(CNN) – La sorpresiva decisión de otorgar a Brasil los derechos de organización de la Copa América, el mayor torneo internacional de fútbol de Sudamérica, a tan sólo 12 días de la fecha de inicio está provocando críticas generalizadas.
Brasil ha sufrido más de 465.000 muertes por covid-19 -el segundo mayor número de muertes en el mundo- y actualmente hay una investigación en curso sobre el manejo de la pandemia por parte del presidente Jair Bolsonaro.
El relator de esa investigación, el senador de Brasil Renan Calheiros, se refirió este martes a la Copa América como el “Campeonato de la Muerte” y pidió a la estrella de la selección brasileña Neymar que no participe en el torneo.
“Neymar, no salgas al campo en esta Copa América, mientras tus amigos, tus familiares, tus conocidos siguen muriendo y la vacuna no llega a nuestro país”, dijo Calheiros a Radio Eldorado.
“Este no es el campeonato en el que tenemos que competir. Tenemos que competir en el campeonato de la vacunación. Es en este campeonato en el que hay que meter goles, para que nuestra puntuación cambie.
“En esta puntuación [vacunación], estamos en los últimos puestos. En el Campeonato de la muerte, estamos en el segundo lugar, con el segundo mayor número de muertes en el mundo”, añadió. “El equipo brasileño no puede estar de acuerdo con esto. Las unidades de cuidados intensivos y los cementerios están llenos. ¿En qué condiciones vamos a celebrar un gol para Brasil?”.
Según la Organización Mundial de la Salud, se han administrado 60 millones de dosis de vacunas en Brasil.
La edición de 2020 de la Copa América se aplazó un año debido a la pandemia de coronavirus y estaba previsto que se celebrara tanto en Argentina como en Colombia entre el 13 de junio y el 10 de julio, la primera vez en la historia del torneo que iba a ser organizada conjuntamente.
Sin embargo, Colombia fue despojada de sus responsabilidades como coorganizadora el 20 de mayo tras las protestas en todo el país impulsadas por una polémica reforma fiscal introducida por el presidente Iván Duque, antes de que Argentina le siguiera el 31 de mayo.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), no especificó el motivo por el que Argentina dejó de ser sede, pero el país sufre actualmente un aumento de los casos de coronavirus, con un promedio de siete días de más de 30.000 nuevos casos diarios, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Bolsonaro anunció que la Copa América será organizada en el Distrito Federal de Brasil y en los estados de Río de Janeiro, Mato Grosso y Goiás y dijo que los cuatro gobernadores de los estados habían aceptado acoger el torneo.
La FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, dice que tiene “serias preocupaciones” sobre el traslado de la Copa América con tan poco tiempo de preparación y apoyará a los jugadores que decidan que no es seguro competir.
“El plan más reciente de organizar, con muy poco tiempo de anticipación, que cientos de futbolistas compitan en un torneo de tal complejidad deja abierta la incertidumbre para todos y cada uno de ellos, y para sus familias”, aseguró la FIFPro en un comunicado.
“Al igual que en anteriores competiciones de selecciones nacionales durante el periodo de emergencia del covid-19, los jugadores deben ser capaces de priorizar su propia salud y la de sus familias sin riesgo de sanciones”.
El seleccionador de Perú, Ricardo Gareca, que guió al equipo hasta la final en 2019, donde perdió ante el anfitrión Brasil, dijo que parece injusto desde el punto de vista deportivo que un país organice torneos consecutivos.
“Creo que toda Sudamérica tiene problemas”, dijo a los periodistas en la conferencia de prensa previa al partido de Perú. “No creo que haya un país en Sudamérica que no tenga problemas con la pandemia.
“No creo que la Copa América se realice en el país donde se jugó anteriormente, no tanto por la pandemia. La pandemia está en todas partes”.
Chile, junto con Ecuador y Estados Unidos, era uno de los países que se barajaban para acoger la Copa América después de que Argentina fuera despojada de la responsabilidad de organizarla.
La selección chilena ganó títulos consecutivos de la Copa América en 2015 y 2016, pero la decisión de seguir adelante con el torneo no ha sido apoyada en muchas zonas del país.
Matías Walker, diputado del quinto distrito de Chile, dijo que el país debería considerar no enviar ningún equipo.
“La Federación Chilena de Fútbol, la ANFP, tiene que evaluar seriamente si expone o no a las selecciones nacionales, a los funcionarios, a los trabajadores y a los propios directivos a viajar a un torneo largo en un país como Brasil, que en este momento es el epicentro de las infecciones y muertes en el continente”, indicó.
“Y que ha sido un ejemplo de irresponsabilidad gubernamental a través del gobierno de Bolsonaro, donde cada semana aparecen nuevas variantes”.