(CNN) – La operación militar de Rusia en la región de Donbás en el este de Ucrania ha aumentado la importancia de las defensas de Estados Unidos y la OTAN en Europa del Este, que durante décadas han actuado como un amortiguador entre Rusia y Occidente.
La OTAN tiene cuatro grupos de combate multinacionales del tamaño de un batallón en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, que operan de forma rotativa. Cada uno está dirigido por el Reino Unido, Canadá, Alemania o EE.UU., y contiene tropas de varios países miembros. La alianza dijo el mes pasado que los cuatro grupos son “fuerzas robustas y listas para el combate”.
Su secretario general, Jens Stoltenberg, también ha dicho que está preparado para reforzar rápidamente esa presencia con el envío de fuerzas y prestaciones adicionales al área.
Y los despliegues de la OTAN cuentan con el apoyo de tropas estadounidenses.
Estados Unidos tiene sus propias bases en Lituania y Rumania, junto con varias en Polonia. El presidente Joe Biden aprobó formalmente la semana pasada el despliegue de 3.000 soldados estadounidenses más en Polonia, Alemania y Rumania, con otros 8.500 soldados en alerta máxima.
La OTAN no tiene tropas en Ucrania y no se han anunciado planes para enviar tropas de la alianza al país.
Pero aunque Ucrania no es miembro de la OTAN, la alianza también brinda asesoramiento de nivel estratégico al país y ha descrito la relación como “una de las asociaciones más importantes de la OTAN”.
Otros activos a disposición de la OTAN en la región incluyen un sistema de defensa antimisiles en Rumania, diseñado para “detectar, rastrear, atacar y destruir” misiles balísticos en la atmósfera. Está previsto que una instalación similar en Polonia entre en funcionamiento este año.