(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunirán en la Casa Blanca este martes en medio de una migración récord en el hemisferio y una alta inflación que ha afectado a ambos países.
Estados Unidos y México se han apoyado históricamente en una amplia gama de asuntos, pero la relación, a veces tensa, saltó recientemente a la luz pública cuando López Obrador optó por faltar a la Cumbre de las Américas —una reunión organizada por Estados Unidos— citando la decisión estadounidense de no invitar a Nicaragua, Cuba y Venezuela.
El desaire se produjo en un momento en el que el gobierno de Biden se enfrentaba a un número creciente de llegadas de inmigrantes a la frontera entre México y Estados Unidos tras el deterioro de las condiciones en América Latina, agravado por la pandemia de coronavirus. Se espera que el tema de la migración sea una de las principales prioridades durante la reunión de este martes, según altos funcionarios de la administración que destacaron la estrecha colaboración entre ambos países en la materia.
“La cooperación en materia de migración es una prioridad absoluta tanto para el presidente López Obrador como para el presidente Biden”, dijo un alto funcionario de la administración a los periodistas. “Nos vemos como socios iguales en esto”.
Tras la reunión, EE.UU. y México planean poner en marcha un grupo de trabajo bilateral sobre las vías de migración laboral y la protección de los trabajadores, y “ampliar nuestra coordinación diplomática en materia de migración en toda la región”, según los funcionarios. Ambos países han considerado las vías laborales como una forma de frenar el flujo de migración irregular.
Este martes, según los funcionarios, el tema central será la puesta en práctica de estos esfuerzos.
También se espera que la administración anuncie este martes acciones conjuntas para mejorar la infraestructura fronteriza, como la inversión en los puertos de entrada, mejorar la cooperación de las fuerzas del orden para interrumpir la distribución de fentanilo, y promover la energía limpia, la innovación económica y la prosperidad, dijeron los funcionarios.
“Creo que esta es la oportunidad para que los dos líderes se miren a los ojos y traten de entender lo que realmente pueden lograr en la relación”, dijo Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria, un centro de estudios no partidista.
A pesar de la ausencia de López Obrador en la Cumbre de las Américas de junio, México firmó una declaración, junto con otros países, para abordar la migración en el hemisferio occidental. El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan dijo este lunes que Biden y López Obrador se basarían en esos compromisos, entre otros temas.
“Esperamos que los dos líderes discutan su visión común para América del Norte, y los esfuerzos comunes para abordar los desafíos globales, incluyendo la guerra de Rusia en Ucrania”, dijo Sullivan a los periodistas.
De cara a la reunión del martes, López Obrador admitió que la migración es “central” en sus discusiones con Biden y señaló que México ha estado “insistiendo en el apoyo a Centroamérica y también en aumentar las visas temporales de trabajo, haciendo más ordenado el flujo migratorio”.
Esto llega con mayor urgencia después de que el mes pasado murieran 53 migrantes en un sofocante camión en San Antonio, Texas, en lo que las autoridades describieron como el “peor suceso de contrabando de personas” en Estados Unidos. Veintiséis de las víctimas eran ciudadanos mexicanos, según informó la oficina del médico forense del condado de Bexar en un comunicado.
Se espera que el contrabando de personas sea uno de los temas tratados por los dos presidentes.
“La tragedia de San Antonio es una de las principales preocupaciones tanto de Estados Unidos como de México”, dijo un alto funcionario de la administración, añadiendo que ya se está trabajando para hacer frente a la red de tráfico de personas y que se están manteniendo conversaciones para avanzar en ello.
La administración Biden anunció el mes pasado el lanzamiento de lo que denominó una operación “sin precedentes” para desbaratar las redes de tráfico de personas. La operación incluye el despliegue de cientos de efectivos en toda América Latina y una inversión multimillonaria.
“Se reconoce que hay que hacer mucho más en este sentido”, dijo el alto funcionario de la administración. “Las detenciones son estupendas, pero necesitamos procesamientos. Ese es un ámbito en el que Estados Unidos y México pueden hacer más. Creo que eso será una parte importante de la conversación. ¿Cómo podemos aumentar los procesamientos?”.
Se espera que otras áreas de discusión sean la desarticulación de redes y la detección de “toda la cadena de principio a fin de los diferentes actores que están involucrados en el movimiento criminal de personas”.
La vicepresidenta Kamala Harris también recibirá a López Obrador en el Observatorio Naval este martes, antes de su bilateral programada con Biden, según la secretaria de prensa de Harris, Kirsten Allen. Discutirán temas como la migración y otras ayudas a la región.
Harris se reunió con López Obrador en repetidas ocasiones como vicepresidenta, como parte de su función de abordar las causas fundamentales de la migración en el Triángulo Norte. También ha recibido a otros líderes mundiales en la residencia de la vicepresidenta, incluida la excanciller de Alemania Angela Merkel.