(CNN) – Casi un mes después del inicio de las protestas en todo el país, partes de Irán ahora muestran las características de las zonas de batalla, con bengalas que iluminan el cielo, disparos y escenas sangrientas grabadas en imágenes de video.
“Estoy grabando este video sobre la situación en Sanandaj”, dijo un manifestante, con el rostro cubierto con un pañuelo negro y anteojos oscuros, en un mensaje a CNN desde la ciudad de mayoría kurda en el oeste de Irán, donde han surgido algunas de las imágenes más dramáticas de las protestas, a pesar de un cierre casi total de Internet en el área.
“Anoche, las fuerzas de seguridad estaban disparando en dirección a las casas. Estaban usando balas de grado militar”, dijo. “Hasta ahora, no había escuchado tales balas. La gente tenía mucho miedo”.
Un video aparentemente filmado desde los tejados mostraba lo que parecían ser enfrentamientos entre jóvenes manifestantes y fuerzas de seguridad fuertemente armadas. Balas y bengalas cruzaron el cielo nocturno y una nube de polvo y humo cubrió las manzanas de la ciudad.
A pie de calle, otros videos mostraban a los manifestantes arrojando piedras a la policía, mientras que los agentes, a veces viajando en una procesión de motocicletas, parecían estar disparando a la multitud.
Un gran número de elementos de la Guardia Revolucionaria de Irán han estado participando en la represión además de la policía local, dicen activistas en Sanandaj, quienes acusan a las autoridades de atacar indiscriminadamente. Según el grupo de derechos kurdos Hengaw, con sede en Oslo, un niño de 7 años murió en los brazos de su madre el domingo después de que las fuerzas de seguridad dispararan contra una multitud de manifestantes.
Si bien es imposible verificar de forma independiente el número de muertos por tales enfrentamientos, las imágenes espantosas que circulan en línea y los testimonios de testigos oculares recopilados por CNN y grupos de derechos humanos apuntan al derramamiento de sangre. Un video mostraba a un conductor en la ciudad que yacía muerto con una gran herida de bala en la cara; los activistas dijeron que estaba tocando la bocina en solidaridad con los manifestantes.
“En Sanandaj, disparan a balazos a la gente que toca la bocina. Y disparan a jóvenes y viejos por igual”, dijo otro manifestante en un mensaje de video a CNN. “Los heridos no van a los hospitales porque si van allá los arrestan policías de civil.
“Estamos protestando por la libertad en Irán. Por los presos y los condenados, por el pueblo de Irán que pide la salida del régimen. Todos quieren que este régimen desaparezca”.
Más que ‘una protesta por reformas’
A pesar de las reiteradas afirmaciones del gobierno de haber restablecido la calma, las escenas se repiten en todo el país en diversos grados, y la mayoría kurda al oeste del país parece llevar la peor parte de la represión.
En un desafío notable, el pueblo iraní sigue invadiendo las calles de todo el país. Las protestas comenzaron por la muerte de Mahsa Amini (también conocida como Zhina), de 22 años, quien murió hace casi un mes después de ser detenida por la policía moral del país, pero desde entonces los manifestantes se han unido en torno a una serie de quejas contra el régimen. Cada vez más, activistas y expertos caracterizan las protestas como un levantamiento nacional.
“Esta no es una protesta por reformas”, dijo a CNN Roham Alvandi, profesor asociado de Historia en la London School of Economics. “Este es un levantamiento que exige el fin de la República Islámica. Y eso es algo completamente diferente a lo que hemos visto antes”.
En el último mes, los manifestantes de Irán han atacado los centros económicos y políticos del régimen. Los videos mostraban a personas arrojando piedras a la policía en el centro de Teherán. En el bazar de la capital se vio a las fuerzas de seguridad huyendo de los manifestantes. Incluso en las ciudades conservadoras de Mashhad y Qom, el corazón de la base de poder del régimen, los manifestantes surgen con frecuencia.
Algunas refinerías de gas y petróleo también se han convertido en lugares de protestas, que se están extendiendo rápidamente en el suroeste del país. El Consejo de Trabajadores de Contratistas de Petróleo del país ha dicho que potencialmente convocaría una huelga y pausaría la producción de petróleo.
La industria del petróleo es el sustento de la economía de Irán, que se ha estado derrumbando bajo la presión de las sanciones estadounidenses desatadas por la administración Trump en 2018 y sostenidas por la administración Biden. Las autoridades estadounidenses han estado en negociaciones indirectas con Irán durante un año y medio en un intento por restaurar un acuerdo nuclear histórico de 2015, del cual el expresidente Donald Trump se retiró hace cuatro años, que haría que Irán frenara su programa de enriquecimiento de uranio a cambio del alivio de las sanciones.
Un video sugería que las manifestaciones en las refinerías comenzaron como protestas por los salarios, pero luego se transformaron en protestas contra el régimen, con los trabajadores cantando “muerte al dictador”, una referencia al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.
En todo el país, los manifestantes han promovido huelgas económicas con cierto éxito. En las áreas de mayoría kurda, donde se cree que las protestas están más organizadas que en otras partes del país, los videos de las redes sociales mostraban filas de tiendas cerradas. En el bazar de Teherán, varias tiendas cerraron en los últimos días, aunque muchos comerciantes dicen que lo hicieron para proteger sus tiendas de las protestas y represiones posteriores. Una huelga general, a la que han convocado los activistas iraníes, aún no se ha materializado.
Las huelgas laborales están cargadas de significado histórico en Irán. En 1979, las refinerías de petróleo y gas desempeñaron un papel fundamental en el movimiento popular que derrocó al prooccidental shah Mohammad Reza Pahlavi y allanó el camino para la República Islámica.
La punta del iceberg
Una acción de protesta más generalizada por parte de trabajadores y comerciantes, dicen los expertos, podría marcar otra escalada en las protestas.
“Si hay un paro general a nivel nacional, qué puede hacer realmente el gobierno”, dijo Alvandi. “Eso paralizaría completamente al estado y mostraría la impotencia del estado frente a este movimiento”.
Mientras tanto, la represión continúa intensificándose en varias partes de Irán, sobre todo en el norte y noroeste de mayoría kurda, donde las denuncias de maltrato a la minoría étnica ya eran generalizadas.
Hengaw, el grupo de derechos kurdo, cree que la violencia contra los manifestantes que se informa en la región “es solo una gota en el océano”, y solo surge información parcial sobre la represión.
Las autoridades han cerrado esporádicamente Internet en todo Irán en un aparente intento de sofocar las protestas, y las partes del país de mayoría kurda experimentan los cierres más prolongados, según activistas y el organismo de control de Internet NetBlocks.
Se ha producido una “gran interrupción” en el acceso a Internet desde las 9:30 am en Irán (2 am ET) del miércoles, según NetBlocks. Los activistas kurdos dicen que las autoridades también cerraron la red de telefonía fija del área, argumentando que el derramamiento de sangre que se ve en los videos podría ser solo la punta del iceberg.
“El régimen iraní y su aparato de seguridad no tienen límites”, dijo Ramyar Hassani de Hengaw. “No conocen límites”.
Celine Alkhaldi y Mostafa Salem de CNN contribuyeron a este informe.