(CNN Español) – Las relaciones entre Colombia y Venezuela, vecinos a lo largo de un frontera de 2.341 kilómetros, están estancadas desde hace años, especialmente desde que el expresidente colombiano Iván Duque lanzara una campaña de cerco diplomático para buscar la salida del cuestionado presidente de Venezuela Nicolás Maduro del poder.
Por estos y otros hechos, la confianza bilateral entre Bogotá y Caracas parece estar rota y los países no tienen relaciones diplomáticas desde el 2019. Pero las tensiones ya habían comenzado años antes durante los Gobiernos de Álvaro Uribe en Colombia y Hugo Chávez en Venezuela.
Ahora, la promesa de Gustavo Petro, que asumió el domingo la presidencia de Colombia, de normalizar las relaciones ha generado cierto optimismo y esperanza entre las poblaciones de ambos países, conectados por su extensa frontera en común.
Como primera señal, dos días después de la toma de posesión de Petro, Venezuela anunció el martes la reanudación de sus relaciones militares con Colombia. Y el nuevo presidente colombiano dijo que su Gobierno ya está trabajando en la normalización de las relaciones con el vecino país.
¿Cómo ha sido la relación entre Colombia y Venezuela en las últimas décadas y cómo se llegó a esta difícil situación actual?
Las tensiones entre Uribe y Chávez
Enfrentados en sus posiciones políticas, el Gobierno del derechista Uribe en Colombia, y del izquierdista Chávez, en Venezuela, protagonizaron numerosos momentos de tensión en la primera década del siglo XXI.
Cuando la Fuerza Aérea de Colombia bombardeó en 2008 las posiciones de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Angostura, Ecuador, causando una controversia internacional, Caracas reaccionó acusando a Bogotá de violación de la soberanía ecuatoriana tras una incursión no autorizada, y dijo que no aceptaría una operación similar en su territorio.
El Gobierno de Uribe entonces acusó al Gobierno de Chávez de prestar apoyo a las FARC. Caracas lo negó, y como respuesta retiró al personal diplomático de Bogotá y anunció movimientos militares en la frontera. La situación, sin embargo, se normalizó meses después.
En 2010 Colombia denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la presencia de campamentos de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano, y Venezuela anunció en consecuencia que rompía relaciones diplomáticas con Bogotá.
Finalmente la ruptura no se concretó, pero sí se disminuyó la representación diplomática entre ambos países en medio de la tensión política. Ese mismo año, tras la llegada Juan Manuel Santos a la presidencia de Colombia en reemplazo de Uribe, las relaciones se normalizaron.
La crisis fronteriza y migratoria de 2015
La frontera de 2.341 kilómetros entre Colombia y Venezuela, por donde han pasado personas y mercancías desde hace siglos, fue cerrada en 2015 por el Gobierno de Nicolás Maduro tras un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad venezolanas y civiles, que Maduro atribuyó al “paramilitarismo” en Colombia y por el cual culpó al expresidente Uribe, que en su momento negó las acusaciones.
Venezuela también deportó a más de mil de ciudadanos colombianos que vivían en territorio venezolano en el marco de esta crisis.
“No es admisible, bajo ninguna circunstancia, la forma como esos colombianos han sido expulsados del territorio venezolano, dejando atrás hijos, muchos de ellos niños”, dijo en ese momento el presidente Santos.
Delcy Rodríguez, ministra de Exteriores de Venezuela, dijo en cambio que “Venezuela ha sido un espacio y una patria de cobijo para millones de ciudadanos colombianos que ven en nuestra patria un espacio donde convivir familiarmente. Mal podríamos nosotros estar maltratando a esos ciudadanos colombianos”.
En medio de esta crisis fronteriza, 2015 fue el peor año del éxodo migratorio que ha afectado a Venezuela en las última décadas y que ha llevado a unas 6 millones de personas de emigrar del país, de acuerdo con datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma R4V), hay cinco millones de venezolanos radicados en países del continente americano, y Colombia es el que más ha recibido: 1.842.390.
Duque, el grupo de Lima y Juan Guaidó
Duque, presidente de Colombia entre 2018 y 2022, fue uno de los líderes regionales que impulsó el llamado Grupo de Lima, surgido el 8 de agosto de 2017 con el objetivo de buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela con la suscripción de varios gobiernos de derecha de la región, que sancionó política y económicamente al Gobierno de Maduro.
El 23 de enero de 2019 el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino de Venezuela y recibió casi de inmediato el reconocimiento de Estados Unidos. Los países miembros del grupo de Lima también reconocieron la legitimidad de Guaidó. El Gobierno de Maduro, que consideraba a la Asamblea Nacional en desacato, rechazó la proclamación.
El 23 de febrero Guaidó lideró un intento de llevar ayuda humanitaria a Venezuela desde Colombia, que terminó en disturbios fronterizos. Maduro ordenó luego cerrar la frontera y rompió relaciones con Bogotá.
“Hay una asignatura pendiente en ese manejo con Venezuela porque ha sido una enorme frustración ver lo que ha desarrollado el Grupo de Lima, por ejemplo, que ya no existe, que fue un fiasco diplomático, que es una contradicción absoluta desde el punto de vista geopolítico”, dijo a CNN Vicente Torrijos, profesor de Ciencia Política en la Escuela Superior de Guerra General Rafael Reyes Prieto.
La pandemia de 2020
Las relaciones entre Bogotá y Caracas empeoraron también con la pandemia de covid-19, luego de que Colombia cerrara los pasos fronterizos como medida sanitaria.
“Es importante que las personas que no viven en Colombia y Venezuela entiendan que Colombia y Venezuela tienen más de 2.000 km de frontera común. O sea, esto no es un paso fronterizo ni una cosa pequeña”, dijo a CNN el analista político Eduardo Pizano sobre la importancia de que se restablezcan relaciones bilaterales y se abran las fronteras completamente.
“Los pueblos de la frontera sufren mucho estas diferencias entre los regímenes políticos de un país y del otro”, agregó.
El impacto de las tensiones en el comercio
El comercio ha sido uno de los más afectados por los problemas fronterizos entre Colombia y Venezuela. En 2008 el intercambio comercial entre los dos países era de unos US$ 7.200 millones, en 2015 había retrocedido a cerca de US$ 1.331 millones y en 2020 era de apenas US$ 221 millones. Y la pandemia empeoró la situación con los cierres de los pasos fronterizos.
Las fronteras volvieron a abrirse en octubre de 2021, pero aún así los números del intercambio fueron inferiores a los de 2015, cuando tuvo lugar la crisis migratoria, y mucho más en relación con los de 2008.
Con información de Gabriela Matute Urdaneta, Melissa Velásquez Loaiza y Alejandra Ramos.