(CNN) – Un juez federal atacó este lunes al expresidente Donald Trump por mentir sobre el fraude electoral durante las elecciones presidenciales de 2020: dijo que el exvicepresidente Al Gore tenía una mejor posición para impugnar los resultados de las elecciones de 2000, pero que fue “un hombre” y se alejó.
“Al Gore tenía un mejor caso para argumentar que el señor Trump, pero actuó como un hombre sobre lo sucedido”, dijo el juez de distrito principal Reggie Walton sobre la decisión de Gore de poner fin a su candidatura presidencial tras semanas de batallas legales. “Lo aceptó y se alejó”.
Los comentarios de Walton se produjeron durante una audiencia de declaración de culpabilidad del acusado de disturbios en el Capitolio Adam Johnson, que fue fotografiado llevando el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por el edificio del Capitolio. El lunes se declaró culpable de un cargo de bajo nivel por entrar y permanecer en un edificio o recinto restringido.
“Lo que me preocupa, señor, es que usted fue lo suficientemente crédulo como para venir a Washington desde Florida basándose en una mentira”, dijo Walton, “y la persona que lo inspiró a hacer lo que hace sigue haciendo esas declaraciones, y mi preocupación es que usted sea lo suficientemente crédulo como para volver a hacerlo”.
Walton, que fue nombrado por el hombre que derrotó a Gore, el expresidente George W. Bush, es el más reciente en sumar su voz a un coro de jueces que critican a Trump por mentir a sus seguidores. La semana pasada, un juez federal también sugirió que Trump tenía cierta responsabilidad en el ataque al Capitolio y calificó a los agitadores de “peones” que fueron provocados para actuar.
Johnson, de 36 años, dijo a Walton que aceptaba la responsabilidad por haberse dejado “llevar por el momento”, y dijo que un “par de años duros” le llevaron a pasar mucho tiempo “escuchando mucha información y leyendo cosas” en internet.
Los investigadores identificaron a Johnson días después de que fuera fotografiado sonriendo y saludando mientras llevaba el atril por el edificio del Capitolio el 6 de enero. Según los fiscales, Johnson empezó a correr hacia el edificio del Capitolio desde la concentración “Stop the Steal” en la Elipse después de que alguien en la multitud gritara “¡Pence no lo hizo!”. Johnson admitió que llevó un cuchillo a Washington, pero lo tiró en los arbustos de camino al Capitolio.
Una vez dentro del edificio, Johnson deambuló hasta dar con el despacho de Pelosi. Según los fiscales, meneó la manija de la puerta, pero estaba cerrada con llave. Entonces tomó el atril y lo llevó a la rotonda del Capitolio, posando para varias fotos por el camino.
Después de deshacerse del atril, Johnson se unió a una multitud que intentaba entrar en la Cámara de Representantes. En un momento dado, según el acuerdo de culpabilidad, Johnson dijo que un busto cercano de George Washington podría ser un “gran ariete” para atravesar las puertas de la cámara.
Durante la audiencia, Johnson reveló que podría escribir un libro sobre su participación en los disturbios. Aceptó que el gobierno puede confiscar todo el dinero que gane haciendo publicidad del evento durante los próximos cinco años como parte de su acuerdo de culpabilidad.
En un principio, Johnson fue acusado de tres delitos federales, entre ellos el de robo de bienes públicos, pero esos cargos se retirarán como parte de su acuerdo. Podría enfrentarse a una pena de hasta seis meses de prisión, según el acuerdo con la fiscalía que se leyó en la audiencia de declaración de culpabilidad del lunes. También tendrá que pagar US$ 500 en concepto de indemnización por los daños causados al Capitolio durante los disturbios.
Hasta ahora, más de 130 acusados se han declarado culpables de los cargos relacionados con los disturbios del Capitolio, y la mayoría de ellos han admitido cargos por delitos menores.
Condenan a 60 días de prisión al organizador del viaje en autobús
Frank Scavo, que dijo a los medios de comunicación locales y al FBI que organizó varios autobuses para llevar a personas del este de Pensilvania a Washington para la manifestación del 6 de enero, fue condenado el lunes a 60 días de cárcel y recibió la multa máxima de US$ 5.000.
La sentencia, dictada por el juez de distrito Royce Lamberth, fue mucho más dura que los 14 días de encarcelamiento que había pedido el Departamento de Justicia. Scavo se declaró culpable de manifestarse ilegalmente en el Capitolio, un delito menor, en septiembre.
Antes de dictar la sentencia, Lamberth le dijo a Scavo que le daba “crédito por el hecho de que no pusiste a nadie en peligro” ni te involucraste en la violencia, pero dijo que sin él y otras personas el ataque al Capitolio “no habría ocurrido”.
Scavo dijo al juez que tenía un “profundo sentimiento de arrepentimiento” por sus acciones del 6 de enero, añadiendo después que “fue un crimen”.
“Desde el momento en que la se acabó el evento, hiciste todo lo que pudiste”, dijo Lamberth a Scavo en un breve comentario tras la sentencia. “Que te vaya bien”.
Según el Departamento de Justicia, Scavo había captado agresiones a agentes de la policía del Capitolio mientras grababa con su teléfono y se jactaba de “asaltar” el Capitolio. En su página de Facebook ese día, Scavo publicó que “PENCE ESTÁ FUERA DEL CAPITOLIO” y “¡¡¡No hay certificación hoy!!!”.
“Tuvo más o menos un asiento de primera fila” para el asedio del Capitolio, dijo Seth Meinero, fiscal adjunto de Estados Unidos, durante la audiencia, y agregó que Scavo vio a la multitud empujar hacia el frente este del Capitolio después del mitin de Trump.