Mira aquí el resultado de la votación en vivo de las elecciones en Colombia este 29 de mayo.
(CNN Español) – Sergio Fajardo se ha proclamado el abanderado de la opción centro en una Colombia altamente polarizada. Pero esa tercería que representa fue una de las grandes derrotadas en las elecciones del 13 de marzo por volumen de votantes. Fajardo insistente en su aspiración presidencial, ha hecho borrón y cuenta nueva para intentar llegar a la Casa de Nariño en 2022.
A Sergio Fajardo sus detractores lo tildan de “tibio”, una expresión que indica que no toma partido ni por una cosa ni por la otra. Un sector de izquierda dice que con su “falta de posiciones” claras sobre temas de interés nacional le ayuda a la derecha (como cuando apoyó el voto en blanco para la segunda vuelta presidencial y ganó Iván Duque, el candidato del partido de derecha Centro Democrático). Por su parte, la derecha cree que es un aliado de la izquierda por sus posiciones liberales en temas sociales y el acuerdo de paz.
“A mí me dicen que soy de las FARC, que soy castrochavista —una expresión que utilizan para decir que nosotros queremos que Colombia sea como Venezuela y Cuba— lo cual es falso”, dijo Fajardo a Carmen Aristegui en 2018.
“Están buscando dividir el país. En la polarización se convierte en amigo y enemigo. No hay más”, agregó.
Este domingo, después de conocer los resultados de las consultas internas, en las que resultó ganador de la consulta Centro Esperanza con unos 723.000 votos, dijo que buscaría los votos de la mayoría de colombianos “que creen que nosotros somos el camino para superar esa polarización”.
“Esta película ya la vimos hace 4 años”, dijo Fajardo este domingo a sus seguidores sobre la polarización entre los candidatos de izquierda y derecha.
En 2018, el candidato de centro quedó tercero en primera vuelta con casi 4,6 millones de votos; Gustavo Petro, de izquierda, fue segundo con 4,8 millones de votos, e Iván Duque, de derecha, obtuvo 7,6 millones de votos, en primera vuelta.
Ese discurso de centro es una salida para millones de colombianos que están cansados de la polarización y cala en una parte importante de la sociedad, que ve en Fajardo una opción para cambiar el rumbo del país.
“En su carrera política ha buscado evitar la polarización que ha caracterizado al país desde el 2002, especialmente, en términos de Gobierno y oposición”, dijo a CNN en Español Patricia Inés Muñoz, docente e investigadora de la facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana..
La trayectoria de Sergio Fajardo
Sergio Fajardo nació en Medellín, Antioquia, el 19 de junio de 1956. El candidato, de 65 años, viene de una familia acomodada y se admite como “un privilegiado de la sociedad acomodada”, por lo que ha sido objeto de críticas.
Es matemático de profesión y tiene un magíster en Matemáticas de la Universidad de Wisconsin, además de otros títulos universitarios. Su vida política se inició en 1999 cuando fue candidato a la alcaldía de Medellín, pero no fue sino hasta 2003 cuando fue elegido en ese cargo que desempeñó hasta 2007. En 2010, fue la fórmula a la vicepresidencia con Antanas Mockus, un político reconocido por impulsar la cultura ciudadana y el “no todo vale”, que es la línea general de la política que defiende Fajardo.
Entre 2012 y 2015 fue gobernador del Departamento de Antioquia y en 2018 lanzó su primera campaña a la presidencia, cuya fórmula a la vicepresidencia fue Claudia López, actual alcaldesa de Bogotá.
“En la política, muchas veces se considera que son las pasiones y los extremos lo que suscita la participación de la gente”, dijo Fajardo a CNN en 2018, asegurando que lo que él sabe hacer es “unir”.
“Tenemos que ser diferentes sin ser enemigos y eso se llama cultura ciudadana”, aseguró a Carmen Aristegui, en 2018, al hablar de su visión de país.
Un candidato independiente
Durante toda su carrera política, Fajardo ha representado movimientos independientes de ciudadanos que están por fuera del juego de los partidos tradicionales, algo que le ha funcionado en sus candidaturas pasadas a cargos locales como la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, pero sería una desventaja de cara una campaña presidencial, le dijo a CNN Esteban Salazar, coordinador de Democracia y Gobernabilidad de la Fundación Paz y Reconciliación, PARES.
“Sergio Fajardo es un personaje que toda la vida ha mantenido una radiografía de gobernar sin ataduras de compromisos políticos compartidos, sin hacer una agenda que lo comprometa con las maquinarias políticas.
“En ese sentido eso le ha generado toda una imagen como candidato independiente por fuera de las dinámicas de los partidos que han tenido representación en el Congreso y con poderes a nivel local y eso plantea un reto importante en términos de gobernabilidad, y en la posibilidad de establecer coaliciones”, le dijo Salazar a CNN en Español.
Fajardo, quien durante muchos años fue docente y ello le valió el apodo de Profesor en las campañas pasadas, habla metódico, con un acento paisa (antioqueño) suave y explica con tranquilidad sus posturas, que pueden generar polémica entre los más radicales.
Los de Fajardo son votos de opinión, dice Salazar, y quizá esa sea la dificultad que atraviesa el candidato para obtener el voto masivo.
“Fajardo y los candidatos de centro son votos de opinión de carácter independiente de grandes ciudades, de grandes capitales departamentales que tienen un nivel de conexión más cercano con él, pero que tiene dificultades en escenarios como la ruralidad… y las zonas de las regiones más apartadas del país donde no conecta un mensaje tan claro para poder atraer a la gente para votar hacia él”, dice Salazar.
Ballenas, investigaciones y poco impulso en 2022
En política, el mensaje y la forma comunican. Y una situación que podría parecer anecdótica, le ha pesado en la campaña cuatro años después.
Al quedar en tercer lugar, en 2018, y con un caudal electoral muy amplio que podría definir la segunda vuelta presidencial, Fajardo —defensor del voto en blanco—, optó por dejar a sus electores libres para votar por cualquier opción, y se fue a ver ballenas al pacífico colombiano a tan solo una semana de las elecciones definitivas, algo que le valió duras críticas de varios sectores.
Al inicio de su campaña, en junio de 2021, el candidato explicó que se sentía “agotado” luego de tan maratónica campaña y necesitaba un descanso. Si bien se disculpó por el tema de las ballenas, no lo hizo por haber votado en blanco.
Y esa decisión, la de irse a ver ballenas, le ha jugado en contra en esta elección.
“Le ha hecho mella un poco en su imagen de que no pudo trabajar con otros después de esa derrota electoral; ha hecho mella también en la capacidad de Sergio Fajardo para hacer converger ese centro a su alrededor, en la consideración que tienen algunos sobre la profundidad de las propuestas de centro para poder conectarse con los ciudadanos”, dice Muñoz, de la Universidad Javeriana.
Y el desenlace de la campaña de 2018 lo dejó fuertemente golpeado, por lo que podría explicarse el poco entusiasmo con el que arrancó su candidatura en la recta final de esta campaña.
El tema Hidroituango
Otro golpe a su imagen lo ha sufrido por cuenta de las investigaciones en su contra. Una de ellas en el caso del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, conocido como Hidroituango, por parte de la Contraloría de Colombia por un caso de responsabilidad fiscal en la que se le acusaba a Fajardo y a otras personas del detrimento de 4,3 billones de pesos (poco más de US$ 1.100 millones) por la quiebra de la obra de Hidroituango. Según la entidad, hubo una “destrucción del valor presente neto del proyecto Hidroituango”.
Al conocer el fallo, Fajardo dijo que “la actuación de la Contraloría no es correcta” y dijo que estaba tranquilo y dispuesto a responder ante las autoridades por el caso.
En enero de 2022 la Contraloría cerró el proceso y no halló responsable a Fajardo. El candidato dijo entonces que se hizo justicia: “La verdad y la decencia siempre salen adelante aunque a veces se demoren [años]”.
Y si bien salió avante en este caso, su imagen sí sufrió debido a que su electorado es el del voto de opinión, según Salazar.
“Eso fue un daño político que le pegó muchísimo más que el tema de las ballenas”, dijo Salazar.
“Fue un golpe que realmente, en su bandera de la lucha contra la corrupción, la independencia, en su lucha por no tener ningún escándalo, le pesó bastante”, dice Salzar. “La mayoría del voto de la coalición Centro Esperanza es un voto de opinión que es realmente gaseoso, bastante etéreo”.
Actualmente Fajardo tiene una investigación ante la Fiscalía por peculado por apropiación en favor de terceros agravado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales cuando fue gobernador de Antioquia. Esta es una investigación diferente al caso de Hidroituango y tiene que ver con un préstamo bancario cuando era gobernador.
Ante esto, el candidato de centro dijo en febrero de este año en Caracol Radio que se trata de una “persecución” por parte de la Fiscalía y que hay un sector político interesado en que él se haga a un lado de sus aspiraciones políticas.
“No me voy a dejar sacar porque yo he trabajado con transparencia, con honestidad”, dijo Fajardo, que aseguró que esas investigaciones se han hecho para “mancillar” su nombre.
Baja favorabilidad
Tras anunciar su renuncia de la política después de las presidenciales de 2018 y su desaparición por algunos meses antes de retomar campaña, Fajardo bajó notablemente en las encuestas. Mientras que en junio de 2018 su favorabilidad era de 67%, según una encuesta de Invamer-Gallup, para febrero de 2022 esta se desplomó y quedó en 25%. Y su desfavorabilidad subió, pasando de 13%, en junio de 2018, al 33%, en febrero de 2022.
Las necesidades de Colombia no son iguales en 2022 a las de hace cuatro años. Y los analistas consultados coinciden en que a Fajardo le falta conexión al país que surgió después de la pandemia, en donde hay temas sociales son más urgentes que otros.
“Venimos de una dinámica de pandemia, de estallido social, de una gente que ve que hay una desconexión entre los partidos políticos y la ciudadanía. Pero seguramente Fajardo no ha sabido canalizar o asumir esas banderas de la mejor manera”, dijo Salazar.
Además, Fajardo parece no haber evolucionado en cuatro años y por eso sus propuestas no estarían respondiendo al país diferente que es Colombia después de la pandemia.
“El Sergio Fajardo de 2022 guarda muchas más similitudes que diferencias en relación al Sergio Fajardo de 2018”, dice Muñoz.
“Pareciera que es más lo que ha mantenido que lo que ha cambiado, y creo que ello se explica también en el descenso en los resultados electorales que obtuvo en esa consulta con relación a lo que había alcanzado en 2018”, asegura Muñoz.
La recta final
Fajardo sigue en la lucha para llegar a la Presidencia de Colombia y suceder a Iván Duque, de quien dice no estaba preparado para el cargo.
“No estaba preparado para gobernar, nunca ha tenido un norte claro en la conducción de nuestra sociedad como presidente”, dijo Fajardo a CNN, en junio de 2021.
Ahora, siguiendo su línea recta para evitar tocar los extremos, Fajardo, acuñado en un vicepresidente negro y de una región empobrecida —el exgobernador del Chocó y exministro Luis Gilberto Murillo— espera convocar a más sectores y convencer a los indecisos a votar por él, por su trayectoria y las transformaciones que dice ha tenido desde los cargos públicos en su región natal.
“Estoy en un momento de la vida en que estoy preparado para liderar. He demostrado cómo se lidera, cómo se trabaja”, dice Fajardo, quien espera dejar de ser candidato y liderar el país a partir de 2022.
CONOCE A LOS PRINCIPALES CANDIDATOS:
Este contenido fue publicado el 18 de marzo y actualizado el 29 de abril