(CNN) – Una cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 de Pfizer/BioNTech parece ofrecer una protección de corta duración contra la infección en general, pero la protección contra la enfermedad grave no disminuyó durante al menos varias semanas, según un nuevo estudio.
El estudio, publicado el martes en la revista académica New England Journal of Medicine, analizó los registros sanitarios de más de 1,25 millones de personas vacunadas en Israel que tenían 60 años o más entre enero y marzo de 2022, época en la que la variante ómicron del coronavirus era la cepa dominante.
La tasa de infección grave por covid-19 en la cuarta semana después de la cuarta dosis de la vacuna fue menor que en las personas que recibieron solo tres dosis por un factor de 3,5.
Sin embargo, la protección contra la enfermedad grave no pareció disminuir en las seis semanas posteriores a la cuarta dosis, aunque el periodo del estudio no fue lo suficientemente largo como para determinar con exactitud la duración de esta protección.
La tasa de infección confirmada en la cuarta semana después de la cuarta dosis fue menor que en el grupo de tres dosis por un factor de 2. Parecía haber una protección máxima contra ómicron en la cuarta semana después de la vacunación, pero la relación de tasas cayó a 1,1 en la octava semana, lo que sugiere que “la protección contra la infección confirmada disminuye rápidamente”, dice el estudio.
La protección proporcionada por cualquier vacuna disminuye de forma natural, pero las vacunas preparan al sistema inmunológico para producir anticuerpos protectores si se encuentra con amenazas más adelante.
Las vacunas contra el covid-19 disponibles en la actualidad se fabricaron para proteger contra la cepa original del virus. La variante ómicron es significativamente diferente y, por tanto, las vacunas han perdido parte de su eficacia. Israel y EE.UU. son algunos de los gobiernos que han sugerido la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna a determinadas personas que corren un alto riesgo de padecer una enfermedad grave, como las personas mayores.
La semana pasada, la FDA amplió su autorización de uso de emergencia para permitir a los adultos de 50 años o más recibir una segunda dosis de refuerzo tan pronto como cuatro meses después de su primer refuerzo de una vacuna de Pfizer o Moderna. Las personas con ciertas inmunodeficiencias también pueden recibir una cuarta dosis en Estados Unidos. Pero continúa el debate sobre si es necesaria una para la población general.
El comité independiente de vacunación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) se reunirá este miércoles para debatir la estrategia de refuerzo del país en el futuro. Algunos expertos han sugerido que la vacuna contra el covid-19 podría convertirse en una inyección anual como la de la influenza.
Lo que la nueva investigación puede decir sobre la necesidad de una cuarta dosis de la vacuna tiene sus límites. Solo compara la protección proporcionada por la tercera y la cuarta dosis, por lo que no incluye a personas no vacunadas con las que se pueda hacer una comparación.
Tampoco aporta nueva información al debate sobre si los menores de 60 años pueden necesitar una cuarta dosis. Una investigación anterior realizada en Israel demostró que una cuarta dosis no tenía mucho efecto en poblaciones sanas más jóvenes, al menos en términos de protección contra la infección.
En el caso de una infección confirmada, “una cuarta dosis parece proporcionar solo una protección a corto plazo y un modesto beneficio absoluto”, escribieron los investigadores. Pero cuando se trata de una infección grave, la cuarta dosis parece ser de ayuda.
“En general, estos análisis proporcionan pruebas de la eficacia de una cuarta dosis de la vacuna contra la enfermedad grave causada por la variante ómicron en comparación con una tercera dosis administrada más de cuatro meses después”, dice el estudio.
Incluso con esta noticia, no está claro cuántas personas elegibles recibirán una cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19. Alrededor del 66% de la población estadounidense se ha vacunado al menos una vez contra el covid-19, pero solo el 30% de las personas están completamente vacunadas con una dosis de refuerzo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.