(CNN) – El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. está estudiando la posibilidad de introducir varios cambios en sus guías sobre la toma de una aspirina diaria para prevenir las enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Este martes, el grupo de trabajo publicó un borrador de su recomendación en el que se recomienda que los adultos de entre 40 y 59 años que tengan un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pero que no tengan antecedentes de la enfermedad, decidan con su médico si deben empezar a tomar aspirina, en función de sus circunstancias individuales.
Es la primera vez que el grupo de trabajo recomienda que los adultos de 40 años hablen con sus médicos sobre la conveniencia de tomar aspirina para la salud del corazón.
El borrador también sostiene que los adultos de 60 años o más no deberían empezar a tomar aspirina para prevenir las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares porque, según el grupo de trabajo, las nuevas pruebas demuestran que los posibles daños anulan los beneficios.
“Las pruebas más recientes son claras: no se recomienda iniciar un régimen diario de aspirina en personas de 60 años o más para prevenir un primer ataque cardíaco o una apoplejía”, dijo en un comunicado el Dr. Chien-Wen Tseng, miembro del Grupo de Trabajo. “Sin embargo, esta recomendación del Grupo de Trabajo no es para las personas que ya toman aspirina por un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular anterior; deben seguir haciéndolo a menos que su médico les indique lo contrario”.
El borrador de la recomendación se publicó para obtener comentarios del público, que pueden presentarse desde ahora hasta el 8 de noviembre.
Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en Estados Unidos, provocando aproximadamente una de cada cuatro muertes.
Aunque se ha demostrado que tomar una dosis baja de aspirina a diario reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón o una apoplejía en algunas personas, hacerlo también conlleva el grave riesgo de posibles hemorragias en el estómago, los intestinos y el cerebro, según el grupo de trabajo. Ese riesgo de hemorragia aumenta con la edad.
“El uso diario de la aspirina puede ayudar a prevenir los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares en algunas personas, pero también puede causar daños potencialmente graves, como las hemorragias internas”, dijo el Dr. John Wong, miembro del Grupo de Trabajo, en un comunicado. “Es importante que las personas que tienen entre 40 y 59 años y no tienen antecedentes de enfermedad cardíaca tengan una conversación con su médico para decidir juntos si empezar a tomar aspirina es adecuado para ellos”.
La última vez que el grupo de trabajo hizo una recomendación sobre el uso de una aspirina diaria fue en 2016, cuando dijo que la decisión de comenzar a tomar una dosis baja de aspirina “debería ser individual” para los adultos de 60 a 69 años. En ese momento, el grupo de trabajo recomendó una aspirina diaria de baja dosis para los adultos de 50 a 59 años que tienen un riesgo del 10% o más de enfermedad cardiovascular y no tienen un riesgo mayor de padecer hemorragia.
El nuevo proyecto de recomendación actualiza la recomendación final de 2016 del grupo de trabajo sobre el uso de la aspirina para prevenir las enfermedades cardiovasculares y el cáncer colorrectal, pero el nuevo proyecto se centra únicamente en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y pide más investigación sobre la toma de aspirina para prevenir el cáncer colorrectal.
Otros grupos han señalado anteriormente que los riesgos de una dosis baja diaria de aspirina anulan los beneficios.
En 2019, el Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación Estadounidense del Corazón publicaron guías que afirmaban que la aspirina diaria de baja dosis ya no se recomienda como preventiva para los adultos mayores que no tienen un alto riesgo o una enfermedad cardíaca existente.
En 2018, un trío de estudios publicados en el New England Journal of Medicine sugirieron que un régimen diario de dosis bajas de aspirina no proporciona beneficios significativos para la salud de los adultos mayores sanos. Por el contrario, puede causarles graves daños.