(CNN) – Se espera que en el transcurso de este mes el Congreso reciba un reporte detallado del Departamento de Defensa y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que informe —con mucho más detalle que nunca— lo que el sabe el Gobierno sobre los objetos voladores no identificados (ovnis).
The New York Times lo leyó por adelantado y escribió esta maravilla de comienzo en su historia:
“Los funcionarios de inteligencia estadounidenses no han encontrado evidencia de que los fenómenos aéreos que presenciaron pilotos de la Marina sean naves espaciales extraterrestres, pero todavía no pueden explicar los movimientos inusuales que han desconcertado a los científicos y al ejército, según funcionarios de la administración de alto rango informados sobre los hallazgos de un reporte gubernamental muy esperado”.
OK. Entonces, con base en esa información sabemos que:
1) No hay evidencia de que los diversos avistamientos de ovnis a lo largo de los años sean extraterrestres.
2) El Gobierno de Estados Unidos no tiene idea de lo que son, de hecho, estas aeronaves.
Lo cual es, bueno, ¿un poco escueto? Porque ¿cómo podría descartar el Gobierno de manera concluyente la posibilidad de naves espaciales extraterrestres cuando saben que los avistamientos “no proceden de ninguna tecnología militar estadounidenses ni de ninguna tecnología avanzada del Gobierno estadounidense” y no tienen forma de explicar los movimientos de estos ovnis?
La respuesta: no pueden.
¡La trama se complica aún más! Aquí está lo reportado por CNN tras lo que escribió el Times:
“Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos no han encontrado evidencia que confirme que los objetos voladores no identificados con los que se han encontrado pilotos de la Marina estadounidense en los últimos años fueran naves espaciales extraterrestres. Pero tampoco han llegado a una evaluación definitiva sobre lo que podrían ser estos objetos misteriosos, según cinco fuentes familiarizadas con los hallazgos de un próximo informe sobre ovnis que se espera se entregue al Congreso a finales de este mes”.
“Según tres de esas fuentes, el informe no descarta la posibilidad de que sean naves espaciales extraterrestres”.
“Lo cual, sinceramente, tiene mucho más sentido. Porque si el Gobierno de Estados Unidos a) no sabe qué son estas naves y b) sí sabe que no son ningún tipo de tecnología —secreta o de otro tipo— en la que han estado trabajando, entonces es muy difícil tragarse la conclusión de que bajo ninguna circunstancia pueden ser extraterrestres.
Por supuesto que nada de eso significa que estas naves sean de origen extraterrestre. Es posible que sean obra de una potencia extranjera como Rusia o China. O que nuestro propio Gobierno simplemente no esté dispuesto a ser completamente abierto sobre la tecnología en la que está trabajando y por qué. (Recuerda que el Gobierno llevó a cabo una campaña masiva de desinformación durante décadas con el objetivo de detener incluso la mención de avistamientos de ovnis).
Para ser sincero, sigo siendo escéptico de que haya extraterrestres manejando estos ovnis que se han visto en los cielos durante estos últimos años. Pero el intento por parte del Gobierno de darle un giro a este informe —y no se equivoquen, eso es lo que está sucediendo aquí— para sugerir que podemos decir de manera concluyente que estas naves espaciales no eran de origen extraterrestre parece un poco sospechoso.
¿Cuál es la verdad que este informe parece dejar al descubierto? Hay límites para lo que sabemos. Y tendremos que acostumbrarnos a eso.