(CNN)– Un drástico anuncio de salud del gobierno de Australia que muestra a una mujer joven jadeando mientras está conectada a un ventilador provocó una fuerte respuesta negativa en el país. Los usuarios de las redes sociales critican que se dirija a los jóvenes con el fin de que se vacunen contra el coronavirus, siendo que la mayoría de ellos aún no son elegibles para recibir la vacuna recomendada.
“El covid puede afectar a cualquiera. Quédate en casa. Hazte la prueba. Reserva tu vacuna”, dice un mensaje en pantalla en el anuncio de 30 segundos, aparentemente destinado a ilustrar los riesgos que supone para los jóvenes la variante delta, altamente contagiosa.
El anuncio, que empezó a emitirse el domingo por la noche en Sydney, “es bastante gráfico, y pretende serlo”, dijo el domingo en una rueda de prensa el jefe médico de Australia, Paul Kelly. “Lo hacemos a causa de la situación (de covid-19)”.
Aunque a Australia le ha ido mejor que a muchas otras naciones desarrolladas en cuanto a mantener las infecciones relativamente bajas, Sydney ha registrado un aumento del número de casos en las últimas semanas a medida que la variante delta avanza. En respuesta al brote, se han reforzado las restricciones en la mayor ciudad de Australia, con normas estrictas que limitan las reuniones al aire libre, el ejercicio y las compras.
Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sydney, informó el lunes de 112 nuevos casos de transmisión local, casi todos en Sydney, a pesar de las estrictas medidas de confinamiento.
El nuevo anuncio del gobierno forma parte de una campaña sanitaria más amplia contra el covid-19 en la que se destaca la gravedad del más reciente brote; sin embargo, muchos australianos han expresado su preocupación por el uso de tácticas de miedo “insensibles” y por lo que muchos perciben como un mensaje confuso y contradictorio.
Bill Bowtell, profesor adjunto de la Universidad de Nueva Gales del Sur y consultor de política sanitaria estratégica, dijo que el anuncio está “mal concebido en todos los sentidos posibles”.
La joven que aparece luchando por respirar es especialmente preocupante, según Bowtell. Según el actual despliegue de vacunas en Australia, la mayoría de las personas menores de 40 años no pueden recibir la vacuna recomendada de Pfizer-BioNTech, dijo.
“Toda comunicación sanitaria debe ser de buen gusto, tiene que tener integridad y honestidad. Esto falla en ese sentido”, añadió Bowtell.
A principios de este mes, el primer ministro Scott Morrison anunció que las personas menores de 40 años podrían solicitar a su médico de cabecera una vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca aunque no cumplieran los requisitos para recibirla, revirtiendo una política que anteriormente daba prioridad a los grupos de alto riesgo, como los trabajadores sanitarios y los ancianos.
Sin embargo, los comentarios de Morrison fueron ampliamente contradichos por altos funcionarios de salud, muchos de los cuales citaron las guías proporcionadas por el propio grupo asesor del gobierno sobre las vacunas, sugiriendo que los jóvenes esperen para recibir la vacuna contra el covid-19 de Pfizer-BioNTech, debido al menor riesgo de eventos raros de coagulación de la sangre.
Como resultado de los mensajes contradictorios, la adopción de la vacuna de AstraZeneca ha sido deficiente, mientras que la escasez de la vacuna contra el covid-19 de Pfizer-BioNTech ha seguido obstaculizando la aplicación en todo el país. Hasta el domingo, se habían administrado poco más de 9 millones de dosis de vacunas en todo el país, según el Departamento de Salud. Apenas el 9% de la población ha sido vacunada en su totalidad, según el monitor de la vacunación contra el covid-19 de CNN.
Al referirse a la reacción contra el nuevo anuncio de salud del gobierno el lunes, Morrison dijo que “siempre” habrá críticas. “Lo sé, y hace apenas unas semanas nuestros mismos críticos decían que la publicidad tenía que ser más fuerte, mucho más fuerte, incluso haciendo referencias a las parcas”, dijo a Sky News Australia, afiliada a CNN.
“[El anuncio] tiene dos mensajes… uno es el de quedarse en casa”, añadió Morrison. “No podemos confiarnos en esto. Y los jóvenes que se mueven por la ciudad están poniendo en peligro a toda la comunidad, y a ellos mismos”.