(CNN) — El concejo municipal de la ciudad de Washington votó el martes para crear una nueva agencia que pueda atender la llegada reciente de inmigrantes enviados a la capital desde otros estados, cuyos líderes que se oponen a la postura del gobierno de Joe Biden sobre las políticas de inmigración.
La medida buscar mejorar la respuesta para los miles de inmigrantes que han llegado a la ciudad de Washington desde Arizona y Texas, estados con líderes republicanos que ahora están bajo escrutinio por la táctica.
El consejo de la ciudad de Washington aprobó la nueva agencia en una votación unánime, luego de que la alcaldesa Muriel Bowser así lo solicitara para abordar las necesidades de los inmigrantes.
“Con la Oficina de Servicios para Migrantes, nos mantenemos fieles a nuestros valores de la ciudad de Washington al crear un marco que asista a personas y familias, mientras al mismo tiempo garantizamos que nuestros sistemas de servicios para personas sin hogar continúen apoyando a nuestros residentes”, dijo la demócrata Bowser.
La nueva agencia pertenecerá al Departamento de Servicios Humanos del distrito. Su objetivo es garantizar a los migrantes que cubrirán sus necesidades básicas, como alimentos, transporte, atención médica urgente y transporte para conectarlos con los servicios de reasentamiento.
El distrito asignará US$ 10 millones para establecer y apoyar la nueva agencia. En ese sentido, Bowser indicó que buscará reembolsar parte de esa financiación a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EE.UU. (FEMA, por sus siglas en inglés).
Unos 8.000 inmigrantes han llegado a la capital en los últimos seis meses, según la concejala Brianna Nadeau, que patrocinó el proyecto de ley que propone la creación de la agencia. Nadeau cree que la aprobación del proyecto de ley puede ayudar a la ciudad a prestar una mejor asistencia a los migrantes, según su portavoz.
“Esta legislación garantizará que cada inmigrante sea recibido por un profesional bilingüe y culturalmente competente; que tenga un descanso; que tenga comida y ropa, y que esté seguro y sea bienvenido”, afirmó Nadeau.
La creación de la nueva agencia llega mientras al menos tres gobernadores republicanos envían a inmigrantes fuera de sus estados a ciudades de postura liberal como Chicago y Nueva York, y recientemente Martha’s Vineyard en Massachusetts. Los envíos, algunos de los cuales se hicieron sin previo aviso, han dejado a los funcionarios en el extremo receptor luchando para acomodar las necesidades de miles de personas.
La semana pasada, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el estado envió deliberadamente dos autobuses de migrantes a la residencia oficial de la vicepresidenta Kamala Harris en la ciudad de Washington.
Decenas de inmigrantes se quedaron fuera de la residencia cerrada en el césped y las aceras porque los encargados de auxiliar al grupo no estaban preparados para recibirlos en ese lugar, dejando a los voluntarios con dificultades para atenderlos.
SAMU First Response, uno de los grupos que ayudan a los inmigrantes en Washington, no fue avisado con anticipaición del lugar donde se los iban a dejar, según la directora del grupo, Tatiana Laborde.
“Cuando nuestro equipo llegó a los inmigrantes, estaban muy perdidos”, comentó Laborde a CNN el jueves por la mañana. “(Los inmigrantes) no entendían dónde estaban parados: esta es una zona muy residencial”.
Los esfuerzos de Abbott por enviar a los inmigrantes a Washington y Nueva York le han costado a su estado más de US$ 12 millones.
“La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es ‘segura’ y niega la crisis”, tuiteó entonces Abbott. “Estamos enviando Immigrantes a su patio trasero para pedir al gobierno de Biden que haga su trabajo y asegure la frontera”.
También la semana pasada el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se atribuyó el mérito de haber enviado por avión a unos 50 inmigrantes a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, que no esperaba al grupo. La medida del gobernador republicano fue recibida con reacciones negativas por parte de la Casa Blanca, defensores de los inmigrantes y funcionarios demócratas.
“No somos un estado santuario, y es mejor poder ir a una jurisdicción santuario, y sí, ayudaremos a facilitar ese transporte para que puedan ir a pastos más verdes”, dijo DeSantis la semana pasada. “Todas las comunidades de Estados Unidos deberían compartir la carga. No debería recaer todo en un puñado de estados rojos”.
El término “estado santuario” es una descripción amplia que se aplica a las jurisdicciones que tienen políticas diseñadas para limitar la cooperación o la participación en las acciones federales de aplicación de la ley de inmigración.
Del mismo modo, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, ha enviado a más de 1.800 inmigrantes a la ciudad de Washington, y no tiene planes de dejar de hacerlo, según la oficina del gobernador republicano. Hasta la semana pasada, 50 autobuses con inmigrantes procedentes de Colombia, Perú y Venezuela los han dejado en la capital, con un costo de unos US$ 4 millones.
Paradise Afshar contribuyó con este reportaje.