(CNN) – Dos comisiones del Senado publicaron este martes el informe gubernamental más completo sobre las fallas de seguridad que condujeron a la insurrección del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero. En él revelaron nuevos detalles sobre advertencias desatendidas, fallas de comunicación críticas y deficiencias de inteligencia.
Los investigadores del Congreso examinaron “miles de documentos”, recibieron declaraciones escritas de 50 agentes de policía que defendieron el Capitolio y recibieron testimonios de una amplia gama de funcionarios actuales y anteriores que desempeñaron un papel en los preparativos y la respuesta de seguridad.
Aquí hay seis conclusiones del informe y sus recomendaciones, que fueron publicadas de forma bipartidista por la Comisión de Reglas del Senado y la Comisión de Seguridad Nacional del Senado.
La Policía del Capitolio estaba advertida
El informe concluyó que la principal unidad de inteligencia de la Policía del Capitolio de Estados Unidos (USCP) “estaba al tanto del potencial de violencia en los días y semanas previos al 6 de enero”. Punto final. Fueron advertidos.
Pero no todo el mundo estaba al tanto. La investigación determinó que la operación de inteligencia “descentralizada” de la USCP significó que algunas personas vieron estas advertencias mientras que otros funcionarios quedaron en la oscuridad.
El Departamento de Policía Metropolitana en Washington le dijo a la Policía del Capitolio que las reservas de hoteles casi que se duplicaron en comparación con mítines pro-Trump en noviembre y diciembre, según el informe del Senado.
Se estaba volviendo claro tanto para los agentes de seguridad como para los ciudadanos comunes que el 6 de enero sería diferente. Un ciudadano privado envió un correo electrónico al buzón general de la USCP el 28 de diciembre diciendo que había “tuits de personas que se estaban organizando para ‘asaltar el Capitolio’ el 6 de enero”, según el informe.
Aún así, la USCP mantuvo su evaluación de que el 6 de enero probablemente se parecería a los mítines menores a favor de Trump en noviembre y diciembre.
La burocracia se interpuso en el camino
El informe decía: “El jefe de la USCP no tiene autoridad unilateral para solicitar asistencia de la Guardia Nacional”. Esta es una declaración simple, pero explica mucho sobre los fracasos de ese día.
El entonces jefe de policía del Capitolio, Steven Sund, quería llamar a las tropas para pedir refuerzos, pero necesitaba coordinarse con otros agentes de seguridad del Capitolio. Cuando los funcionarios intentaron atender la solicitud, no estaban familiarizados con las leyes y regulaciones que debían seguirse, según la investigación.
La burocracia “obstaculizó” la tan necesaria respuesta de la Guardia Nacional, según el informe. Y es por eso que una de las primeras recomendaciones del informe del Senado es empoderar al jefe de la Policía del Capitolio para que tenga autoridad unilateral para solicitar apoyo militar en situaciones de emergencia.
Parece una obviedad, pero para que esto suceda, el Congreso deberá aprobar una nueva ley.
Fallas vergonzosas en tiempos cruciales
La investigación del Senado descubrió algunas fallas vergonzosas dentro de la “unidad de disturbios civiles” de la Policía del Capitolio, que es esencialmente la policía antidisturbios o el escuadrón de respuesta de emergencia de la fuerza.
La Policía del Capitolio activó siete de estas unidades especiales antes del 6 de enero, pero “solo cuatro de esos pelotones estaban equipados con equipo de protección especial” como cascos y escudos, según el informe. Y cuando uno de los pelotones trató de conseguir su equipo, estaba en un autobús cerrado.
Los senadores recomendaron que la unidad especial reciba mejor capacitación y más financiamiento.
Subestimaron los comentarios en Internet
Muchos partidarios de Trump publicaron muchas amenazas violentas y afirmaciones peligrosas en Internet en el período previo al 6 de enero. El informe dijo que se encontraron en “foros de mensajes, redes sociales, memes o hashtags”. Pero los funcionarios de inteligencia lucharon con cuán agresivamente controlar el discurso político y cómo diferenciar las amenazas reales de las tonterías típicas de Internet.
“Los funcionarios del FBI (y el Departamento de Seguridad Nacional) enfatizaron la dificultad de discernir la libertad de expresión protegida constitucionalmente versus las amenazas de violencia accionables y creíbles”, dice el informe, y señaló que los funcionarios han dicho que necesitan hacer mejoras y hacerlo mejor en el futuro.
Hubo historias horribles de la primera línea
Ya hemos escuchado de muchos de los valientes agentes de policía que arriesgaron sus vidas defendiendo el Capitolio, incluidos algunos que resultaron heridos y otros que participaron en un combate cuerpo a cuerpo.
Pero el informe va más allá de esto y proporciona nuevos relatos desde el frente de batalla.
“Hicimos lo que pudimos contra todo pronóstico y una multitud volátil que muchas veces nos amenazó con frases como ‘¡Te vamos a matar!’”, dijo un agente a las comisiones. “… sentí en este momento un temor tangible de que tal vez yo o algunos de mis colegas no pudiéramos llegar a casa con vida”.
Otro agente describió cómo se les llamó “nazis”. Los agentes negros se han pronunciado sobre el abuso racial a manos de la turba, incluido el hecho de que se les llame la palabra “negro”, que en inglés es despectivo. En un incidente no reportado previamente, un agente dijo que vieron a “alguien saludar al Capitolio nazi”.
Esta no es la historia completa: ¿qué pasa con los extremistas pro-Trump?
Este informe de 95 páginas es la primera visión integral de la larga lista de las comisiones del Senado y la Cámara que están investigando varios asuntos relacionados con la insurrección del Capitolio. Es, con mucho, uno de los esfuerzos de investigación más exhaustivos y se publicó el martes de forma bipartidista.
Pero por completo que sea, solo examinó una pieza del rompecabezas más grande. Analizó las “fallas de seguridad, planificación y respuesta” de las fuerzas del orden. Pero, ¿qué pasa con los esfuerzos de los grupos extremistas para planificar la violencia en Washington? ¿Qué pasa con el expresidente Donald Trump y los funcionarios republicanos que avivaron las llamas? El Congreso no está equipado para investigar estos temas.
Los asesores del Senado dijeron que los investigadores evitaron intencionalmente los temas más politizados, como la culpabilidad de Trump, porque querían mantener la investigación bipartidista. Las fuentes le dijeron a CNN que para mantener a los republicanos en el redil, el informe evitó usar la palabra “insurrección” para describir el ataque.
Aparentemente, la investigación del Senado se diluyó significativamente antes de que comenzara.
Esta es una de las muchas razones por las que tantos demócratas, republicanos, exfuncionarios estadounidenses, expertos en seguridad nacional y agentes de la policía del Capitolio de Estados Unidos están de acuerdo en que debería haber una comisión independiente para investigar el panorama general del 6 de enero: extremismo, desinformación, radicalización, incitación y mucho más.
Los republicanos del Senado bloquearon un proyecto de ley para establecer una comisión, que ahora parece estar muerta.