(CNN Español) – Es un año difícil para Cuba, golpeada por la pandemia de covid-19 y una larga crisis económica, y sacudida por unas inusuales protestas pacíficas de julio para pedir mayor libertad y mejoras en la situación económica en la isla.
La escasez de alimentos y medicamentos, y los cortes en el suministro eléctrico, entre otros problemas, se han agravado en los últimos tiempos debido al impacto de la pandemia en el turismo -principal fuente de divisas extranjeras- y los efectos de las sanciones económicas impuestas por el gobierno del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, aún no desmontadas e incluso expandidas por Joe Biden.
Estas sanciones, además, se levantan sobre el embargo de Estados Unidos a la isla impuesto en 1960.
Ahora, el grupo cívico Archipiélago convocó a una ronda de protestas llamadas “Marcha pacífica por el cambio”, que tendrán lugar el 15 de noviembre a pesar del rechazo del gobierno de Miguel Díaz-Canel.
¿Con la presión de Estados Unidos aún fuerte y un creciente descontento interno, cuáles son los aliados con los que aún cuenta el gobierno de Cuba?
Rusia
Desde el quiebre de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba en 1961, dos años después del triunfo de la Revolución cubana liderada por Fidel Castro, la isla ha mantenido vínculos cercanos primero con la Unión Soviética y luego, tras su disolución, con Rusia.
Durante la Guerra Fría La Habana y Moscú mantuvieron estrechas relaciones políticas, debido a la cercanía ideológica entre ambos gobiernos comunistas; estratégicas, por su posicionamiento compartido contra Estados Unidos que llevó incluso a la Crisis de los Misiles, en 1962; y económicas, que derivó en subsidios por entre US$ 4.000 y 6.000 millones desde la Unión Soviética a Cuba.
La caída de la URSS en 1991 y el surgimiento de Rusia, en medio del caos y la crisis económica en el gigante euroasiático, pusieron un freno abrupto a estos estrechos vínculos, aunque el entendimiento entre La Habana y Moscú se mantuvo latente.
Y en los últimos tiempos la relación comenzó a reconstruirse.
En 2001 el recientemente electo presidente de Rusia, Vladimir Putin, visitó Cuba, y en 2009 el entonces presidente de Cuba, Raúl Castro, hizo un viaje a Rusia, el primero para un líder cubano desde el fin de la Guerra Fría. Como consecuencia de estos primeros acercamientos, en 2014, Rusia aceptó perdonar parte de una deuda que Cuba tenía con la Unión Soviética.
Desde entonces han aumentando las inversiones rusas en la isla, La Habana y Moscú han vuelto a alinearse en relaciones exteriores -Cuba fue uno de los pocos países en reconocer la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014- y se han relanzado los vínculos comerciales -incluyendo la venta de armas-, aunque sin llegar a los niveles de la Guerra Fría.
Ha habido, también, reportes sobre la reactivación de una vieja estación de inteligencia de Rusia en la isla.
China
Aunque el gobierno de Cuba también mantiene una cercanía ideológica con la República Popular de China, en tiempos de la Guerra Fría ambos países estuvieron en veredas opuestas: La Habana tomó partido por su aliado, la Unión Soviética, en el creciente conflicto entre Moscú y Beijing, que llevaría al eventual acercamiento entre Estados Unidos y China iniciado en la década de 1970 y a un período de reformas del gigante asiático.
Tras la caída de la URSS, Cuba finalmente comenzó a construir una nueva relación con China, y Fidel Castro viajó al gigante asiático en 1995.
Los frutos comenzaron a verse rápidamente: el intercambio comercial entre ambos países comenzó a crecer, trayendo algo de alivio a una Cuba afectada por el freno de los subsidios soviéticos en el marco de su “período especial”.
De acuerdo con datos del Observatorio de Complejidad Económica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), China es por lejos el principal destino de las exportaciones de Cuba, con el 38,2% del total. Y es el segundo origen de sus importaciones, con el 15% del total. Solo España, que tiene una importante participación en el sector turístico de la isla, aporta más importaciones a la isla.
En el ámbito político las relaciones no son tan cercanas como en lo económico, sin embargo. China se ha caracterizado por un proceso de modernización, reformas de mercado y apertura comercial al mundo -el llamado “socialismo con características chinas”-, mientras que el gobierno de Cuba aún se mantiene reacio a las grandes reformas y avanza lentamente con pequeños cambios.
Pero su profunda relación económica podría hacer que esto cambie.
Venezuela
Venezuela y Cuba han mantenido muy estrechas relaciones desde que Hugo Chávez, quien se consideraba así mismo un “socialista del siglo XXI”, asumió el poder en 1999 y ese mismo año visitó la isla por primera vez como presidente electo de Venezuela, de acuerdo con el periódico estatal cubano Granma.
Chávez, que se reunió numerosas veces con Fidel Castro y lo consideraba un mentor, mantuvo un vínculo personal con Cuba que se trasladó a Venezuela. Incluso trató su cáncer, a partir de 2011 en la isla, pasando allí gran parte de sus últimos años hasta su muerte en 2013.
A poco de asumir en reemplazo de Fidel, Raúl Castro viajó a Venezuela para reunirse con Chávez en su primer viaje al extranjero en 2008. Mientras que Nicolás Maduro, sucesor de Chávez, ha mantenido las buenas relaciones entre ambos países.
Cuba y Venezuela se mostraron alineados en materia de relaciones exteriores: se opusieron al proyecto del ALCA creado por Estados Unidos en 2004, y La Habana ha condenado las sanciones recientes impuestas a Caracas, por mencionar solo dos.
Desde los inicios de la relación, Venezuela además envía petróleo a Cuba, mientras que desde la isla llegan médicos –según reportes, hasta 32.000–, asesores militares y de inteligencia cubanos.
En el caso de los médicos, su arribo comenzó en 2003 en el marco del programa Misión Barrio Adentro. Caracas lo describe como un desarrollo “gracias a las alianzas estratégicas entre Cuba y Venezuela”, y recientemente lo ha calificado de “pilar fundamental” de la lucha contra el covid-19.
Los envíos de petróleo de Venezuela a Cuba, iniciados en 2000, se mantienen también vigentes. De acuerdo con Reuters, en febrero de 2021 ascendían a 66.000 barriles de crudo y combustibles diarios, por debajo de los 96.300 barriles diarios reportados en 2011.
Nicaragua
Cuba ha mantenido también una estrecha relación con el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, el líder socialista que llegó al poder en 1979 en el marco de la Revolución sandinista, apoyada por La Habana.
Las relaciones diplomáticas entre Cuba y Nicaragua, cortadas desde la Revolución cubana, se restablecieron tras el triunfo del sandinismo y a partir de 2007, cuando Ortega retornó al poder, se profundizaron.
Su relaciones comerciales no parecen esenciales para ninguno de los dos países, de acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica: Cuba constituye apenas el 0,014% de las importaciones de Nicaragua, y es el destino del 0,092% de sus exportaciones.
Pero ambos se han apoyado en los últimos años y la admiración de Ortega, que declaró su lealtad y amistad a Fidel Castro, sigue vigente. En 1998 Cuba envió médicos a Nicaragua para asistir a las víctimas del huracán Mitch, y más recientemente Nicaragua anunció que enviaría un barco cargado de alimentos a Cuba, en medio de la escasez en la isla.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Salud de Nicaragua aprobó el uso de emergencia de las vacunas contra el covid-19 desarrolladas por Cuba -Abdalá, Soberana y Soberana 2-, y que comenzaría a usarlas para inocular a los niños.