(CNN) – El número de adultos estadounidenses que recibió tratamiento para la salud mental creció a lo largo de la pandemia de covid-19, según los datos publicados este miércoles por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Casi el 22% de los adultos recibió tratamiento de salud mental en 2021, frente a cerca del 19% en 2019.
Este salto se debe probablemente a una combinación de mayor necesidad y mejor acceso al tratamiento, dijo Calliope Holingue, epidemióloga psiquiátrica y miembro del Grupo de Trabajo de Medición de la Salud Mental Covid-19 de la Universidad Johns Hopkins.
“La pandemia ha estimulado una importante conversación sobre la necesidad de cuidarnos. Lo estamos viendo reflejado en la población en general”, dijo.
En general, el informe de los CDC descubrió que el aumento del tratamiento de salud mental fue impulsado en gran medida por los adultos menores de 45 años.
Los adultos de 18 a 44 años eran los menos propensos a haber recibido tratamiento por salud mental en 2019, pero se convirtieron en los más propensos en 2021. Casi 1 de cada 4 adultos (más del 23%) en este grupo de edad recibió tratamiento por salud mental en 2021, un salto de casi 5 puntos porcentuales desde 2019.
“Este grupo de adultos jóvenes se encuentra con la pandemia en una etapa vital muy vulnerable. Es la etapa en la que trastornos como los trastornos de ansiedad y la depresión están en uno de sus niveles más altos a lo largo de la vida”, dijo Holingue. “Por tanto, existe esta especie de vulnerabilidad natural allí, al mismo tiempo que se produce la pandemia”.
El informe también encontró que las mujeres eran consistentemente más propensas que los hombres a haber recibido tratamiento para la salud mental, por una diferencia de más de 10 puntos porcentuales cada año entre 2019 y 2021. En 2021, más de 1 de cada 4 mujeres (29%) declaró haber recibido tratamiento de salud mental, en comparación con menos de 1 de cada 5 hombres (18%).
La Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención sobre un aumento “masivo” de la ansiedad y la depresión a nivel mundial. La prevalencia se disparó un 25% en el primer año de la pandemia, según un informe científico, un hallazgo que el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, calificó de “tan solo la punta del iceberg” para comprender el daño que la pandemia ha causado a la salud mental a nivel mundial.
“Esto es una llamada de atención a todos los países para que presten más atención a la salud mental y hagan un mejor trabajo de apoyo a la salud mental de sus poblaciones”, dijo.
Según Holingue, en EE.UU. hubo un “aumento máximo de la angustia mental” en los primeros meses de la pandemia, en medio del miedo, la incertidumbre y el cambio. Esto ha disminuido, pero con efectos persistentes.
Las muertes por sobredosis, por ejemplo, han continuado en niveles récord en 2022.
“La pandemia de covid-19 exacerbó numerosos factores de estrés social que sabemos que pueden aumentar el riesgo de consumo de sustancias y de enfermedades mentales, junto con cambios sustanciales en el suministro de drogas ilícitas”, dijo la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas,
Sin embargo, dijo, el aumento de los tratamientos de salud mental, tal y como se recoge en el informe de los CDC, “puede no ser una señal negativa en sí misma”, ya que podría significar que las personas están obteniendo la ayuda que necesitan.
“Para muchas personas, los problemas con las drogas y el alcohol comienzan como automedicación para otros síntomas de salud mental. La mitad de las personas con un trastorno por consumo de sustancias tiene otra enfermedad mental en algún momento, y viceversa”, dijo. “La atención de salud mental fragmentada y de difícil acceso hace que estas afecciones y la adicción queden a menudo sin tratar”.
Un mejor acceso a la telesalud ha ampliado las opciones de tratamiento, pero no para todos, dijo Holingue.
Según el informe de los CDC, las personas de raza blanca tenían más probabilidades de recibir tratamiento de salud mental que cualquier otro grupo racial o étnico. Más del 30% de las personas de raza blanca declaró haber recibido tratamiento de salud mental en 2021, en comparación con el 15% de los negros, el 13% de los hispanos y el 11% de los asiáticos. A pesar de tener las tasas más bajas, las personas asiáticas registraron uno de los mayores aumentos en el tratamiento de salud mental entre 2019 y 2021.
Además del nuevo coronavirus, en 2020 y 2021 aumentaron los crímenes de odio contra los asiáticos y las protestas contra la brutalidad policial y el racismo tras la muerte de George Floyd. En abril de 2021, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, declaró que el racismo era una grave amenaza para la salud pública.
Pero las personas de color tienen menos acceso a los servicios de salud mental debido a temas como las desigualdades económicas y la falta de proveedores diversos, dijo Holingue.
“Estamos ante un aumento en la población blanca, y eso es estupendo, pero estamos registrando un aumento menor en la gente de color. Así que lo que necesitamos es un aumento aún mayor en esos grupos para estar más seguros de que la disparidad en la atención se está reduciendo”, dijo.
Otros estudios de los CDC han mostrado el fuerte costo que la pandemia ha tenido en la salud mental de los niños. Las visitas a las salas de emergencia relacionadas con la salud mental aumentaron un 31%, en 2020, con respecto a 2019 para los adolescentes de 12 a 17 años. Y a principios de 2021, los intentos de suicidio entre las adolescentes fueron más de un 50% mayores que en 2019.
Los datos para el nuevo informe de los CDC fueron recogidos por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud como parte de la Encuesta Nacional de Salud. Se consideró que las personas habían recibido tratamiento para la salud mental si informaron que habían recibido asesoramiento o terapia o que habían tomado medicamentos recetados para la ansiedad, la depresión, la concentración, el comportamiento u otras emociones en los últimos 12 meses.
Este verano boreal, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. lanzó el número 988, la Linea Nacional de Prevención del Suicidio para crisis de salud mental.
Se trata de un paso adelante “algo prometedor”, pero Holingue afirma que las mejoras de la salud mental solo mejorarán paulatinamente si no se renueva el nivel de inversión.
“Aunque los servicios de salud mental son realmente fundamentales, creo que a nivel social no son suficientes para proteger realmente la salud mental del público”, afirma. “Necesitamos un mayor compromiso del Gobierno en todos los niveles con las causas de esta mala salud mental. Entre ellas está la pandemia actual, pero también cosas como la crisis de la vivienda, la crisis climática, la violencia armada, el racismo, por nombrar algunas”.