Nueva York (CNN Business) — Parece que la impresionante pericia de Elon Musk —una combinación de riqueza, encanto cuidadosamente cultivado y abogados sobresalientes que lo ayudaron a salir ileso de innumerables escándalos— está comenzando a desmoronarse.
Este es el asunto: los reguladores federales acaban de anunciar que la compañía privada de turismo espacial de Musk, SpaceX, ya no recibirá los casi US$ 900 millones en subsidios que recibió el año pasado porque la compañía “no pudo demostrar que podría entregar” el servicio de Internet que prometió.
Vamos por partes:
- En diciembre, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) entregó US$ 9.000 millones en subsidios a proveedores de servicios de Internet como parte de un plan para llevar Internet de alta velocidad a las áreas rurales que lo necesitan.
- El hecho de que SpaceX recibiera una de las mayores cantidades de ese programa de subsidios fue controvertido porque la red Starlink era básicamente nueva y no había sido probada.
- El sistema de Starlink es muy diferente del Internet de alta velocidad tradicional, que se basa en cables de fibra óptica subterráneos. Starlink depende de miles de satélites que trabajan en conjunto para transmitir acceso a Internet al suelo.
- La FCC esencialmente estaba apostando a que Starlink estuviera listo lo suficientemente pronto.
La apuesta parece haber fracasado, ya que la FCC está retirando los subsidios, diciendo que el servicio Starlink “todavía está desarrollando la tecnología” y que sus velocidades han disminuido, informa mi colega Jackie Wattles.
SpaceX no respondió a una solicitud de comentarios, como suele ser el caso en las empresas dirigidas por Musk.
El panorama completo
Parte de toda la personalidad idiosincrásica-visionaria-mega-millonaria de Elon Musk (lo creas o no) es que dirige varias empresas con grandes ambiciones, como colonizar Marte en el caso de SpaceX.
Incluso si sus travesuras — las promesas exageradas, los tuits de troleo, las incursiones corporativas imprudentes, llamar a uno de sus hijos X Æ A-12 — te resultan desagradables, hay que apreciar su audacia.
Pero ahora parece que el mal comportamiento de Musk finalmente podría pasarle factura.
En los días recientes, Musk ha vendido acciones de Tesla por valor de casi US$ 7.000 millones en caso de que pierda su batalla legal con Twitter y se vea obligado a comprar la compañía, que ya no quiere comprar. Al mismo tiempo, los funcionarios de California presentaron una denuncia argumentando que Tesla mintió en los anuncios sobre su tecnología Autopilot y Full Self Driving (que, a pesar de sus nombres, no son totalmente autónomos).
En junio, cuando varios empleados de SpaceX firmaron una carta criticando el comportamiento de Musk, la empresa despidió al menos a cinco de las personas involucradas. Un mes después, un enorme prototipo de cohete SpaceX explotó durante el lanzamiento. ¿La respuesta de Musk a eso en Twitter?
“Sí, en realidad eso no es bueno”.
Podríamos decir lo mismo de Musk ahora mismo.