(CNN) – El Reino Unido sigue en pie con su plan para aprender a convivir con el coronavirus, eliminando casi todas las restricciones.
A partir de este jueves, los habitantes de Inglaterra ya no tendrán que mostrar sus pases de covid para entrar en los clubes nocturnos y otros espacios de gran tamaño. Ya no será obligatorio utilizar una mascarilla en los lugares públicos, aunque siguen siendo recomendadas en el transporte público. Gales, Escocia e Irlanda del Norte también relajarán sus restricciones.
El gobierno del Reino Unido insiste en que la decisión de levantar las restricciones está basada en la ciencia.
Las cifras son positivas: la gran oleada de nuevos casos causados por la variante ómicron del coronavirus, más transmisible, durante el periodo vacacional parece haber disminuido.
Los datos oficiales muestran que el número de infecciones diarias ha descendido desde su punto máximo de más de 245.000 del 4 de enero a poco más de 60.000 este lunes.
Sin embargo, lo que es más importante que el número de casos es el hecho de que la variante ómicron, que actualmente está arrasando en todo el mundo, parece estar causando que muchas menos personas se enfermen gravemente.
Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) publicado este martes confirmó que el covid-19 causado por la variante ómicron es menos grave, lo que se traduce en estancias hospitalarias más cortas y menos casos en las unidades de cuidados intensivos, así como un menor número de fallecimientos.
Según un estudio escocés, la variante ómicron se asocia a una reducción de dos tercios del riesgo de hospitalización en comparación con la variante delta. Otro trabajo realizado en Sudáfrica reveló que las tasas de hospitalización eran un 80% menores.
El Reino Unido no es el único país que está impulsando la vuelta a la normalidad.
Los Países Bajos reabrieron este miércoles casi todos sus servicios y negocios de hostelería y ocio, tras un cierre prolongado.
En un anuncio en su página web, el gobierno de los Países Bajos afirmó que aunque el número de casos sigue siendo alto, y podría aumentar más cuando la gente empiece a convivir más, “cree que es responsable dar este gran paso”.
“A pesar de los riesgos e incertidumbres, el gobierno cree que es responsable dar este gran paso. Porque prolongar las medidas que tanto restringen nuestra vida cotidiana es también perjudicial para la salud de las personas y para la sociedad en su conjunto”, dijo.
Dinamarca, que en el pasado ha cambiado su postura frente a las restricciones, declarando el fin de la pandemia tan solo para restablecer algunas normas, también está suavizando sus medidas.
El país redujo el tiempo de aislamiento obligatorio para las personas con resultado positivo en las pruebas de covid-19 a tan solo cuatro días. El gobierno dijo que, aunque el número de casos está aumentando, la carga de la enfermedad es ahora menor que al principio de la pandemia, porque muchas menos personas acaban en los hospitales.
Y el gobierno de Francia anunció la semana pasada que empezará a relajar sus normas de covid-19 a partir de la semana que viene, a pesar de haber registrado algunas de las cifras de casos más altas de toda la pandemia.
Entonces, ¿podría funcionar el enfoque europeo en Estados Unidos?
En la actualidad, Estados Unidos está experimentando una oleada de covid-19, y los expertos esperan que se estabilice pronto. Pero aunque las hospitalizaciones han disminuido en el noreste y el Medio Oeste, siguen aumentando en el oeste y el sur.
Es probable que las tasas de vacunación sean el factor decisivo en cuanto a la seguridad de vivir con el coronavirus.
Aunque la variante ómicron provoca una enfermedad más leve, los países en los que la cobertura de vacunación es baja podrían seguir enfrentándose a hospitales desbordados debido al gran número de casos.
Y aquí es donde radica la diferencia. Dinamarca ha vacunado al 81% de la población, Francia al 76%, Países Bajos al 72% y el Reino Unido al 71%, según Our World in Data. En Estados Unidos, sin embargo, solo el 63% de la población está totalmente vacunada. Y en algunos estados, esa cifra es muy inferior. Alabama, Mississippi y Wyoming aún no han vacunado completamente a la mitad de su población total, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU.