(CNN) – Las elecciones de 2022 se perfilan, hasta ahora, mejor de lo que los demócratas habían imaginado. Ahora son favoritos para conservar el Senado, y parece probable que mantengan sus pérdidas en la Cámara de Representantes por debajo del promedio histórico de las elecciones intermedias para el partido que controla la Casa Blanca.
También parece que están haciéndolo bastante bien en las elecciones a gobernador. En los seis estados en los que el presidente Joe Biden ganó por menos de 5 puntos en 2020 y en los que también se celebran elecciones a gobernador este año, los demócratas tienen una clara ventaja (Michigan y Pensilvania) o se encuentran en contiendas de pronóstico reservado (Arizona, Nevada y Wisconsin) en cinco de ellos.
La excepción es Georgia, donde la heroína demócrata Stacey Abrams presenta su segunda candidatura a gobernadora.
Abrams lucha en la carrera por la gubernatura de Georgia
El mes pasado, se publicaron tres encuestas diferentes del estado del durazno que cumplen con el estándar de CNN para su publicación. Las tres ponen al gobernador republicano Brian Kemp por delante de Abrams en esta revancha de 2018.
- CBS News/YouGov daba a Kemp una ventaja del 52% al 46%
- El Marist College tenía a Kemp por encima del 50% al 44%
- La Universidad de Monmouth encontró que el 49% de los georgianos apoyaría a Kemp mientras que el 45% respaldaría a Abrams
Estas encuestas coinciden con el promedio de los últimos sondeos, que dan a Kemp una ventaja de unos 5 puntos con cerca del 50% de los votos. Este último dato es importante porque para ganar en noviembre se necesita la mayoría de los votos para evitar una segunda vuelta en diciembre.
Kemp está en una posición considerablemente mejor que la que tenía a estas alturas hace cuatro años. En ese entonces, los dos candidatos estaban básicamente empatados a finales de septiembre. Kemp ganó por apenas 1,4 puntos, evitando por poco la segunda vuelta.
Parte de la ventaja de Kemp es que este año está en funciones. De los seis estados que apoyaron ajustadamente a Biden en 2020 y que celebran elecciones a gobernador este año, Georgia es el único con un titular del partido republicano en la papeleta de gobernador. Los titulares no reciben un impulso tan grande en las urnas como pasaba antes, pero siguen recibiendo cierto empuje.
De hecho, Kemp es un gobernador muy querido. Las encuestas de la semana pasada sitúan su aprobación neta (aprobación menos desaprobación) o su favorabilidad (favorable menos desfavorable) en territorio positivo. No es una hazaña fácil en un estado indeciso como Georgia.
Pero no todo se trata de Kemp. Abrams tenía un índice de favorabilidad neto negativo en la encuesta de Marist y estaba en equilibrio en la encuesta de Monmouth.
El problema para Abrams no es que carezca de seguidores devotos. El mismo número de votantes en la encuesta de Monmouth dijo que definitivamente votaría por Abrams (33%) que por Kemp (34%). Un mayor porcentaje de partidarios de Abrams dijo que apoyaba con mucho entusiasmo a su candidata (74%) que los partidarios de Kemp (58%) en la encuesta de CBS News.
El problema de Abrams es que la candidata, conocida por sus esfuerzos para aumentar la participación electoral, parece estar rezagada entre los votantes indecisos. Kemp lidera por 10 puntos entre los independientes en el promedio de las encuestas recientes.
Tal vez al ir en contra del entonces presidente Donald Trump y al certificar el voto presidencial de 2020 en el estado, Kemp logró atraer a una parte de los votantes de Biden de 2020: el 11% de ellos, según la encuesta de Marist. Abrams está ganando el 5% de los votantes de Trump, encontró la encuesta. En un estado donde la elección presidencial se determinó por 0,24 puntos en 2020, esto marca la diferencia.
Y si bien Kemp obtiene mejores resultados entre los votantes con mayor probabilidad de acudir a las urnas, también lidera entre todos los votantes registrados. En otras palabras, su ventaja sobre Abrams no se debe únicamente a la participación.
Para que Abrams gane, probablemente necesitará que ocurra una de estas dos cosas. O bien tendrá que convencer a los votantes de que Kemp es demasiado extremista para Georgia, o necesita que las encuestas resulten inexactas.
Desafortunadamente para Abrams, las encuestas en Georgia han sido más precisas que en el promedio de los estados indecisos en los últimos ciclos electorales.