(CNN Business) – The Ever Given ya no bloquea el canal de Suez, pero la crisis está lejos de terminar para las empresas obligadas a soportar una prolongada batalla legal con la esperanza de recuperar bienes por valor de cientos de millones de dólares que se han quedado atrapados en el buque portacontenedores incautado por meses.
IKEA y Lenovo se encuentran entre las empresas con productos atrapados en el barco de propiedad japonesa que bloqueó el canal de Suez durante seis días, en marzo. Empresas más pequeñas como el fabricante de bicicletas británico Pearson 1860 y Snuggy UK, que fabrica mantas portátiles, también tienen pedidos vitales estancados en el limbo.
“No tenemos muchas esperanzas de ver nuestro inventario este año y, aunque están aseguradas en tránsito, hemos adivinado que habrá pocas posibilidades de ver un acuerdo durante meses, si no años”, Will Pearson, director de Pearson 1860. dijo a CNN Business. Su compañía tiene productos por valor de más de US$ 100.000 en el barco.
Un tribunal egipcio confiscó el Ever Given y sus 18.300 contenedores de carga después de que la Autoridad del Canal de Suez presentó una reclamación inicial de compensación de US$ 916 millones contra el propietario del barco japonés, Shoei Kisen Kaisha, por daños y pérdidas incurridos cuando el barco encalló en una parte estrecha del canal bloqueando el tráfico marítimo.
El Ever Given, y su cargamento, se encuentran retenidos en el Gran Lago Amargo del canal durante la batalla legal.
Varias compañías con productos en Ever Given le dijeron a CNN Business que se han quedado en la oscuridad sobre el estado de sus productos a medida que continúan los procedimientos legales y que están excluidas de las negociaciones relacionadas con su liberación. Incluso si se llega a un acuerdo, es probable que las empresas o sus aseguradoras estén comprometidas con una parte del acuerdo.
Las empresas pueden verse obligadas a pagar según un principio de la ley marítima llamado “avería común”, que exige que las partes involucradas en un viaje compartan proporcionalmente los costos en caso de una pérdida. El principio tiene sus raíces en las regulaciones que rigen el comercio marítimo establecidas por el pueblo de Rodas, hace más de un milenio, en lo que hoy es Grecia.
“Si alguien [los armadores en este caso] incurre en un gasto extraordinario por el bien común, entonces se les pide a todos que contribuyan”, dijo Jai Sharma, jefe de Accidentes de Carga en Clyde & Co., un bufete de abogados que representa compañías y aseguradoras con más de US$ 100 millones en carga en el Ever Given. La firma estima que el valor total de los bienes a bordo es de entre US$ 600 millones y US$ 700 millones.
Shoei Kisen Kaisha se negó a comentar para esta historia. La Autoridad del Canal de Suez no respondió a múltiples solicitudes de comentarios.
Atrapado en el limbo
IKEA le dijo a CNN Business que tiene una variedad de productos a bordo del barco, pero se negó a proporcionar más detalles sobre el envío. Lenovo confirmó que también tiene carga a bordo del barco, y un portavoz dijo que la compañía está “explorando formas de recuperar las mercancías”.
Lo que está en juego es aún mayor para compañías como EasyEquipment, una pequeña empresa del Reino Unido que no tiene seguro marítimo para refrigeradores comerciales por valor de US$ 100.000, que se suponía se entregarían a los restaurantes antes de que las restricciones sanitarias por el coronavirus se suavizaran, en mayo.
“No solo hemos perdido todas las ganancias de este pedido crucial, sino que esto también ha afectado a las empresas de restaurantes que esperaban reabrir sus puertas después del confinamiento”, dijo el director ejecutivo Michael Shah. “Estamos atrapados en este limbo y sé que tendré que pagar esta factura adicional [promedio general] para recuperar mis suministros”.
Pearson 1860 dijo que ha recibido pocas actualizaciones con respecto a las negociaciones legales y el estado de su envío de las autoridades del canal, Shoei Kisen Kaisha o Evergreen, que opera el barco.
“Parece haber un continuo intercambio de culpas y disputas de seguros entre los propietarios de los barcos, Evergreen y las autoridades del canal de Suez”, dijo Pearson.
Snuggy, una pequeña empresa del Reino Unido que se fundó hace solo dos años, se hizo eco de ese sentimiento. El cofundador Jack Griffiths dijo que más de US$ 550.000 de su producto más vendido, una manta con capucha, están en el barco. La empresa realiza solo dos grandes pedidos al año, y este estaba destinado a llevarlos hasta el comienzo del invierno boreal.
Griffiths dijo que la demora está causando importantes problemas de flujo de efectivo para la empresa.
“No hemos sido informados de nada, estamos completamente impotentes y nos quedamos en la oscuridad. Desearía que estuviéramos involucrados o incluso que nos mantuviéramos informados un poco más, pero no lo estamos. Realmente no es una gran posición y es un obstáculo que la mayoría de las empresas nuevas tendrán dificultades para superar “, dijo.