(CNN) – El epicentro de la guerra en Ucrania ahora está en las ciudades calcinadas del este y el sur del país. Pero las repercusiones del conflicto se están ampliando de una manera que dejará intactas a pocas personas en la Tierra, desde las pequeñas ciudades de Estados Unidos hasta África, siempre asolada por la pobreza.
Al principio, muchas guerras —desde la Primera Guerra Mundial hasta la guerra en Iraq— parecía que iban a terminar rápidamente y dejarían una conmoción breve y violenta. Pero a menudo esas predicciones fallan, y se degeneran guerras prolongadas con efectos dominó que tienen coletazos políticos, económicos y humanitarios lejanos y de largo alcance.
Estas son las consecuencias que enfrentará el mundo por la guerra de Rusia en Ucrania
Una guerra más larga significa más muertos, más atrocidades
La guerra de Rusia contra Ucrania sigue este patrón de guerras prolongadas. Después de las predicciones de que sería una guerra relámpago para apoderarse de Kyiv, hace dos meses, ahora vemos que la guerra se prolongará durante otros meses, si no más.
Las consecuencias de una guerra que dura tanto tiempo son graves. Dado el brutal ataque del presidente de Rusia, Vladimir Putin, contra los civiles, significará muchos más muertos ucranianos y casi inevitablemente más atrocidades y crímenes de guerra. Habrá un peligro siempre presente de que la guerra se extienda y provoque una conflagración más amplia, tanto militarmente como en un creciente enfrentamiento por las exportaciones de energía de Rusia, que Europa necesita con urgencia.
Podría haber confrontación directa de dos potencias nucleares
Cada vez que dos potencias nucleares del tamaño de Rusia y Estados Unidos se ven involucradas en un conflicto incluso indirecto, como es en este caso dada la inyección masiva de armas de Washington en Ucrania, sigue existiendo la posibilidad de una confrontación directa.
Y una guerra más larga significa más incertidumbre para los líderes occidentales.
Es probable que la inseguridad alimentaria mundial empeore debido a que la cosecha ucraniana se arruine, lo que podría aumentar la desestabilización y el malestar en todo el mundo.
En EE.UU., las personas, que ya luchan contra la inflación, también pagarán un costo. Los precios en los supermercados y los costos cada vez mayores para llenar sus tanques de gasolina, lo que podría significar enormes problemas políticos para el presidente Joe Biden en un año de elecciones intermedias.
¿Por qué se prolongará la guerra en Ucrania?
Hay una razón principal por la que la guerra se prolongará.
El panorama estratégico en Ucrania es que el país está lejos de la derrota y el invasor aún no ha sido vencido. Eso significa que ninguna de las partes tiene un gran incentivo para buscar una diplomacia urgente para poner fin a la guerra.
Ucrania no confía en Putin luego de su invasión no provocada —que pretendía aplastar su independencia e identidad nacional— y la carnicería que ha causado en el país. El heroísmo del ejército de ciudadanos de Ucrania y el flujo acelerado de armas occidentales está alentando las esperanzas de victoria en Kyiv.
Putin, por su parte, aún no ha logrado ninguno de sus objetivos tras un humillante repliegue desde las afueras de Kyiv. A pesar de las grandes pérdidas informadas de hombres y material, sus generales han establecido nuevos objetivos de guerra para sus tropas: la toma de toda la costa sur de Ucrania, para estrangular al país cortando su acceso al Mar Negro.
Estados Unidos ha reconocido estos desarrollos con un cambio de estrategia presentado esta semana que busca usar una guerra indirecta efectiva para debilitar a Rusia tan severamente que ya no pueda amenazar a Europa.
Pero Ucrania teme una ampliación del campo de batalla. Las autoridades advirtieron el miércoles sobre un posible nuevo frente en el suroeste a lo largo de la frontera con Moldova, que involucra al enclave prorruso de Transnistria.
Y la amenaza de una guerra energética en toda regla que podría desencadenar una recesión y graves dificultades en Europa, y efectos colaterales en Estados Unidos, se hizo más probable el miércoles cuando Rusia cortó el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, dos países de la OTAN, miembros que alguna vez estuvieron en la órbita de la Unión Soviética.
Todo el mundo sufre con una guerra más prolongada
El resultado principal de una guerra más prolongada, que ya ha presentado algunas de las peores atrocidades en Europa desde la era nazi, significará trágicamente que muchos más ucranianos morirán o serán expulsados de sus hogares. Pero la privación y la amenaza a la vida no se contendrán dentro de las fronteras del país.
Las indicaciones de que la guerra continuará durante meses empeorarán las ondas de choque económico cada vez más terribles. El Banco Mundial, por ejemplo, advirtió este miércoles que el conflicto ya había provocado el peor aumento en los precios de las materias primas en 50 años. En Estados Unidos, esto significa facturas de comestibles más caras para los estadounidenses y dolores de cabeza políticos más profundos para Biden.
Pero es peor en el mundo en desarrollo. El aumento de los precios de los cereales en las naciones afligidas por la pobreza y la mala nutrición son un problema de vida o muerte para millones de personas.
Los rápidos indicios de una huella cada vez mayor de la guerra de Ucrania el miércoles coincidieron con más ruidos de sables nucleares por parte de Putin, quien advirtió que los enemigos rusos que interfirieron en Ucrania enfrentarían un alto precio.
“Tenemos todas las herramientas para esto. Unas de las que nadie puede presumir. Y no alardearemos. Las usaremos si es necesario”, dijo Putin.
La retórica aterradora puede ser una señal de que Rusia está sintiendo presión porque sus objetivos para la invasión hasta ahora no han alcanzado sus expectativas. Pero sus palabras son un recordatorio preocupante del peligro constante de una escalada del conflicto, especialmente porque Estados Unidos está poniendo a prueba las líneas rojas de Rusia con su chorro de sistemas de armas que fluyen hacia Ucrania.
En Washington y Moscú, ahora hay un reconocimiento común de que esta guerra es mucho más que Ucrania, y puede ser el compromiso inicial en una lucha geopolítica prolongada y más amplia.
“Si Rusia se sale con la suya sin costo alguno, entonces también lo hará el llamado orden internacional, y si eso sucede, entonces estaremos entrando en una era de inestabilidad seriamente aumentada”, le dijo a CNN el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general J. Mark Milley, este martes.
Los altos mandos de Rusia también aprecian las dimensiones más amplias de un conflicto que ha destruido las certezas del mundo posterior a la Guerra Fría y ha convertido a su país en un paria internacional.
“Ahora estamos en guerra con todo el mundo”, dijo el alto general ruso Rustam Minnekaev en comentarios citados por el Financial Times y el periódico BZ de Berlín.
Lo que significará una guerra más prolongada para los estadounidenses
Suponiendo que Biden tenga éxito en su objetivo principal de evitar un desastroso conflicto directo entre las dos superpotencias con más armas nucleares, el impacto en Estados Unidos de una guerra más larga en Ucrania será principalmente económico y político.
Afectará profundamente la vida de los estadounidenses, y las propias perspectivas políticas de Biden, no solo en un año electoral de mitad de período que se proyecta traerá grandes pérdidas para los demócratas, sino también en el período previo a su posible carrera por la reelección de 2024.
La advertencia del Banco Mundial sobre los precios de las materias primas debe haber alarmado a la Casa Blanca y subrayado el hecho de que Ucrania era el peor lugar para que estallara una guerra en un momento en que los precios de los alimentos y la energía ya eran altos. Eso se debe a que Rusia, que ahora enfrenta sanciones aplastantes de Occidente, es un importante exportador de gas natural, petróleo y carbón. Ucrania, el “granero de Europa”, es una fuente clave de trigo y maíz. La probable interrupción total de su cosecha este año podría ser un desastre.
Con la inflación ya en los niveles más altos desde la década de 1980, se acusa a Biden de estropear la economía, a pesar de una fuerte recuperación general desde la pandemia y las cifras históricas de creación de empleo.
Otra ola de aumento de los precios de los alimentos en el período previo a las elecciones intermedias podría condenar a los candidatos demócratas al Congreso.
Hasta ahora, Biden está probando una estrategia cuestionable de culpar a la guerra de la alta inflación, llamándola “el aumento de precios de Putin”, a pesar de que los precios altos son anteriores a la invasión. Es poco probable que tales matices sobrevivan a la brutal realidad de la campaña electoral, donde los republicanos ya se están inclinando hacia un mensaje simple sobre el aumento de las facturas de los comestibles, lo que podría hacer que los intentos demócratas de vincularlos con el extremismo del expresidente Donald Trump sean menos prominentes.
La guerra también podría perjudicar a Biden más allá de su impacto económico
Biden ha unido a la alianza occidental en un esfuerzo por castigar y aislar a Putin, lo que ha restaurado una reputación de política exterior muy empañada por la fallida retirada estadounidense de Afganistán el año pasado.
Pero las encuestas recientes han sugerido que la guerra está lejos de ser un triunfo político para el Biden, incluso cuando ha cumplido su palabra de mantener a los soldados estadounidenses fuera de la lucha. Cuando venció a Trump en 2020, ningún votante pensó que se estaba inscribiendo en una guerra de poder en Europa con Rusia, y mucho menos en una repetición de la Guerra Fría y la retórica nuclear espeluznante que puede durar al menos mientras Putin esté en el cargo.
El impactante giro de los acontecimientos en Europa es un recordatorio de que los planes mejor trazados de los presidentes siempre se anulan, y de cómo la administración de Biden ha sido rehén de eventos que escapan a su control.
Pero es cuestionable cuánto tiempo permanecerá la atención de los votantes estadounidenses en la guerra en Ucrania dadas las luchas que muchos enfrentan en casa. Si la visibilidad de la guerra se desvanece a medida que degenera en un conflicto de desgaste prolongado, los esfuerzos de Biden para culpar a Putin por su revés económico serán más difíciles.
Y un presidente con un índice de aprobación del 41%, según el último promedio de CNN de encuestas nacionales recientes, será vulnerable a otra acusación general del Partido Republicano de cara a las elecciones intermedias: que está buscando a tientas mientras el mundo arde.
Una alta inflación prolongada, una sensación de malestar económico y un telón de fondo de caos global también sembrarían un terreno fértil para el nacionalismo demagógico y populista de Trump mientras se prepara para una posible revancha con Biden en 2024.