(CNN Español) – “Rusia es la amenaza más importante y directa para la seguridad”, dice la OTAN, sin atenuantes, en su nuevo Concepto Estratégico —el documento que define el rol de la alianza en la próxima década— aprobado el miércoles en la cumbre de Madrid.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) parece volver, de esta manera y en espíritu, a su primer Concepto Estratégico de octubre de 1949 —el año de su fundación—, cuando sus principales roles eran disuadir una agresión de parte de la Unión Soviética, y actuar militarmente en caso de un ataque.
El documento de 2022, el octavo desde la creación de la OTAN, gira claramente en torno a Rusia.
Pero también hace mención —por primera vez— al desafío que significa China para la seguridad, los intereses y los valores de la Alianza Atlántica, y califica al cambio climático como uno de los “desafíos determinantes de nuestro tiempo”.
Una década de cambios
Muestra, también, un claro cambio desde el anterior Concepto Estratégico de 2010, aprobado en Lisboa, que buscaba cooperar con Rusia y calificaba de “importancia estratégica” a la relación entre la OTAN y Moscú.
Pero en la agitada década desde Lisboa hasta Madrid, la relación entre Rusia y la OTAN comenzó a derrumbarse primero con la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 y el apoyo de Moscú a los rebeldes en el este de Ucrania ese mismo año; luego con los intereses contrarios en la guerra civil en Siria, donde Moscú y Washington apoyaron facciones contrarias; seguido por las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, en el marco de una escalada de ciberataques que no ha parado de crecer; y finalmente la invasión rusa de Ucrania de 2022, justo cuando el mundo comenzaba a salir de la pandemia de covid-19.
Qué dice el Concepto Estratégico 2022 sobre Rusia
En el prefacio del documento, que habla de un mundo “en disputa e impredecible”, los líderes de la OTAN aseguran mantenerse firmes en la decisión de “proteger a nuestros mil millones de ciudadanos, defender nuestro territorio y salvaguardar nuestra libertad y democracia”.
“La guerra de agresión de la Federación Rusa contra Ucrania ha destrozado la paz y ha alterado gravemente nuestro entorno de seguridad. Su invasión brutal e ilegal, las repetidas violaciones del derecho internacional humanitario y los atroces ataques y atrocidades han causado un sufrimiento y una destrucción indescriptibles”, agrega.
Para la OTAN, una Ucrania “fuerte e independiente” es esencial para la estabilidad de la zona euroatlántica, y el actual comportamiento de Moscú es parte de un “patrón de acciones agresivas contra sus vecinos y la comunidad transatlántica en general”.
“La zona euroatlántica no está en paz”
Luego, en su sección de roles y principios, la OTAN deja en claro que la zona euroatlántica “no está en paz” y argumenta que Rusia ha violado las normas y principios que contribuyeron a un orden de seguridad europeo estable y predecible.
“La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica. Busca establecer esferas de influencia y control directo mediante la coerción, la subversión, la agresión y la anexión”, dice el documento aprobado en Madrid por los 30 miembros de la OTAN.
“El acumulamiento de fuerzas militares de Moscú, incluso en las regiones del Báltico, el mar Negro y el Mediterráneo, junto con su integración militar con Belarús, desafían nuestra seguridad e intereses”.
Al mismo tiempo, la OTAN asegura en el documento que no busca una confrontación con Rusia y que no es una amenaza, algo que ha sido cuestionado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien ha culpado a la expansión de la Alianza Atlántica por las tensiones actuales. La OTAN rechaza estas acusaciones.
“Seguimos dispuestos a mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú para gestionar y mitigar los riesgos, prevenir la escalada y aumentar la transparencia”, agrega.
Otras conclusiones: terrorismo, China y cambio climático.
La OTAN considera que el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, es “persistente” y constituye la “amenaza asimétrica” más directa para los ciudadanos de los países miembros y para la prosperidad y paz internacional.
Esta es la primera vez que un Concepto Estratégico de la OTAN identifica, además, a China como una amenaza para los intereses, la seguridad y valores de la Alianza.
En concreto, la OTAN dice que China está utilizando herramientas económicas, políticas y militares para hacer crecer su influencia global, al tiempo que esconde deliberadamente sus intenciones mientras encara operaciones híbridas y cibernéticas “malintencionadas”.
“Utiliza su poder económico para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia. Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en normas, incluso en los ámbitos espacial, cibernético y marítimo”, dice el documento, que destaca también que la creciente cooperación entre China y Rusia constituye otra amenaza.
El cambio climático es uno de los “desafíos determinantes de nuestro tiempo”, dice el documento, y asegura que puede “exacerbar los conflictos, la fragilidad y la competencia geopolítica”.
Qué decía el anterior Concepto Estratégico de la OTAN
En un tono muy diferente, el Concepto Estratégico de 2010, aprobado en noviembre de ese año en Lisboa, Portugal, aseguraba que “actualmente, la zona euroatlántica está en paz y la amenaza de un ataque convencional contra el territorio de la OTAN es baja”.
“Se trata de un éxito histórico para las políticas de defensa robusta, integración euroatlántica y asociación activa que han guiado a la OTAN durante más de medio siglo”, decía.
Advertía, sin embargo, de cuatro posibles amenazas: el crecimiento de fuerzas armadas en diferentes partes del mundo, la proliferación de armas nucleares y de destrucción masiva, los ciberataques y el terrorismo.
Sobre Rusia, el documento decía que la relación de la Alianza con Moscú era de “importancia estratégica” y contribuía a la paz, estabilidad y seguridad. Esa relación estaba basada en el marco del Acta Fundacional de Relaciones Mutuas, Cooperación y Seguridad entre la OTAN y Rusia.
“A pesar de las diferencias en determinadas cuestiones, seguimos convencidos de que la seguridad de la OTAN y de Rusia está entrelazada y de que una asociación fuerte y constructiva basada en la confianza mutua, la transparencia y la previsibilidad puede servir mejor a nuestra seguridad”, decía el documento.
Tres años después, en marzo de 2014, Rusia anexaba la península de Crimea y comenzaba la guerra en el Donbás entre Ucrania y rebeldes apoyados por Moscú, el antecedente de la actual invasión.