Nueva York (CNN Business) – Mientras los soldados rusos hacen presión sobre Ucrania, los ucranianos, cada vez más desesperados, se quedan sin alimentos y medicinas. Las consecuencias económicas de la invasión empiezan a extenderse también al resto del mundo.
Las previsiones de crecimiento mundial se están reduciendo y la posibilidad de una recesión en Estados Unidos en 2023 ha aumentado al 35%, según Goldman Sachs.
Pero la guerra en Europa ya no es una preocupación teórica y futura que los economistas discuten en sus estudios y notas a los inversores. Es tangible. Está aquí. Y está causando dolor a millones de personas.
Las sanciones y otras interrupciones de la cadena de suministro han disparado los precios al consumidor en todo el mundo, al tiempo que los precios del petróleo y otras materias primas han incrementado. El aumento de los precios de la gasolina y el diésel también impulsa el aumento en el costo de los alimentos, lo que hace temer que el mundo esté al borde de una crisis de hambre.
El gobierno de Francia está estudiando la posibilidad de conceder vales de comida para ayudar a los residentes con el costo de los alimentos. Una empresa comercializadora de productos básicos dijo que el diésel es tan escaso que pronto podría tener que ser racionado.
Desesperación en Ucrania
Millones de refugiados están saliendo de Ucrania y tienen poca capacidad para pagar sus necesidades. Dentro de Ucrania, algunos pueblos tienen comida para menos de cuatro días, dijo el martes la agencia de ayuda Mercy Corps, advirtiendo que el sistema de ayuda humanitaria en el país “está totalmente roto”.
Al menos el 70% de la población de Járkiv y Sumy depende totalmente de la ayuda, estimó Steve Gordon, asesor de respuesta humanitaria de Mercy Corps en Ucrania.
En la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, casi se han agotado los alimentos y los suministros médicos, según el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko.
Inseguridad alimentaria
El efecto dominó de la invasión rusa de Ucrania ha hecho subir los precios de los alimentos. A medida que aumenta el precio del gas, se reduce el suministro de fertilizantes. Esto ha disparado los precios del trigo, el maíz, los aceites vegetales y la soya, lo que resulta especialmente preocupante para los países que ya luchan contra la inseguridad alimentaria.
Pero las economías desarrolladas también están empezando a sentir el dolor.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que su gobierno está considerando vales de comida para ayudar a las familias de ingresos medios y bajos a permitirse comer, calificando el problema de “crisis alimentaria mundial”.
“Quiero establecer un [sistema] de vales de comida para ayudar a los hogares más modestos y a la clase media que se enfrenta a estos costos adicionales”, dijo Macron en una entrevista con la radio France Bleu el martes.
Los precios mundiales del trigo se han disparado debido a que los suministros de Rusia y Ucrania se han aislado en gran medida del resto del mundo. Juntos, estos países exportan el 30% del trigo mundial. El suministro de fertilizantes también es escaso, ya que los precios de la energía se han disparado.
Las repercusiones han alcanzado incluso a la mayor economía del mundo. Los precios de los alimentos en EE.UU. subieron un 1% en febrero, el mayor incremento mensual desde abril de 2020. En los últimos 12 meses, los precios generales de los alimentos en EE.UU. aumentaron un 7,9%, el mayor incremento desde julio de 1981.
Egipto fijó esta semana el precio del pan para limitar la subida de los precios causada por las interrupciones de la cadena de suministro. En las tres semanas transcurridas desde la invasión rusa de Ucrania, el precio del pan no subvencionado había subido hasta un 25% en algunas panaderías.
¿Racionamiento del diésel?
Los precios de la energía se han disparado en todo el mundo tras el rechazo al crudo ruso. El petróleo del país ha sido prohibido por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, y las compañías petroleras de Europa (Shell, Neste, Total) también le están dando la espalda.
Si Europa adoptara un embargo total, Rusia se vería obligada a reducir sus suministros en 3 millones de barriles diarios, con lo que el mundo correría el riesgo de sufrir una escasez extrema de petróleo, a menos que los países de la OPEP aumenten rápidamente su producción, algo a lo que no se han mostrado dispuestos.
El CEO de la empresa neerlandesa de materias primas Vitol dijo esta semana que la retirada del petróleo ruso del mercado occidental obligará a los conductores y camioneros a racionar el diésel.
“Lo que a todo el mundo le preocupa será el suministro de diésel. Europa importa alrededor de la mitad de su diésel de Rusia y alrededor de la mitad de Medio Oriente”, dijo Russell Hardy, CEO de Vitol, en la Cumbre Global de Materias Primas del FT en Lausana, Suiza, el martes. “Ese déficit sistémico de diésel está ahí”.
Mientras tanto, el gobierno del Reino Unido recortará los impuestos para ayudar a que el combustible siga siendo asequible. El ministro de Finanzas Rishi Sunak dijo el miércoles que recortará los impuestos sobre la gasolina y el diésel durante un año. El gobierno también elevará el umbral de ingresos para un impuesto sobre la nómina de unos 30 millones de personas.
– Matt Egan, Alex Hardie, Chris Liakos y Antonia Mortensen de CNN contribuyeron con este reportaje.