Los Ángeles (CNN) — El gobierno de Joe Biden lanzó una operación “sin precedentes” para interrumpir las redes de tráfico de personas en medio de una afluencia continua de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, dijo en exclusiva a CNN el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
La operación, que incluye el despliegue de cientos de personas en toda América Latina y una inversión multimillonaria, se produce cuando EE.UU. continúa lidiando con un gran flujo de migrantes hacia la frontera con México, incluida una caravana de hasta 5.000 personas que esta semana viajan al norte desde el sur de México.
“Hemos llevado a cabo un esfuerzo de todo el gobierno para atacar a las organizaciones de contrabando. No se trata solo de Investigaciones de Seguridad Nacional, no se trata solo de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. Sino que estamos trabajando muy cuidadosamente con el Buró Federal de Investigaciones, un número de agencias dentro del Departamento de Justicia y, por supuesto, nuestros socios en México”, dijo Mayorkas a CNN.
“Creo que es escala y alcance; es táctica y estrategia. Realmente no tiene precedentes”, agregó.
Mayorkas asiste a la Novena Cumbre de las Américas, organizada por Estados Unidos en Los Ángeles. La reunión de casi dos docenas de jefes de estado del hemisferio occidental se centró en estabilizar la región e invertir en ella para, en parte, detener el flujo migratorio, un problema que ha perseguido a los presidentes estadounidenses, incluido Joe Biden, durante años.
La migración masiva dentro del hemisferio volvió a ser el centro de atención esta semana, cuando miles de migrantes se unieron a una caravana que se dirigía a la frontera sur de Estados Unidos. Consultado sobre cómo se aplica el último operativo a esa caravana, Mayorkas destacó que la administración está “atacando las organizaciones de contrabando que explotan a estas personas”.
La llamada “Sting Operation” (que en español se puede traducir como operación aguijón), dirigida por el Departamento de Seguridad Nacional, ha producido hasta ahora alrededor de 20.000 “acciones de interrupción” que incluyen arrestos y enjuiciamientos, incautaciones de propiedad e investigaciones criminales, según el departamento. EE.UU. también ha aumentado su personal en más de 1.300 elementos en todo el hemisferio occidental e invirtió más de 50 millones de dólares.
En las últimas ocho semanas, casi 2.000 contrabandistas han sido arrestados, lo que marca un aumento del 600% en las acciones policiales tomadas contra dichos actores en comparación con los esfuerzos de años anteriores, dijo el Departamento de Seguridad Nacional.
La última operación se basa en iniciativas anteriores de la administración Biden para perseguir a los contrabandistas de los que los migrantes suelen depender en su camino hacia la frontera entre Estados Unidos y México. La primavera pasada, el Departamento de Seguridad Nacional también anunció un esfuerzo para tomar medidas enérgicas contra las organizaciones criminales de contrabando, junto con socios federales.
El Departamento de Seguridad Nacional también estableció una nueva unidad de recopilación de inteligencia y aplicación de la ley para monitorear el movimiento de migrantes y ayudó a formar un grupo de trabajo, dirigido por el Departamento de Justicia, para investigar y enjuiciar las redes de trata y tráfico de personas.
La migración se cierne sobre la Cumbre de las Américas
En la frontera sur de EE.UU., ha ido tomando forma una nueva tendencia que ha planteado un desafío para la administración de Biden: alrededor del 40% de los que cruzan la frontera ahora son de países fuera de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Más de 6 millones de refugiados y migrantes venezolanos han huido de su país, según el Departamento de Seguridad Nacional. Los nicaragüenses también han estado migrando cada vez más, así como los haitianos que se habían mudado a la región hace años.
En el transcurso de la Cumbre de las Américas, los funcionarios de la administración han reconocido la migración masiva en el hemisferio occidental, enfatizando la necesidad de que todos los países ayuden a aliviar el flujo y crear mejores condiciones localmente.
La reunión ha servido como plataforma para que la administración Biden, los líderes de los países de la región y el sector público y privado lleguen a acuerdos sobre el camino a seguir para detener el flujo de migración irregular.
Biden se ha propuesto demostrar un nivel de cohesión en la política de los dos continentes, pero los boicots de los líderes de varias naciones, como México y tres países centroamericanos, han frenado la cumbre.
Los líderes de esos cuatro países se negaron a asistir porque Biden rechazó invitar a los tres líderes autocráticos y, en cambio, enviaron delegaciones de nivel inferior.
Mayorkas desestimó las preocupaciones sobre la ausencia de líderes clave en la cumbre y le dijo a CNN: “Todos los países están representados aquí. Entonces, por supuesto, el presidente de México no está aquí, pero tuve la suerte de ver aquí al ministro de Relaciones Exteriores de México, el secretario Ebrard, con quien he trabajado muy de cerca durante mis viajes a México, así como con nuestro diálogo continuo. Así que no, mi confianza está intacta”.
El viernes, se espera que los países asistentes a la Cumbre de las Américas firmen una declaración migratoria que tiene como objetivo delinear cómo la región debe compartir la responsabilidad de acoger a los migrantes.