(CNN) – Estados Unidos prometió continuar con la evacuación de ciudadanos y aliados estadounidenses de Afganistán, mientras las fuerzas estadounidenses se preparan para la amenaza de más ataques terroristas tras dos atentados mortales en el aeropuerto de Kabul.
Al menos 90 afganos murieron y otros 140 resultaron heridos el jueves, dijo un funcionario del Ministerio de Salud de Afganistán, luego de que terroristas suicidas y hombres armados atacaron a multitudes en las afueras del aeropuerto.
“Fue como si alguien tirara del suelo debajo de mis pies; por un momento pensé que mis tímpanos estaban reventados y perdí el sentido del oído”, dijo un hombre que había estado en la cola cerca de la puerta de la abadía del aeropuerto con la esperanza de subir a uno de los vuelos que salen del país durante los últimos días del puente aéreo.
“Vi cuerpos y partes de cuerpos volando en el aire como un tornado llevando bolsas de plástico … al aire. Vi cuerpos, partes de cuerpos, ancianos y hombres heridos, mujeres y niños esparcidos en el lugar de la explosión”, dijo el hombre, un antiguo empleado de un grupo de desarrollo internacional con una visa especial de inmigrante de Estados Unidos, dijo a la agencia de noticias Reuters.
“No es posible ver el fin del mundo en esta vida, pero hoy vi el fin del mundo, lo presencié con mis propios ojos”, dijo.
Según el Pentágono, 13 militares estadounidenses murieron y otros 18 resultaron heridos en el ataque.
Diez infantes de marina se encontraban entre los soldados asesinados y varios más resultaron heridos, dijo el portavoz de la Infantería de Marina, mayor Jim Stenger. Las identidades y unidades de los muertos no se anunciarán hasta que se notifique a los familiares, agregó.
El atentado se produjo cuando Estados Unidos y otros países occidentales se apresuraban a evacuar a sus ciudadanos y aliados afganos antes de la fecha límite del 31 de agosto, después de que los talibanes retomaran el control del país.
Miles de afganos se habían estado reuniendo en las puertas del aeropuerto en los últimos días con la esperanza de ser evacuados. Las imágenes publicadas en las redes sociales el jueves después de las explosiones mostraron escenas caóticas de multitudes que intentaban ayudar a los heridos en medio de los cuerpos en el suelo. Las fotos mostraban a personas ensangrentadas siendo transportadas fuera del lugar en carretillas.
Un video filmado por periodistas locales afganos a raíz de las explosiones parece mostrar que las personas continúan reuniéndose cerca del perímetro del aeropuerto a pesar del enorme riesgo personal.
ISIS en Khorasan, conocido como ISIS-K, se atribuyó la responsabilidad del ataque, pero no proporcionó pruebas que respalden la afirmación. Funcionarios estadounidenses han dicho que el grupo terrorista probablemente estuvo detrás del atentado.
Hablando desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que los esfuerzos de evacuación no se detendrían por el ataque y que había ordenado a los comandantes militares estadounidenses desarrollar planes para atacar “los activos, el liderazgo y las instalaciones de ISIS-K”.
“No perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar”, dijo Biden.
Aproximadamente 7.500 personas fueron evacuadas de Kabul en el transcurso de 12 horas entre las 3 am y las 3 pm ET del jueves, dijo la Casa Blanca. No está claro cuántas de esas evacuaciones tuvieron lugar después del ataque.
El general Kenneth “Frank” McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que las fuerzas estadounidenses continuaban la misión de evacuación a “la mejor velocidad”, y señaló que todavía había alrededor de 1.000 ciudadanos estadounidenses en Afganistán.
Pero dijo que el enfoque en este momento estaba en las “corrientes de amenazas extremadamente activas contra el aeródromo”.
McKenzie describió las amenazas de ISIS como “inminentes”, desde ataques con cohetes hasta ataques suicidas “con vehículos”, además de atacantes suicidas a pie como el atentado del jueves.
Dijo que el ejército estadounidense está utilizando helicópteros de ataque y otros aviones tripulados y no tripulados para defender el aeropuerto de Kabul, además de compartir información de inteligencia con los talibanes por motivos de seguridad.
“No obtienen la gama completa de información que tenemos. Pero les damos suficiente para actuar en el tiempo y el espacio para tratar de prevenir estos ataques”, dijo McKenzie.
Los funcionarios estadounidenses han estado advirtiendo durante la semana pasada que la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto se estaba volviendo más grave. Más temprano el jueves, hora local, diplomáticos estadounidenses en Kabul advirtieron a los ciudadanos estadounidenses que abandonaran “inmediatamente” varias puertas del aeropuerto, citando amenazas a la seguridad.
El riesgo de posibles ataques suicidas por parte de ISIS-K ya había llevado a Estados Unidos a establecer rutas alternativas al aeropuerto de Kabul, al principio de la operación de evacuación.
Una de las explosiones del jueves ocurrió en la puerta de la abadía del aeropuerto, el principal punto de entrada al aeropuerto; la seguridad primaria ha sido proporcionada por los infantes de marina estadounidenses. El área alrededor de esa puerta se había utilizado para albergar a refugiados después de que pasaran por los puestos de control de los talibanes fuera del aeropuerto y antes de que se les permitiera ingresar a las instalaciones.
Al menos otra explosión ocurrió en o cerca del Hotel Baron, a poca distancia de Abbey Gate, según el portavoz del Pentágono, John Kirby.
El Hotel Baron fue utilizado por soldados británicos y otros aliados como un centro de manejo de evacuación para procesar a los evacuados, antes de trasladarlos hasta la Puerta de la Abadía. No está claro si las fuerzas internacionales todavía estaban en el área cuando ocurrió la explosión.
Hablando con Anderson Cooper de CNN, el periodista y autor Matthieu Aikins dijo que podía escuchar “disparos y sirenas” desde el aeropuerto menos de una hora después del ataque.
“En ese momento, regresamos al hospital de emergencia, y estaban trayendo a los heridos allí. Solo había cuerpo tras cuerpo. Fue una visión realmente terrible”, dijo Aikins. “Hay decenas de miles de personas abarrotando desde todos los ángulos al mismo tiempo, esta presión desesperada para sacar a los ciudadanos estadounidenses y otros. Así que realmente fue una receta para el desastre”.
Las evacuaciones
Hasta ahora, decenas de miles de personas han sido evacuadas del aeropuerto por el ejército de Estados Unidos y los aliados de la OTAN en las últimas dos semanas. Estas evacuaciones están programadas para comenzar a reducirse en los próximos días, antes de la fecha límite del 31 de agosto, dada por Estados Unidos, para la salida final de una guerra de 20 años en Afganistán.
Más de 95.700 personas han sido evacuadas desde el 14 de agosto y más de 101.300 desde finales de julio.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo que continuarán su operación de evacuación de Kabul a pesar del ataque “bárbaro”.
“Creo que (estos ataques) son despreciables, pero me temo que esto es algo para lo que hemos tenido que prepararnos. No va a interrumpir nuestro progreso, vamos a seguir con nuestra evacuación”, agregó ante medios británicos en Londres.
Las Fuerzas Armadas del Reino Unido han entrado en las “etapas finales de la evacuación” del aeropuerto de Kabul, según un comunicado emitido el viernes por el Ministerio de Defensa británico.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que la situación en los alrededores del aeropuerto se había deteriorado gravemente a raíz de las explosiones.
“Mientras hablamos, tenemos 20 autobuses de ciudadanos con doble nacionalidad y afganos que nos gustaría poder repatriar”, dijo. “No puedo garantizar que tengamos éxito porque la situación de seguridad está fuera de nuestro control”.
Australia y Nueva Zelandia han terminado sus vuelos de evacuación de Kabul. El último vuelo de evacuación de Nueva Zelandia aterrizó en los Emiratos Árabes Unidos el jueves por la noche, hora local, antes de que tuvieran lugar los ataques. Ningún miembro de la fuerza de defensa nacional se encontraba en Kabul en el momento del ataque, y ningún neozelandés quedó en el aeropuerto, dijo el gobierno.
El viernes, el ministro de Defensa australiano, Peter Dutton, confirmó que Australia ha finalizado la misión de evacuación del país. Sobre los ciudadanos australianos que todavía podrían estar en Afganistán, es probable que muchos intenten llegar a otras fronteras, dijo.
Otros países, incluidos Bélgica, los Países Bajos y Polonia, han dicho que sus misiones de evacuación finalizarán el jueves.