(CNN Español) – La Policía Nacional Civil confirmó que este sábado se registraron 62 asesinatos, el día más violento desde que Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador en junio de 2019.
La cifra solo se compara, de acuerdo con los registros policiales, a los reportados el 15 de agosto de 2015, cuando ocurrieron 57 asesinatos en 24 horas.
El inusual repunte inició el viernes cuando las autoridades reportaron 14 homicidios. El promedio en marzo era de tres muertes diarias.
El alza incluso llevó al gabinete de seguridad y al Fiscal General a reunirse con el presidente Nayib Bukele la madrugada del sábado y horas después desplegar a policías y soldados en diferentes comunidades, en un intento de frenar los crímenes.
“Mientras combatimos a los delincuentes en las calles, tratamos de descifrar lo que está pasando y quiénes están detrás, financiando esto”, escribió Bukele en Facebook.
El gobierno no ha dicho a qué atribuye el alza. CNN solicitó más detalles a la Secretaría de Comunicaciones, pero aún no ha respondido.
Mientras tanto, la Policía capturó
a varios miembros de pandillas a quienes les atribuye la responsabilidad de ordenar el aumento de hechos violentos.
“Ahora que están capturando a reconocidos pandilleros, muchos dicen que en un par de días saldrán libres. Se sorprenderán de nuevo”, advirtió el mandatario en un mensaje en Twitter.
Régimen de excepción
A petición del presidente de El Salvador, la Asamblea Legislativa aprobó el estado de excepción por 30 días en todo el país, con 67 de 84 votos posibles.
“Suspender ciertos derechos se vuelve necesario para restituir el orden”, reza el decreto leído, la madrugada de este domingo, durante una sesión plenaria extraordinaria.
El decreto aprobado por los diputados, de mayoría oficialista, faculta a las autoridades a suspender derechos como la libertad de reunión, derecho a defensa, el plazo de la detención administrativa podrá ser de hasta 15 días y se permitirá la intervención de las comunicaciones sin que sea autorizado por un juez, según lo explicaron los diputados.
De acuerdo con el artículo 29 de la Constitución, estas disposiciones aplican en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público.
“Esta nueva Asamblea tomará medidas drásticas y trabajaremos en conjunto con el presidente Nayib Bukele para darle al pueblo la seguridad que necesita. Es el momento de dar el golpe sobre la mesa”, aseguro Caleb Navarro, diputado del oficialista partido Nuevas Ideas.
“No se va a afectar la libertad de expresión o la libertad de circulación”, explicó el diputado Walter Coto.
Presión de las pandillas
El incremento de asesinatos es una de las medidas de presión que las pandillas han usado en el pasado y siguen utilizando, explicó a CNN Tiziano Breda, analista para Centroamérica del International Crisis Group (ICG), organización independiente que trabaja para prevenir guerras y diseñar políticas que construirán un mundo más pacífico.
“Siempre han sido mensajes de las pandillas a los gobiernos. Pero este es preocupante por la cantidad de homicidios, el día más violento de la administración Bukele”, sostiene Breda.
De acuerdo con este analista estos repuntes repentinos ponen en duda la eficacia del plan Control Territorial, al que el gobierno atribuye la disminución de asesinatos desde que Bukele gobierna El Salvador.
“Las pandillas tienen, sobre todo la MS13, la capacidad todavía intacta de alterar los índices de homicidios si deciden hacerlo”, afirma Breda.
El pasado noviembre de 2021, El Salvador registró otro repunte de asesinatos durante tres días consecutivos. Las autoridades controlaron el alza con la captura de varios cabecillas de pandillas.
En 2020 la fiscalía general abrió una investigación para determinar si la actual administración tenía un pacto con las pandillas para disminuir los asesinatos a cambio de beneficios en las prisiones, tal y como ocurrió durante la presidencia de Mauricio Funes en 2012.
Sin embargo, Bukele ha rechazado que su gobierno tenga un pacto con las pandillas y atribuye la reducción a su política de seguridad.
Según cifras del gobierno, desde junio de 2019, hubo una reducción de la violencia. En mayo de ese año, el mes previo a la toma de posesión de Bukele, el promedio de asesinatos era de 9,2.