Davos, Suiza (CNN Business) – La última vez que los principales políticos, CEO y multimillonarios se reunieron en un pueblo de montaña suizo para discutir los mayores problemas de la sociedad y presentar sus soluciones, el brote de coronavirus en China era poco más que una amenaza remota. El crecimiento de la economía estaba en marcha y un gran conflicto armado en Europa no estaba en la lista de nadie de riesgos importantes.
Más de dos años después, el mundo se ha visto afectado por la pandemia de covid-19 y la invasión rusa de Ucrania. Pero para los ricos y poderosos que llegan a Davos, Suiza, para el Foro Económico Mundial, muy poco ha cambiado.
“Davos es el epítome de uno de los mayores desafíos para la sociedad en este momento, que son las élites que se felicitan a sí mismas”, dijo Jeffrey Sonnenfeld, profesor de administración de Yale que habla regularmente con muchos ejecutivos conocidos.
La conferencia –que es famosa por combinar paneles altruistas con llamativas fiestas-– tiene como objetivo reunir a personas importantes para abordar problemas apremiantes como la desigualdad, el cambio climático, el futuro de la tecnología y los conflictos geopolíticos. Pero la lógica detrás de invitar a algunas de las personas más ricas de la Tierra a resolver estos problemas desde una ciudad turística parece aún más inestable en estos días.
Los multimillonarios agregaron US$ 5 billones a sus fortunas durante la pandemia, según un informe de Oxfam publicado en enero. Los 10 hombres más ricos del mundo vieron cómo su riqueza colectiva se duplicaba con creces entre marzo de 2020 y noviembre de 2021. Mientras tanto, decenas de millones de personas más en todo el mundo se vieron empujadas a la pobreza extrema a medida que la economía global se cerró, y muchos hogares en dificultades se volvieron dependientes de los apoyos de emergencia del Gobierno.
“Los últimos dos años han dramatizado y aclarado lo que ha sido cierto desde hace algún tiempo, que es una clase plutocrática de élite que no solo está dejando atrás al resto del mundo, sino que está prosperando precisamente pisando el cuello de todos los demás”, dijo Anand Giridharadas, autor del libro “Los ganadores se lo llevan todo: la farsa de élite de cambiar el mundo”.
La liquidación del mercado financiero de este año ha afectado a los ultrarricos. Pero eso no servirá de mucho consuelo para las personas en las economías desarrolladas y en desarrollo que experimentan la peor crisis del costo de vida en décadas. El aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y los combustibles ya está provocando hambre y penurias, fomentando la inestabilidad, provocando protestas y animando a los insurgentes políticos.
El foro de 2022 estaba previsto inicialmente para enero, pero se pospuso tras el estallido de la variante ómicron. Y aunque los organizadores han improvisado una edición de primavera retrasada que esperan que siga siendo relevante, muchos pesos pesados tienen conflictos de agenda o están optando por no participar.
El director general de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, que dirige el banco más grande de Estados Unidos, no asistirá al evento, que coincide con la presentación anual del día del inversor de la compañía. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien pronunció un gran discurso en Davos en 2017, concluirá su viaje a Corea del Sur y Japón. La presencia de China es muy reducida, con sus grandes ciudades aún atrapadas por el covid-19 y sus titanes tecnológicos agachados.
Es probable que el evento principal este lunes sea un discurso del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien se espera que participe por videoconferencia. El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también tienen previsto pronunciar discursos más adelante en la semana, que serán examinados mientras los países de la UE luchan por acordar un embargo petrolero formal contra Rusia.
En el pasado, los políticos y oligarcas rusos eran parte integrante de Davos. El fundador Klaus Schwab ha enfatizado durante mucho tiempo que el diálogo y los lazos económicos más profundos pueden promover la paz entre adversarios políticos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pronunció un discurso en una edición virtual del Foro Económico Mundial el año pasado y fue invitado a hablar ante los asistentes en 2015 después de que Rusia anexó Crimea.
“En este momento de la historia en el que el mundo tiene una ventana de oportunidad única y corta para pasar de una era de confrontación a una era de cooperación, la capacidad de escuchar su voz — la voz del presidente de la Federación Rusa — es esencial”, dijo Schwab al presentar a Putin en 2021.
En 2020, los CEO de Lukoil, Sberbank y Yandex estuvieron en la lista de asistentes, junto con el ministro de energía del país.
Este año, Putin no asistirá. Tampoco lo harán los funcionarios, magnates o ejecutivos rusos. En su lugar, el programa presenta debates sobre temas como la “Guerra Fría 2.0” y el “Regreso a la guerra”.