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Ucrania

En Jersón, ocupada por Rusia, las denuncias de violaciones empiezan a aparecer

Por Nick Paton Walsh, Natalie Gallón, Brice Line, Maryna Marukhnych

Región de Jersón, Ucrania (CNN) –– Cuando Dasha y otros niños salieron del sótano en el que se refugiaron y entraron a su pueblo recién ocupado, fue por comida. Se escondían de los rusos, quienes disparaban al aire, a los autos... y a la gente.

Sin embargo, en el momento en que los niños dejaron su escondite, los recibieron dos invitados no deseados: soldados rusos. Los hombres dejaron que los niños entraran a la cocina para comer algo, dijo Dasha.

Era mediados de marzo y Dasha, de 16 años, tenía unos seis meses de embarazo.

Uno de los soldados, que según Dasha estaba borracho, comenzó a preguntar cuántas habitaciones había en la casa y las edades de los niños.

Lo que ocurrió después es un incidente que fiscales de Ucrania califican como un crimen de guerra.

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Aunque la violencia desenfrenada alrededor de Kyiv ha encarnado el salvajismo sin sentido de la arremetida de Rusia contra civiles, lentamente empiezan a conocerse historias oscuras e inéditas de su brutalidad en pueblos pequeños y distantes, como el de Dasha, en la región de Jersón, en el sur de Ucrania.

Esas historias ayudan a retratar un patrón de un Ejército de Rusia, marcado por un comportamiento criminal. Y, en este caso, la supuesta agresión a una menor en su momento más vulnerable.

violaciones rusia

Dasha y su familia se refugiaron en su sótano antes de la supuesta violación.

Dasha dijo que cuando las niñas, de 12 y 14 años, vieron a los soldados en su cocina, se aterrorizaron.

"Primero, él (el soldado borracho) llamó a mi madre a otra habitación. La dejó ir rápidamente. Luego me llamó a mí", relató.

"Cuando entré, primero me contó cómo salvó a dos personas en nuestro pueblo: una madre con dos hijos", dijo.

Pero luego el soldado, que Dasha supo más tarde era de Donetsk y al que otros soldados llamaban "Azul", se tornó violento.

“Empezó a gritar, primero diciéndome que me desvistiera. Le dije que no lo haría, y (él) comenzó a gritarme. Y dijo que si no me desvestía me iba a matar”, le dijo a CNN.

En ese momento, el otro soldado entró en la habitación y le advirtió a Azul que tendría problemas con el resto de la unidad si seguía con su aparente plan.

A Azul no pareció molestarle la advertencia, dijo Dasha, y su colega salió, diciéndole únicamente que regresara a la unidad en 30 minutos.

“Cuando me resistí, me estranguló y me dijo que me mataría. Luego lanzó una amenaza inimaginable, recordó Dasha, diciéndole: 'O te acuestas conmigo ahora o traigo a 20 personas más'.

La historia de Dasha quedó interrumpida por sus sollozos. Su madre se sentó cerca de ella mientras hablaba, también visiblemente angustiada.

"Solo recuerdo que tenía ojos azules, y estaba oscuro allí. Y yo no recordaba nada", dijo.

Dasha mencionó que después de violarla, su agresor intentó atacarla varias veces hasta que dos francotiradores rusos intervinieron para ayudarla, y la llevaron a ella y a su familia a otra casa.

CNN no identifica a las víctimas de agresión sexual y en este caso se refiere a Dasha con un pseudónimo.

Allí le dijeron que habían matado a Azul, dijo ella. Posteriormente, Dasha se enteró de que era una mentira, cuando un comandante de paracaidistas rusos la citó en el siguiente pueblo para discutir su agresión.

Pero no fue una conversación, dijo. En cambio, se trató de un interrogatorio aterrador.

"Él (el comandante) usó algún tipo de táctica psicológica", señaló Dasha.

"Empezó a decir las mismas cosas que el violador me había dicho, a gritarme y a (decir que) haría lo mismo que el violador. Estaba tan asustada que comencé a llorar”, relató.

Después de que se descompuso, Dasha dijo que el comandante decidió que ella estaba diciendo la verdad. No está claro qué le pasó a Azul.

Dasha había escuchado a otros soldados rusos decir que su atacante tenía un "pasado criminal". Ella cree que estaba buscando una víctima.

"Nos dijeron que estaba dando vueltas por el pueblo", dijo Dasha, "y buscando a alguien a quien pudiera... 'una chica de fácil virtud', como decían", añadió.

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Las fuerzas rusas abandonaron la aldea de Dasha, pero el trauma de su ocupación permanece.

CNN contactó al Ministerio de Defensa de Rusia para obtener comentarios.

Aproximadamente una semana después de la presunta violación, los rusos abandonaron su aldea.

Un informe de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se publicó el 13 de abril, encontró violaciones al derecho internacional humanitario por parte de las fuerzas rusas en Ucrania. Y señaló que "los informes indican casos de violencia de género relacionada con el conflicto, como violación, violencia sexual o acoso sexual”.

CNN no puede verificar de forma independiente el desgarrador relato de Dasha. Pero, los fiscales ucranianos en la región de Jersón dijeron en un comunicado que habían investigado su relato.

En el pronunciamiento señalaron: "Gracias al testimonio de la víctima y los resultados de una serie de acciones de investigación, se estableció que a principios de marzo de 2022, durante la ocupación de una aldea donde no había instalaciones militares de soldado ucranianos, (hubo) crímenes de guerra contra civiles, incluida la violación de un residente menor de edad de la aldea".

Los fiscales se negaron a proporcionar más detalles, citando preocupaciones de privacidad.

Mientras algunas partes del país buscan reconstruirse, el trauma de la ocupación rusa continúa aterrorizando a las comunidades del sur. Su brutalidad es visible en carreteras, edificios y casas. Pero para sobrevivientes como Dasha, el trauma de esa ocupación vivirá por mucho tiempo bajo la superficie.