(CNN) – Un tribunal federal de apelaciones puso una pausa administrativa temporal al programa de alivio de la deuda estudiantil del presidente Joe Biden, prohibiendo a la administración cancelar los préstamos tal como prevé mientras la Justicia revisa una impugnación.
La orden procede del Tribunal de Apelaciones del 8º Circuito de EE.UU. y responde a un caso presentado por seis estados liderados por republicanos. Un tribunal de distrito desestimó el caso a principios de esta semana y los estados piden ahora al tribunal de apelaciones una orden judicial preliminar que detenga la política.
El 8º Circuito dio a la administración hasta el lunes para responder a esa solicitud, y los estados podrán responder a esa respuesta el martes.
Los detalles del programa de condonación de préstamos estudiantiles
El programa de condonación de préstamos estudiantiles de Biden, anunciado por primera vez en agosto, tiene como objetivo brindar alivios de hasta US$ 20.000 a millones de prestatarios antes de que se reanuden los pagos de los préstamos en enero, después de una pausa de casi tres años relacionada con la pandemia.
La administración lanzó oficialmente la aplicación para solicitar el alivio el lunes, tras un breve “período beta” durante el fin de semana pasado.
No todos los receptores de préstamos estudiantiles pueden acogerse a la reducción de la deuda. En primer lugar, solo quienes tengan préstamos estudiantiles federales pueden solicitar el beneficio. Los préstamos estudiantiles privados están excluidos.
En segundo lugar, los prestatarios de ingresos altos en general están excluidos. Los prestatarios individuales que ganen menos de US$ 125.000 al año y los matrimonios o cabezas de familia que ganen menos de US$ 250.000 anuales podrán tener una condonación de hasta US$ 10.000 de su deuda de préstamos estudiantiles federales.
Si un prestatario que cumple los requisitos también recibió una beca federal Pell mientras estaba matriculado en la universidad, la persona puede optar a la condonación de la deuda de hasta US$ 20.000. Las becas Pell se conceden a millones de estudiantes de bajos ingresos cada año, basándose en factores como el tamaño y los ingresos de la familia y el coste que cobra la universidad. Estos prestatarios también tienen más probabilidades de tener dificultades para pagar su deuda estudiantil y terminar en mora.