Nueva York (CNN Business) – Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, fue al espacio y de regreso este martes por la mañana en un viaje supersónico de 11 minutos a bordo del sistema de cohetes y cápsulas desarrollado por su compañía espacial, Blue Origin.
Junto al multimillonario viajaron su hermano, Mark Bezos; Wally Funk, una piloto de 82 años y una de las “Mercury 13” que se entrenaron para ir al espacio en el siglo XX pero que nunca llegaron a volar; y un joven de 18 años recién graduado de la escuela secundaria llamado Oliver Daemen que fue el primer cliente de pago de Blue Origin y cuyo padre, un inversor, compró su boleto.
Funk y Daemen se convirtieron en las personas de más edad y más jóvenes, respectivamente, que han viajado al espacio. Y este vuelo marcó la primera misión con tripulación para el cohete suborbital de turismo espacial New Shepard de Blue Origin, que la compañía planea utilizar para llevar a los adinerados buscadores de emociones en viajes de placer de gran altura en los meses y años venideros.
Los cuatro pasajeros se subieron este martes a la cápsula New Shepard, en el lugar de lanzamiento de Blue Origin, en la zona rural del oeste de Texas, justo antes de que el cohete encendiera sus motores a las 8:12 de la mañana (hora del centro), haciendo que el vehículo superara la velocidad del sonido y se elevara a más de 105 kilómetros por encima del paisaje desértico, alcanzando una altitud de 107 kilómetros. En el punto más alto de la trayectoria de vuelo, los pasajeros estuvieron ingrávidos durante unos tres minutos y se les permitió desprenderse de su asiento para flotar y disfrutar de las vistas panorámicas de la Tierra y el cosmos.
El lanzamiento fue visible para los periodistas en tierra, y el cohete surcó el cielo de Texas, prácticamente sin nubes, con una estela floreciente. El brillante resplandor del motor del cohete parecía casi una estrella o un planeta mientras se elevaba en el cielo. En la transmisión en vivo de Blue Origin se podía escuchar a Bezos y a la tripulación vitoreando mientras se movían por la cápsula durante la parte de microgravedad del vuelo.
“Está oscuro aquí arriba, ¡vaya que sí!”, se oyó decir a Funk.
Al aterrizar, Bezos declaró que había sido “el mejor día de todos” en su control de comunicaciones.
¿Cuál es el plan de Bezos?
Bezos fundó Blue Origin en el año 2000, solo seis años después de fundar Amazon, con el objetivo de hacer que los vuelos espaciales sean más asequibles y accesibles. Algunos de sus rivales en el sector, sobre todo Elon Musk y Richard Branson, iniciaron sus empresas espaciales en la misma época.
FOTOS | Las mejores imágenes del viaje de Jeff Bezos al espacio
Aunque las ambiciones extraterrestres de Bezos son elevadas e implican la creación de estaciones espaciales orbitales en las que la gente viva y trabaje, el vehículo suborbital New Shepard es la primera pieza de hardware espacial totalmente operativa que la empresa ha desarrollado.
Y al igual que hicieron Branson y Virgin Galactic hace apenas nueve días, Bezos decidió ser una de las primeras personas en montar en la nave de turismo espacial como muestra de confianza en la seguridad del vehículo.
“Sabemos que el vehículo es seguro”, dijo Bezos a Rachel Crane de CNN Business el lunes. “Si no es seguro para mí, entonces no es seguro para nadie”.
¿Quién podrá volar en el New Shepard?
Hasta ahora, las reservas se han ofrecido únicamente a los participantes en una subasta que Blue Origin concluyó el mes pasado. Se esperaba que el ganador, un interesado misterioso que aceptó pagar US$ 28 millones por un boleto, estuviera en el vuelo espacial del martes, aunque la persona tomó la decisión sorpresiva de reprogramar para una misión posterior debido a “conflictos de agenda”, según la compañía.
Blue Origin asegura que tiene previsto realizar otros dos vuelos de pasajeros con el New Shepard este año. Pero la empresa no ha dado ninguna indicación de si fijará un precio público para los boletos, ni ha revelado cuánto tuvo que pagar Daemen, el joven holandés de 18 años que voló con Bezos, por su asiento. La compañía se ha mantenido al margen de numerosas peticiones de información adicional sobre los precios de los pasajes.
Pero la compañía dice que la subasta dio un fuerte indicio de que hay mucha gente ansiosa por ir: 7.600 personas de 159 países se registraron para participar en la guerra de ofertas.
¿Qué significa todo esto?
Los multimillonarios en el espacio han suscitado muchas reacciones, incluida una reciente petición en línea que ha reunido más de 162.000 firmas pidiendo que Bezos no regrese nunca a la Tierra.
Bezos, cuya fortuna asciende a unos US$ 200.000 millones, ha financiado la empresa casi exclusivamente de su propio bolsillo. Y las repetidas promesas de benevolencia y beneficio para una Tierra devastada tienen a los críticos preocupados por el hecho de que el ultrarrico vea el espacio exterior como su propia escotilla de escape personal.
Aun así, Blue Origin y otras empresas espaciales respaldadas por multimillonarios hablan mucho de que sus tecnologías allanan el camino hacia una “democratización” del espacio en la que la gente corriente, y no solo los astronautas formados por el gobierno, puedan experimentar la emoción de los vuelos espaciales. Estos primeros vuelos suborbitales de turismo espacial serán prohibitivos para la gran mayoría de la gente, y no se espera que eso cambie pronto.
Sin embargo, así es como Blue Origin describe su visión a largo plazo:
“Blue Origin fue fundada por Jeff Bezos con la visión de hacer posible un futuro en el que millones de personas vivan y trabajen en el espacio en beneficio de la Tierra. Para preservar la Tierra, Blue Origin cree que la humanidad tendrá que expandirse, explorar, encontrar nuevos recursos energéticos y materiales, y trasladar al espacio las industrias que estresan a la Tierra. Blue Origin está trabajando en esto hoy desarrollando vehículos de lanzamiento parcial y totalmente reutilizables que sean seguros, de bajo costo y que sirvan a las necesidades de todos los clientes civiles, comerciales y de defensa”, dijo la compañía en un comunicado de prensa.
Todavía es pronto, por supuesto. El sistema de cohete y cápsula New Shepard es suborbital, lo que significa que no acumula suficiente energía para permanecer en el espacio durante más de un par de minutos. Pero la empresa está trabajando en un cohete mucho más grande para ese fin, llamado New Glenn, y en un módulo de aterrizaje lunar que espera que se utilice para apoyar las misiones de la NASA.
Bezos también ha hablado en el pasado de las colonias O’Neill, un concepto de estaciones espaciales giratorias que pueden imitar la gravedad de la Tierra para los pasajeros, siendo como un posible hábitat para los futuros habitantes del espacio.
¿De quién serán las estaciones espaciales? ¿Y los pasajeros serán empleados o turistas? ¿Los viajes espaciales, si son necesarios para salvar a la humanidad, únicamente estarán disponibles para quienes puedan pagarlos? ¿Y el tiempo y el dinero de Bezos están mejor invertidos en tratar de resolver los problemas terrestres que en tratar de escapar de ellos?
No lo sabemos. Hay un montón de preguntas sin respuesta y debates encarnizados.
Rachel Crane, de CNN, preguntó a Bezos sobre las críticas este lunes.
“En gran medida tienen razón”, dijo Bezos sobre los críticos que dicen que los multimillonarios deberían centrar su energía, y su dinero, en cuestiones más cercanas a casa. “Tenemos que hacer ambas cosas. Tenemos muchos problemas aquí y ahora en la Tierra y tenemos que trabajar en ellos, y siempre tenemos que mirar al futuro. Siempre lo hemos hecho como especie, como civilización”.