(CNN) – El senador republicano Lindsey Graham rompió filas en la era de Obama, votando a favor de los dos candidatos al Tribunal Supremo del presidente. Bajo el mandato de Joe Biden, Graham ha apoyado a decenas de designados para tribunales inferiores, incluyendo a Ketanji Brown Jackson –postulante a la Corte Suprema– para el Tribunal de Apelaciones del Circuito de Washington, el año pasado.
Pero ahora que la oposición del Partido Republicano se está endureciendo con la candidatura de Jackson para el Tribunal Supremo, Graham ha adoptado un enfoque muy diferente: ha agudizado su ataque a la candidata, dando por seguro que va a votar en contra de su nombramiento.
En una entrevista con CNN, Graham culpó a Biden, primero por votar a favor de la obstrucción de Janice Rogers Brown, una mujer negra elegida por George W. Bush para servir en el Circuito de Washington, hace casi dos décadas, y más recientemente por elegir a Jackson en lugar de a la jueza de distrito Michelle Childs, a quien Graham estaba impulsando para el alto tribunal.
“Ha tomado una decisión política”, dijo Graham sobre Biden. “Todas estas son decisiones políticas. La elección del Tribunal Supremo por parte de cada presidente tiene un cálculo político. Él tomó la decisión de ‘no voy a ir por el camino del consenso. Voy a ir por el camino de la base’. Tomaré mi decisión basándome en su decisión”.
El reconocimiento subraya el brusco cambio en el tratamiento de los candidatos al Tribunal Supremo en las dos últimas décadas: se ha pasado de una época en la que los senadores solían ser deferentes con los presidentes de ambos partidos a otra más reciente en la que es difícil incluso ganar un puñado de votos del partido contrario, dadas las intensas batallas partidistas. Cada lado culpa al otro por el deterioro, con los republicanos criticando a los demócratas por su tratamiento de los candidatos de Bush y Trump, mientras que los demócratas se apresuran a señalar que el líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, mantuvo un puesto vacante durante más de un año para dejar que el entonces presidente, Donald Trump, pusiera su huella en el tribunal.
Avanzan las audiencias para la confirmación de Jackson en la Corte Suprema
Ahora, a medida que las maratonianas audiencias de Jackson terminan y las votaciones de confirmación están programadas, es casi seguro que Jackson –una jueza, de 51 años, educada en la llamada Ivy League (un grupo selecto de universidades privadas de EE.UU.), que sería la primera mujer negra en la historia en sentarse en el alto tribunal y cuyas credenciales y comportamiento han sido elogiados por ambos partidos– no podrá ganar más que unos pocos votos republicanos, lo que significa que podría ser una de las votaciones de confirmación más reñidas en la historia de Estados Unidos.
“Las cosas han cambiado mucho en los últimos 10 o 20 años”, dijo en una entrevista el presidente de la Comisión Judicial del Senado, el demócrata de Illinois, Dick Durbin. “Es muy difícil crear realmente una unidad bipartidista. Espero que podamos en esto, pero como puedes ver, va a ser una lucha”.
En 2018, la elección de Trump de Brett Kavanaugh fue confirmada por solo 50 votos a favor y 48 en contra –después de haber sido acusado de agresión sexual, algo que negó furiosamente– el margen más estrecho de cualquier designado judicial desde la Reconstrucción tras la Guerra Civil. Amy Coney Barrett, por su parte, no obtuvo ningún voto demócrata, y fue confirmada solo por 52 a favor, 48 en contra, frente a las objeciones demócratas de que la postulación fuera impulsada apenas unos días antes de las elecciones. Los estrechos márgenes son una gran diferencia con respecto a la votación de 96-3 de la que gozó la liberal Ruth Bader Ginsburg, en 1993, y la de 98-0 que obtuvo el conservador Antonin Scalia, en 1986.
En el caso de Jackson, es casi seguro que los republicanos votarán en contra de ella en masa, planteando preocupaciones sobre sus decisiones de sentencia en casos de pornografía infantil como jueza de distrito, su representación de los detenidos de la bahía de Guantánamo como abogada, así como su negativa a tomar posiciones en algunas cuestiones candentes, como el cambio del tamaño de la Corte Suprema.
Jackson ha defendido su trayectoria, diciendo que no puede opinar sobre cuestiones políticas como el tamaño del alto tribunal, al tiempo que mantiene que el hecho de haber sido abogada no significa que tenga las mismas opiniones que su cliente. Y en varios intercambios intensos con los republicanos, Jackson ha dicho que sus decisiones de sentencia en los casos de pornografía infantil se basaron en las pruebas de cada caso y en las limitaciones impuestas a los jueces por el Congreso. Los demócratas dicen que sus decisiones de condena están dentro de la corriente de los jueces de todo el país, incluidos muchos respaldados por los republicanos.
Pero los republicanos dicen que no se lo creen.
“Ha sido elocuente y ha hecho un buen trabajo en términos de su tono y comportamiento”, dijo el jefe del Partido Republicano en el Senado, John Thune, de Dakota del Sur. “Pero creo que ha profundizado en las directrices de sentencia, y eso está empezando a despertar algunas alarmas para nuestros miembros”.
La predicción de Thune es que el universo de potenciales votos afirmativos de los republicanos es de tres, el mismo número de votos que Jackson obtuvo para su actual puesto.
“En este momento, probablemente no se vaya mucho más allá de eso”, dijo Thune.
Los posibles votos decisivos del Partido Republicano son escasos
Con Graham probablemente emitiendo un voto negativo, es incierto donde podría crecer su cuenta de apoyos.
La senadora Susan Collins, de Maine, que no forma parte de la Comisión Judicial del Senado y votó por Jackson para el Circuito de Washington, el año pasado, se mostró cercana con la jueza cuando se reunió con ella antes de la audiencia, y dijo el miércoles que todavía estaba evaluando su posición ahora.
“Ayer estuve en la Comisión de Sanidad y en la de Inteligencia. Anoche vi algunos de los extractos”, dijo Collins. “No voy a tomar una decisión hasta que terminen las audiencias”.
La senadora de Alaska, Lisa Murkowski, quien también votó a favor de Jackson para el tribunal inferior y no forma parte del panel, dice que todavía está evaluando a la nominada y que aún no ha podido ver todas las audiencias.
Murkowski, que se presenta a la reelección en su estado republicano este año, dijo que no tenía problemas con la línea de interrogatorio del Partido Republicano sobre las decisiones de sentencia de Jackson en los casos de pornografía infantil.
“Creo que es una línea justa de cuestionamiento si, de hecho, a través de su mandato en la Comisión de Sentencias o como jueza anteriormente hubo problemas con eso”, dijo Murkowski.
Eso deja un pequeño universo de otros senadores, incluyendo los republicanos que se retiran que podrían ser votos positivos. Pero esos republicanos que se retiran, los senadores Pat Toomey, Richard Shelby, Richard Burr y Roy Blunt, no se pronunciaron sobre Jackson cuando se les preguntó por ella el miércoles.
“No creo que haya nada malo en hacer preguntas sobre esta importante área de la ley y esta importante área para la sociedad”, dijo Blunt, refiriéndose a las preguntas sobre su manejo de los casos de pornografía infantil.
El senador Rob Portman, un republicano de Ohio, que se retira, dijo que no estaba convencido de Jackson.
“Tengo preocupaciones”, dijo Portman a CNN. “Las he expresado después de reunirme con ella personalmente: [su] filosofía judicial… pero también tengo una preocupación específica sobre cuestiones regulatorias”.
“Ella está más en el lado liberal en muchos de estos temas”, dijo Portman.
Algunos republicanos han indicado que todavía están abiertos a respaldarla, aunque se opusieron a ella en el pasado para ingresar en el tribunal inferior.
La senadora Shelley Moore Capito, republicana de Virginia Occidental, dijo: “Lo estoy observando, pero sigo con la mente abierta”.
El senador Ben Sasse, un republicano de Nebraska que forma parte de la Comisión Judicial del Senado, dijo a CNN que Jackson “es una persona impresionante”, aunque se opuso a su elección para el Circuito de Washington, el año pasado.
El senador Mitt Romney, un republicano de Utah que ha roto con su partido en asuntos de gran importancia, también es visto por los demócratas como un voto ganable. Pero Romney dijo recientemente a CNN que votó en contra de Jackson para el Circuito de Washington porque la consideraba “fuera de la corriente principal del pensamiento judicial”, aunque dijo que ahora mantiene la mente abierta.
El miércoles, Romney dijo que estaba abierto a respaldarla, pero que “revisaría todo lo que [la Comisión] considere importante, y yo mismo le echaré un vistazo y tomaré esa decisión”.
Por su parte, Graham ha tenido que conciliar su apoyo a que Jackson forme parte del segundo tribunal más importante del país con su probable oposición a su ascenso al Tribunal Supremo.
En la audiencia del miércoles, Graham arremetió contra las decisiones de Jackson sobre las sentencias de los pornógrafos infantiles e incluso la criticó como “activista” por haber sido revocada en una sentencia de inmigración mientras servía como juez de distrito, todos los temas que podría haber planteado antes de apoyarla para el Circuito de Washington.
“La conclusión es que la diferencia entre los tribunales de circuito de Washington y los tribunales de apelación, el Tribunal Supremo, es la capacidad de un juez en el Tribunal Supremo para hacer que la ley sea diferente de lo que es hoy, y creo que eso es algo que todo el mundo está tomando en consideración”, dijo Graham en la entrevista. “Es un juego diferente”.
Graham añadió que si Biden hubiera elegido a Childs, “podría haberle conseguido muchos votos”.
Ahora, dijo Graham: “Creo que esto va a ser muy duro para la jueza Brown”, dijo, refiriéndose a Jackson.
Con información de Lauren Fox, Ali Zaslav, Morgan Rimmer y Ted Barrett.