientras esa revisión esté en curso, “congelará cualquier redistribución de tropas desde Alemania”. Esto buca que “nuestra huella militar esté alineada de manera apropiada con nuestra política exterior y prioridades de seguridad nacional”, aseguró.
Cambios en admisiones de refugiados
Biden también anunció su intención de aumentar el número de refugiados que se admiten en Estados Unidos después de años de mínimos históricos bajo la administración de Trump, cumpliendo una promesa de campaña al hacerlo.
La administración de Trump estableció un tope de 15.000 refugiados para este año fiscal, el más bajo desde 1980. No está claro cuánto aumentará ese nivel la administración de Biden. No obstante, el presidente se ha comprometido a establecer un tope de admisión anual de 125.000. El tope de refugiados que se admiten, cualquiera que sea, debe ser aprobado por el presidente.
“El liderazgo moral de Estados Unidos en cuestiones de refugiados había sido un punto de consenso bipartidista durante muchas décadas cuando llegué aquí por primera vez. Hicimos brillar la luz de la libertad sobre los pueblos oprimidos”, dijo Biden. “Va a llevar tiempo reconstruir lo que ha sido tan dañado. Pero eso es precisamente lo que vamos a hacer”, agregó.
El liderazgo moral
El mandatario también anunció que emitiría un memorando presidencial a las agencias “para revitalizar nuestro liderazgo en los temas LGBTQI, y hacerlo a nivel internacional” como parte de un esfuerzo “para reparar aún más nuestro liderazgo moral”.
“Nos aseguraremos de que la diplomacia y la ayuda exterior trabajen para promover los derechos de esas personas, incluyendo la lucha contra la criminalización y la protección de los refugiados y solicitantes de asilo LGBTQ”, dijo Biden.
Sus comentarios se suman a los compromisos asumidos por el secretario de Estado Antony Blinken durante su audiencia de confirmación de nombrar rápidamente a un enviado LGBTI, permitir que las embajadas ondeen la bandera del orgullo y repudiar formalmente los hallazgos de la controvertida “Comisión de Derechos Inalienables” del exsecretario de Estado Mike Pompeo.
Biden hizo especial hincapié en la necesidad de reconstruir la posición moral de Estados Unidos después de cuatro años de un presidente que rechazó las alianzas tradicionales y despreció de manera creciente las normas democráticas, una mandato en el que manifestantes pacíficos fueron dispersados violentamente antes de una sesión de fotos, que abrazó a los teóricos de la conspiración y grupos nacionalistas blancos y, en última instancia, una insurrección mortal destinada a anular los resultados de unas elecciones libres y justas.
“Competiremos desde una posición de fuerza reconstruyendo mejor en casa, trabajando con nuestros aliados y socios, renovando nuestras instituciones internacionales y recuperando nuestra credibilidad y autoridad moral, mucha de la cual se ha perdido”, dijo Biden.
El presidente promocionó las medidas de su administración para elevar la importancia de la cibernética al nombrar al primer asesor adjunto de Seguridad Nacional para la tecnología cibernética y emergente. También sus movimientos para entrelazar los objetivos climáticos en toda la diplomacia y para reincorporarse a la Organización Mundial de la Salud y al acuerdo climático de París.
Mensaje a los militares de Myanmar y críticas a Rusia por el encarcelamiento de Navalny
Y se refirió a algunos casos concretos. Hizo un llamado a los militares birmanos para que “renuncien al poder que han tomado. Liberen a los defensores, activistas y funcionarios que han detenido, levanten las restricciones en las telecomunicaciones y se abstengan de la violencia”.
Biden elogió el acuerdo del miércoles para extender el Tratado Nuevo START con Rusia, para preservar el único acuerdo de armas nucleares que queda entre ambos países. No obstante, también criticó a Rusia por encarcelar al activista opositor Alexey Navalny. “Debería ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones”, dijo.
El presidente habló solo en términos generales sobre China. Dijo que Estados Unidos enfrentará los “abusos económicos (de Beijing), contrarrestará su acción agresiva y coercitiva para hacer frente al ataque de China a los derechos humanos, la propiedad intelectual y la gobernanza global”.
No hizo ninguna mención a algunos temas espinosos, incluidas las negociaciones nucleares con Irán y el conflicto entre israelíes y palestinos.
Con confianza y empoderados
La visita de Biden y Harris a la agencia del gabinete más antigua de Estados Unidos tenía el propósito de “asegurarse de que sabemos que tenemos su apoyo, y eso significa mucho”, dijo Blinken.
El principal diplomático estadounidense hizo hincapié en el principio organizador del presidente para su política exterior: que beneficie a los estadounidenses de clase media. “La política exterior es política interna, y dado que nuestra fuerza en casa determina nuestra fuerza en el mundo, la política interna también es política exterior”, dijo.
Biden y Harris “han dejado en claro que la primera pregunta que debemos hacernos aquí en el (Departamento de) Estado es: ¿Cómo beneficiará esto a nuestros compatriotas estadounidenses? ¿Cómo responderá esta política a sus necesidades? ¿Cómo reflejará este acercamiento sus valores? ¿Cómo hará esta iniciativa que sus vidas sean un poco mejor?”, dijo.
El presidente y la vicepresidenta les dijeron en repetidas ocasiones a los diplomáticos reunidos en el auditorio y a quienes seguían el encuentro en línea cuánto valora la administración su trabajo.
Harris le dijo al departamento que “esta es la base sobre la que nos apoyamos”. Además afirmó que “todo lo que hacen (…) marca una diferencia en la vida de los estadounidenses de a pie”.
Biden en particular recalcó el punto. “En nuestra administración, se confiará en ustedes y se los empoderará para que hagan su trabajo”, dijo el presidente en sus primos comentarios a los funcionarios. Luego volvió a hablar del tema en su segundo discurso, más formal. “Esta administración los va a empoderar para que hagan su trabajo”, dijo Biden, “no los atacarán ni los politizarán”.
– Kevin Liptak, Jason Hoffman y Priscilla Alvarez, de CNN, contribuyeron a este informe.