Distrito de Brovary, Ucrania (CNN) –– En una pequeña aldea que los soldados rusos ocuparon al principio de la guerra mientras intentaban, sin éxito, tomar la capital de Ucrania, Kyiv, dos mujeres relatan que viven con el dolor de varios traumas: destrucción, muerte y violación.
Una de las mujeres ––que dijo que a su esposo lo asesinaron las tropas rusas la misma noche en que la violaron–– abandonó su ciudad natal en el distrito de Brovary para salvarse a sí misma y a su hijo adolescente de sufrir más dolor.
La otra mujer se quedó y ahora busca justicia de las autoridades ucranianas.
Desde la invasión rusa, los funcionarios de Ucrania han detectado múltiples casos de abuso sexual de mujeres, niños y hombres por parte de las fuerzas rusas que, según las autoridades, utilizan la violación y otros delitos sexuales como armas de guerra.
Violación y otros tipos de agresiones sexuales en Ucrania
CNN habló con las mujeres del distrito de Brovary sobre su experiencia desgarradora y se comprometió a no compartir sus nombres reales, ni tampoco los de sus familiares, para proteger su privacidad. Ellas son solo dos de los cientos de ucranianos que han denunciado presuntos crímenes de guerra.
“Se han presentado 700 denuncias desde el 1 de abril”, dijo Lyudmila Denisova, defensora del pueblo de derechos humanos en el Parlamento de Ucrania. Entre esos casos, se incluye al menos uno en el que supuestamente un niño fue violado.
Denisova tiene la abrumadora tarea de recopilar pruebas sobre los crímenes de guerra que se reportan en relación con la invasión rusa. También se estableció una línea directa para proporcionar apoyo psicológico gratuito a las víctimas o a quienes han sido testigos de las agresiones sexuales, dijo.
“Es muy difícil. Sabes, alguien tiene que hacerlo. Para nuestros combatientes en el frente, es mucho más difícil para ellos. Están en peligro cada minuto. Esta es mi propia línea de frente”, señaló.
Los casos de violación los investiga una fiscalía especial, indicó Denisova.
“Por los detalles que hemos recibido, estamos 100% seguros de que se han cometido crímenes de guerra”, dijo Olexiy Bonuk, jefe del Departamento de la Fiscalía que investiga el caso.
Las mujeres con las que habló CNN dijeron que su sufrimiento se ha intensificado por los chismes en la aldea sobre lo que les sucedió y el estigma que se inflinge a las sobrevivientes de violación. Pero están decididas a luchar.
Dos mujeres relatan violación en Ucrania
Las mujeres eran vecinas en una aldea del distrito de Brovary, aproximadamente a una hora en auto de las afueras de Kyiv.
Ambas mujeres están casadas y tienen poco más de 40 años. Las dos dicen que soldados rusos las atacaron.
“Somos las mujeres más jóvenes de este pueblo. Y querían mujeres flacas”, dijo una de las sobrevivientes, que escuchó a los soldados hablando.
“Lo que me hizo ese hijo de p*** fue horrible. Me obligó a…”.
La mujer, a quien CNN llama Nika, guarda silencio. Sus ojos bajan. “No puedo hablar de eso. Estoy avergonzada y asustada”, completó.
Los rusos comenzaron a enfrentarse a las tropas ucranianas en el distrito de Brovary el 1 de marzo. Nika señaló que la abordaron por primera vez el 9 de marzo, cuando estaba en casa con su esposo.
Los soldados rusos y su comandante llegaron a su casa y exigieron que ella y su esposo les entregaran sus teléfonos. Los hombres se fueron después de que un soldado ruso disparó una bala que impactó su casa y rozó a su comandante, relató.
Dos de los soldados rusos más jóvenes regresaron en la oscuridad de la noche, dijo Nika. La separaron de su esposo, la agarraron por la capucha de su abrigo y la arrastraron fuera de su hogar y calle abajo hasta la casa de un vecino donde otra sobreviviente, a quien CNN llama Dasha, dormía en ese momento. El esposo, la hija y la madre de Dasha, Valentina, también se encontraban en el lugar.
Cuando los rusos llegaron y tocaron la puerta, “la golpearon tan fuerte que sacudieron todo, incluso hicieron que las ventanas tintinearan”, describió Valentina.
El esposo de Dasha salió a hablar con los soldados, dijo, mientras Nika estaba afuera y escuchaba a los hombres mientras discutían.
Nika relató que momentos después oyó el sonido de un asesinato a sangre fría.
“Hubo una breve conversación. Y luego fue un sonido, como ¡bang! Un disparo como de fuegos artificiales”, dijo Nika. “Mi cuerpo temblaba”.
Después, vio a los soldados rusos empujando el cuerpo del esposo de Dasha para que quedara fuera de la vista.
Entonces, los soldados la llevaron a ella y a Dasha por la calle hasta una casa que quedó desocupada durante la invasión, dijo Nika. Ella escuchó a los soldados llamarse por su nombre: Danya y Oleg.
“Mientras íbamos hacia allá, Danya dijo: ‘¿Adivina qué, Oleg? ¡Mira a quiénes nos vamos a follar!’”, dijo Nika, disculpándose por citar sus malas palabras.
Incluso después de tratar de razonar con él, Nika aseguró que Danya la violó en la parte de abajo de la casa.
Danya le dijo a Nika que tenía 19 años, indicó ella.
“Le dije que tenía 41 años, que mi hijo menor tenía la misma edad que él. Le pregunté si tenía novia. Él dijo: ‘Sí, tiene 17 años. Pero no tuve relaciones sexuales con ella’”.
Nika le preguntó: “¿Por qué me están haciendo esto? Él respondió que no había visto a una mujer en dos semanas”.
La ira aumenta en su voz cuando relata la conversación: “¿Puedes creer eso? Es una locura”.
Escapando de las balas y los señalamientos
Nika y Dasha sobrevivieron a las agresiones. Pero pronto enfrentaron otra amenaza. El pueblo quedó en medio del fuego durante una feroz batalla entre las fuerzas rusas y ucranianas.
En medio del enfrentamiento, las mujeres escaparon de sus captores y dijeron que los soldados estaban demasiado asustados para perseguirlas por mucho tiempo.
Pero escapar de sus atacantes implicaba atravesar una zona de batalla activa.
“Había balas volando desde el bosque. Pensé: ‘Oh, Dios mío, alguien me verá y matará’”, recordó Nika.
Corriendo un gran peligro, las mujeres lograron regresar a sus hogares. Entonces, Dasha tuvo que enfrentar el horror no solo de lo que acababa de sufrir, sino también de la necesidad de llorar a su marido asesinado.
Mientras el pueblo seguía bajo la ocupación rusa, Dasha y Valentina intentaron cavar una tumba, pero el suelo estaba demasiado congelado. Reuniendo todas sus fuerzas, Dasha acudió a un comandante ruso para pedirle ayuda y poder enterrar a su esposo, dijo Valentina.
“Ella le dijo: ‘Sus hombres vinieron de noche y lo mataron. Ayúdanos a enterrarlo’”, relató Valentina.
El comandante ruso cedió, dijo, y los soldados ayudaron a enterrar al esposo de Dasha en el patio trasero de la familia. Sin embargo, un entierro adecuado estaba fuera de discusión mientras durara la ocupación.
Para empeorar las cosas, los chismes pronto se difundieron en el pueblo. Los vecinos comenzaron a acusar a las mujeres de ser colaboradoras y de recibir favores especiales a cambio de sexo.
“No estaba colaborando con ellos. Les tenía miedo. ¡Es una locura!”, le dijo Dasha a CNN, exasperada. “¿Ellos lo vieron? ¿Lo hicieron? No lo vieron. Puedo hacer acusaciones también. No hace que sean verdad.
Al ser revictimizada ––tras las violaciones llegaron los rumores–– Nika dijo: “Dios lo ve todo”.
Ella tiene la intención de hacer lo que sea necesario para ayudar a los fiscales a probar la agresión.
“Quiero que ellos [los soldados] sean castigados por un juez. Deben decidir qué hacer con ellos: dispararles, matarlos, despedazarlos. Los cabro***”.