(CNN)– Es probable que Estados Unidos tenga alrededor de 300 millones de vacunas sobrantes contra el covid-19 a finales de julio, según estimaron este jueves en un informe expertos en política sanitaria de la Universidad de Duke, que pidieron al país que compartiera las dosis de forma más generalizada para hacer frente a la gran desigualdad existente en la distribución mundial de vacunas.
EE.UU. ha proporcionado envíos limitados de la vacuna de AstraZeneca, que aún no está autorizada para su uso en Estados Unidos, a México y Canadá, pero el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha dicho que no compartirá las inyecciones de forma más generalizada hasta que el país esté “más seguro” sobre sus propios suministros.
Estados Unidos es el mayor donante del programa mundial de reparto de vacunas Covax, pero se ha mostrado inflexible en cuanto a las vacunas que tiene actualmente en gran cantidad, mientras que muchos otros no tienen ninguna. Tres cuartas partes de las vacunas que se han administrado realmente en el mundo han correspondido a sólo 10 naciones, que en conjunto representan menos de la mitad de la población mundial.
“Las naciones más ricas del mundo acaparan gran parte del suministro a corto plazo. Al ritmo actual de administración de vacunas, 92 de los países más pobres del mundo no vacunarán al 60% de su población hasta 2023 o incluso más tarde”, escribieron los doctores Krishna Udayakumar y Mark McClellan, expertos en salud de Duke.
El informe establece un plan en tres partes en el que Estados Unidos debería aumentar la financiación de Covax, hacer que el exceso de dosis esté disponible a través del mismo plan y crear programas bilaterales siguiendo el modelo del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) para proporcionar vacunas y apoyo a los países que lo necesiten. También podría proporcionar el apoyo y los materiales para que los países produzcan vacunas seguras y eficaces por sí mismos.
La vacuna de AstraZeneca, compartida por EE.UU., se ha suspendido en muchos grupos de edad en Europa después de que los reguladores dijeran que estaba posiblemente relacionada con docenas de eventos de coagulación sanguínea raros pero graves, algunos de ellos mortales. En Estados Unidos se suspendió el uso de la vacuna de Johnson & Johnson este martes, después de que se informara del mismo evento raro de coagulación en seis personas. La incidencia sigue siendo extremadamente rara, alrededor de una entre un millón.
Las estimaciones de la Universidad de Duke sobre el exceso de 300 millones de dosis daban por hecho que Estados Unidos utilizaría la vacuna de J&J, pero dada la interrupción, sus previsiones pueden ser exageradas. No obstante, esto no cambiará el panorama general, ya que la vacuna de J&J representa actualmente menos del 5% de los 190 millones de vacunas que hay actualmente en Estados Unidos.