(CNN Español) – La invasión rusa a Ucrania es parte de una larga lista de guerras de Rusia y acciones bélicas en las que ha participado y liderado el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La lista de guerras en las que Rusia ha participado es tan larga como su historia, pero en el siglo XXI, una década después de la caída de la Unión Soviética, el país ha liderado varias invasiones y guerras en su región para dejar en claro su poderío político y militar y luchar por reconquistar su liderazgo político en el mundo.
Estas son algunas de las guerras en las que ha participado Rusia en el siglo XXI
Guerra de Chechenia
La guerra de Chechenia —una república en el suroeste de Rusia— se inició en la década de los 90 con la caída de la Unión Soviética (1991) y el deseo de independencia de los chechenos. Para ese año, el político Dzhokhar Dudayev, quien había sido general de la Fuerza Aérea soviética, llevó a cabo un golpe de Estado contra el gobierno comunista local.
En 1994 Rusia envió unos 40.000 soldados para detener la rebelión y al año siguiente Grozny, la capital de Chechenia, cayó en poder de los rusos.
Después de casi dos años de guerra, y aunque los rebeldes chechenos sufrieron grandes pérdidas ante el Ejército rusa, Rusia se retiró en 1996 tras un cese de fuego y un acuerdo de paz, según distintos análisis, forzado por la impopularidad que esa campaña enfrentaba dentro de Rusia. Pero los militares regresaron en septiembre de 1999, cuando Vladimir Putin era primer ministro; esto después de que los rebeldes chechenos invadieran la vecina república rusa de Daguestán en 1999. Esa sería para Rusia la segunda guerra de Chechenia, que se prolongaría por la siguiente década.
En el año 2000 Vladimir Putin llegó a la presidencia de Rusia.
En 2004 el entonces presidente de Chechenia Akhmad Kadyrov, que era apoyado por Rusia, fue asesinado por una bomba mientras estaba en un estadio, un ataque atribuido a las guerrillas chechenas proindependentistas, según registra la enciclopedia Brittanica.
En retorno, las fuerzas rusas mataron a varios líderes separatistas entre 2005 y 2006, y con el respaldo de Putin, en 2007 Ramzan Kadyrov, hijo del asesinado Akhmad Kadyrov, ganó la presidencia. En 2009 Rusia declaró el fin de su operación Chechenia, presentada por Moscú como una campaña antiterrorista, y con el movimiento rebelde en gran medida sofocado.
Se estima que casi 3.800 soldados rusos murieron y cerca de 14.000 resultaron heridos en Chechenia. Las muertes de los rebeldes son mayores y ambos bandos han sido acusados de atrocidades. Nadie sabe con certeza cuántos civiles murieron en este conflicto.
Invasión de Rusia a Osetia del Sur, 2008
El conflicto se centró en Osetia del Sur y Abjasia, dos “provincias separatistas” de Georgia. Son oficialmente parte de Georgia, pero tienen gobiernos separados no reconocidos por la mayoría de los países, salvo por Moscú.
Abjasia y Osetia del Sur cuentan con el apoyo de Rusia.
Durante el conflicto de cinco días que inició el 8 de agosto de 2008, 170 militares, 14 policías y 228 civiles de Georgia murieron y 1.747 resultaron heridos. 67 militares rusos murieron y 283 resultaron heridos, y 365 militares y civiles de Osetia del Sur (combinados) murieron, según un informe oficial de investigación de la Unión Europea sobre el conflicto.
Los días más violentos de esta invasión empezaron temprano en 2008 cuando Georgia acusó a Rusia de derribar un dron no tripulado el 20 de abril de ese año sobre la región de Abjasia y Rusia negó tal pretensión, pero un informe de la ONU estableció que ese dron fue alcanzado por un misil de combate ruso.
El 29 de ese mes empezó la escaldada con Rusia enviando más soldados a Abjasia para contrarrestar lo que dijo, eran los planes de ataque de Georgia.
Rusia empezó a armarse y a mover sus tropas desarmadas a Abjasia con la excusa de que había enviado a su personal para “reparar las vías férreas”, pero Georgia acusó a Rusia de planear una intervención militar.
El 7 y 8 de agosto el presidente de Georgia, Mikheil Saakashvili, envió tropas a Osetia del Sur y Rusia movió sus tropas también a la frontera. Entonces empezó e ataque aéreo en Osetia del Sur.
El 15 de agosto de 2008 Saakashvili firma un acuerdo de alto el fuego con Rusia, tras misiones diplomáticas encabezadas por la OTAN, EE.UU., y la Unión Europea. El 12 de agosto, Rusia hace un cese de su incursión militar en Georgia y accede a un impulso diplomático de seis puntos por la paz. El plan es anunciado por el presidente francés Nicolas Sarkozy y el presidente ruso Dmitry Medvedev.
El 16 de agosto de 2008, Medvedev firmó el acuerdo de alto el fuego y el 22 de agosto de ese año Rusia retiró parcialmente sus tropas de Georgia, como parte del acuerdo de alto el fuego.
Rusia mantiene soldados en puestos de control cerca de los territorios en disputa de Abjasia y Osetia del Sur.
El conflicto de Rusia y Ucrania, 2014 y 2022
A partir del siglo XVII, grandes porciones de territorio de la Ucrania pasaron a formar parte del creciente Imperio Ruso. Mientras que, en el siglo XX, con excepción de un breve período de independencia en medio de la Revolución Rusa de 1917, Ucrania se incorporó a la Unión Soviética. Durante la Segunda Guerra, entre cinco y siete millones de ucranianos -unos 8,2 millones, según el presidente Volodymyr Zelensky- murieron durante la guerra contra el nazismo.
Pero Ucrania fue una piedra angular de la Unión Soviética hasta que votó abrumadoramente por la independencia en 1991, un hito que resultó ser una sentencia de muerte para la superpotencia en decadencia. A partir de entonces, Ucrania puso la mirada en Europa y su interés de pertenecer a la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos y que se había enfrentado durante la Guerra Fría al Pacto de Varsovia, liderado por la URSS.
Después del colapso de la Unión Soviética, la OTAN empujó hacia el este, incorporando a la mayoría de las naciones de Europa del Este que habían estado en la órbita comunista. En 2004, la OTAN agregó las antiguas repúblicas bálticas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania. Cuatro años más tarde, declaró su intención de ofrecer la membresía a Ucrania algún día en un futuro lejano, cruzando una línea roja para Rusia.
Mientras tanto, muchos en Moscú consideran que la historia de Ucrania sigue estando entrelazada con Rusia.
A principios de 2014, las protestas masivas en la capital, Kyiv, conocidas como Euromaidán, obligaron a un presidente amigo de Rusia a destituirse después de que se negara a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Rusia respondió anexando la península ucraniana de Crimea y fomentando una rebelión separatistaentre la población de ascendencia rusa en el este de Ucrania, que tomó el control de parte de la región del Donbás y poco después autoproclamó dos repúblicas. A pesar de un acuerdo de alto el fuego en 2015, las dos partes no han visto una paz estable y la línea del frente apenas se ha movido desde entonces. Casi 14.000 personas han muerto en el conflicto y hay 1,5 millones de desplazados internos en Ucrania, según el Gobierno ucraniano.
El 24 de febrero de 2022, tras meses de tensión y escalada entre Rusia y Ucrania, con más de 150.000 soldados, dotados de vehículos blindados desplegados en la frontera, y reportes de intercambios de fuego entre ucranianos y rebeldes prorrusos en la región de Donbás, Moscú finalmente invadió: anunció el inicio de operaciones militares especiales en Ucrania el 24 de febrero.
El conflicto en Siria
El 30 de septiembre de 2015 Rusia lanzó su primer ataque en Siria contra el grupo terrorista ISIS. Si bien el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que se trataba de golpear lugares estratégicos de ISIS, donde había armas, transporte, comunicaciones y posiciones de control, EE.UU. dijo que no había tal “propósito estratégico” con el ataque.
La llegada a la escena de Rusia marcó un nuevo e incierto capítulo en la guerra de Siria que empezó en 2011.
La intervención de Putin no se trata solo de bombardear a grupos extremistas. Rusia, según dijo el periodista Jill Dougherty de CNN, tiene intereses comerciales y militares en Siria que podría perder si hay un cambio de régimen, por lo que está tratando de preservar el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad, un aliado clave en la región.
Los expertos aseguraban que Rusia también estaba fortaleciendo su base naval establecida desde hace mucho tiempo en Tartus, que brinda acceso estratégico al Mediterráneo.
Y el despliegue de aviones de combate por parte de Putin en Siria también podría permitir que Rusia extienda su influencia militar en toda la región, desde Turquía (a la que los aviones rusos podrían llegar en cuestión de minutos) e Iraq hasta Jordania e Israel. La diferencia con Turquía es que este país es miembro de la OTAN.
En marzo de 2020, Turquía y Rusia anunciaron un alto el fuego en Idlib, el último enclave opositor de Siria, y acordaron establecer un corredor de seguridad con patrullas conjuntas.
Con información de Germán Padinger de CNN en Español y Jill Dougherty de CNN.