(CNN Español) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló este martes ante periodistas de la posibilidad de enviar a migrantes indocumentados de lugares como Venezuela, Cuba y Nicaragua de regreso a sus países y dijo que esa propuesta “no es racional”.
En una aparición ante medios periodistas en la Casa Blanca antes de ir a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas, Biden se refirió a la cantidad de migrantes que están llegando a Estados Unidos desde varios países de América Latina. Cuando un periodista le preguntó por qué la frontera sur del país estaba “más abrumada” bajo su mandato, Biden se refirió a migrantes de tres países específicos: Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Biden dijo que actualmente están llegando migrantes de estos tres países, lugares de origen que antes no era usuales, pues anteriormente quienes más llegaban eran migrantes de Centroamérica y México.
“Lo que está bajo mi vigilancia ahora es Venezuela, Cuba y Nicaragua”, dijo Biden. “Y la capacidad de enviarlos de regreso a esos estados no es racional. Puedes enviarlos de regreso y aceptarlos”.
Biden dijo que está trabajando una política de migración con “México y otros países para ver si podemos detener el flujo” de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos.
Un aumento “preocupante” de migrantes
Estados Unidos ha tenido bajo la lupa cada vez más la llegada de migrantes a la frontera sur que limita con México. De hecho, un informe de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) dio cuenta que en lo que va del año fiscal —que inició en octubre de 2021— los encuentros de esta agencia con migrantes a lo largo de la frontera con México ya han superado los 2 millones. Ese informe, en corriente con lo que dijo Biden, señala que la migración de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba va en aumento.
En agosto, los encuentros con migrantes aumentaron a 203.598 a lo largo de la frontera sur de EE.UU., según muestran los datos. De ellos, el 22% involucraba a personas que cruzaron más de una vez.
El gobierno del presidente Joe Biden sigue aplicando el llamado Título 42, una restricción nacida durante la pandemia de covid-19 en el gobierno del entonces presidente Donald Trump, que permite a las autoridades fronterizas rechazar a los migrantes, pero existen limitaciones basadas en la nacionalidad. Las frías relaciones con países como Cuba y Venezuela también impiden que EE.UU. retire personas.
En agosto, 55.333 migrantes encontrados en la frontera eran de Venezuela, Cuba o Nicaragua, un aumento del 175% desde el mismo mes del año pasado.
La Casa Blanca ha admitido que el aumento de la migración es un desafío. Cuando un periodista le preguntó este lunes a un funcionario de la Casa Blanca si la administración está considerando trasladar a los inmigrantes al interior, un funcionario citó la discusión en curso sobre cómo mejorar el procesamiento a lo largo de la frontera.
La administración Biden, argumentaron los funcionarios, se centra en aumentar la asistencia a los países del hemisferio occidental que albergan a migrantes venezolanos, incluidos Colombia, Ecuador y Costa Rica, y ampliar el reasentamiento de refugiados a los desplazados en la región.
Además de esos esfuerzos, la administración dice que está reduciendo el procesamiento de asilo para que los casos se puedan escuchar más rápido.
El traslado de migrantes dentro de EE.UU.
En las últimas semanas, el traslado de migrantes dentro de EE.UU. tuvo la atención del país, debido a que los gobernadores republicanos Ron DeSantis y Greg Abbott enviaron migrantes a Martha’s Vineyard y a la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris, una acción que la Casa Blanca llamó un “truco político cruel y premeditado”.
Jean-Pierre acusó a los gobernadores de Florida y Texas de usar a los inmigrantes como “peones políticos” y dijo que sus acciones eran “vergonzosas… imprudentes y simplemente incorrectas”.
Entre tanto, Biden criticó a los funcionarios republicanos estatales que han estado enviando inmigrantes al norte este año para protestar por las políticas de inmigración de su administración, acusándolos de “jugar a la política con seres humanos”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, envió dos aviones con migrantes a Martha’s Vineyard el miércoles por la noche, dijo su oficina.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, que su estado envió intencionalmente dos autobuses de inmigrantes a la residencia de Harris en la capital de la nación y llegaron el jueves por la mañana.
Las acciones de los gobernadores —ambos críticos feroces de la administración Biden— son la última serie de movimientos de los gobernadores republicanos para transportar a los inmigrantes a ciudades y estados liberales para protestar por lo que dicen son esfuerzos federales inadecuados en la seguridad de la frontera sur.
– Con información de Kate Sullivan y Priscilla Alvarez de CNN.