(CNN Español) – Se cumplen los primeros 100 del gobierno del presidente Gustavo Petro en medio de altibajos que lo han puesto en el centro de algunas polémicas en el arranque de su gobierno.
Desde propuestas divisivas, como una reforma tributaria que siempre causa malestar en el país, pasando por el precio del dólar que se disparó en los primeros meses de su gobierno, una propuesta de transición energética, que ha sido recibida con nerviosismo por algunos sectores, y hasta una polémica por unos plumones para la casa privada, el presidente Gustavo Petro y su gobierno han tenido que salir a apagar algunos incendios en apenas 100 días de gobierno.
“Tenemos un presidente que parece seguir en campaña con un gabinete bastante inexperto que suele hablar más de la cuenta y generar escándalos innecesarios que tienen efectos graves, por ejemplo, en la tasa de cambio, con el precio del dólar, una bancada que le funciona, ya le aprobó más y más altos impuestos para los colombianos y la paz total, dos de sus leyes principales”, le dijo a CNN el analista político Ricardo Galán.
Y, si bien el arranque ha sido difícil, lo cierto es que encuestas recientes le han dado un espaldarazo a su gestión. Una encuesta de Invamer le da el 49,7% de aprobación a la manera en que está desempeñando su labor como presidente y 42,7% de desaprobación. Y otra encuesta, del Centro Nacional de Consultoría, le dio el 61% de imagen positiva para Petro frente al 23% de imagen negativa, según sondeos publicadas una semana antes de los 100 días.
Estos son algunas polémicas en los 100 días de Petro.
Un dólar que alcanzó máximos históricos
El precio del dólar ha sido uno de los temas más criticados en los 100 primeros días de gobierno de Petro, pues llegó a máximos históricos de 5.100 pesos por unidad. El 7 de agosto, el día de la toma de posesión, la cotización era de unos 4.300 pesos por dólar.
Y si bien su ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha prometido “una política macroeconómica responsable”, lo cierto es que tras la victoria de Petro en las elecciones hubo un nerviosismo de los mercados frente a la reforma tributaria, que sumado al contexto internacional de alta inflación, cortes en la cadena de suministros y el alza de energía y alimentos potenciada por la guerra en Ucrania, hicieron que el peso colombiano se depreciara.
Actualmente, el precio del dólar ronda los 4.800 pesos, una baja que según Petro tiene que ver con el impacto de la política de Estados Unidos en la economía mundial.
“[El precio del dólar] está bajando porque hubo elecciones en Estados Unidos”, les dijo Petro a periodistas durante su visita a Francia la semana pasada. “Es que cualquier estornudo en el mundo puede producir un alza o un bajón porque el sistema económico mundial goza de una alta inestabilidad actual y está enfermo”.
Petro rechazó la idea de algunos analistas que dicen que sus declaraciones hacen que el precio del dólar suba o baje y dijo que se debe a un contexto más amplio.
“Todas estas personas que cifran el alza o la baja de acuerdo a lo que diga o no diga Petro, pues están totalmente equivocadas. Lo que tenemos es un sistema económico muy vulnerable, muy inestable en todo el mundo y enfermo”, dijo Petro el pasado 10 de noviembre.
El vaivén de declaraciones por la transición energética
Una de las promesas de campaña de Petro fue una transición energética de la matriz dependiente del petróleo y el carbón a las energías renovables. Y con ello, poner fin al extractivismo, a través de un “desescalamiento gradual”. Pero una cosa es una propuesta como candidato y otra, llevarla a cabo.
La propuesta de Petro de abrir la posibilidad de no continuar con nuevos contratos de exploración de petróleo en el país, uno de los segmentos de la economía que más ingresos le genera a Colombia, causó incertidumbre en algunos sectores.
“En general hemos visto un fuerte impacto de los mercados colombianos, en particular del dólar, y también en las tasas de interés, en la medida en que esta propuesta genera mucha incertidumbre”, dijo a CNN Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Credicorp Capital en Bogotá.
Mucho se comentó entonces sobre la posibilidad de que se fuera a caer la industria petrolera, pero Petro ha salido al paso de estas críticas y dijo que los “contratos de explotación y exploración de hidrocarburos vigentes continúan”. Además, respondiendo las críticas de sus opositores que aseguraban —falsamente— que se “prohibirá el petróleo y el gas”, Petro dijo que en ninguna parte de Colombia “se ha prohibido ni el petróleo ni el gas” y que estos seguirán produciéndose normalmente.
La reforma tributaria se quedó sin impuestos clave
Es común que una reforma tributaria sea algo de lo menos atractivo para muchos ciudadanos y contenedores políticos, pero la de Petro logró pasar en Cámara y Senado en estos primeros 100 días, por supuesto no exenta de fuertes críticas de ambos lados del pasillo.
En primer lugar, el impulso necesario que necesitaba Petro para financiar los programas sociales, que son la bandera de su gobierno, se quedó en veremos, puesto que si bien Petro buscó recaudar 25 billones de pesos con esta reforma, con las modificaciones que sufrió el texto en su paso por el legislativo se recaudarán 20 billones de pesos, (unos US$ 4.000 millones).
Y de la reforma tributaria, luego de vaivenes políticos y mucha controversia, fue retirada la propuesta para gravar las pensiones más altas. Según los cálculos del ministro de Economía, José Antonio Ocampo, eso implicaba gravar a un 0,2% de los pensionados con un tributo del entorno del 20%.
Ese impuesto se cayó, como también se cayeron las reformas a los impuestos vinculados al petróleo y el carbón. Petro anunció a finales de octubre una modificación de la sobretasa al impuesto de renta que pagan los sectores del petróleo y el carbón. El aporte que hagan va a depender del precio internacional de los productos, de forma que si los precios llegan a cierto punto bajo no habrá sobretasa.
Se quedaron por fuera otros impuestos propuestos por sectores cercanos al gobierno como los impuestos a las Iglesias. Un artículo proponía gravar con una renta del 20% a las iglesias para actividades que no tienen que ver con el culto, la educación o beneficencia, según expuso la congresista Katherine Miranda, autora de la proposición. Pero si bien fue aprobado en la Cámara, el texto no pasó en el Senado y en la conciliación entre las dos cámaras no fue aprobado, por lo que al final se cayó.
Protestas en menos de 100 días
Los primeros dos meses del gobierno Petro no se habían cumplido y la oposición convocó a marchas a finales de septiembre rechazando, entre otros, la reforma tributaria, el aumento del precio de los combustibles, lo que llamaron “desinstitucionalización” del país por cuenta de la salida de decenas de militares de alto rango en este gobierno y la reactivación de las relaciones con Venezuela, este último una de las políticas clave de Petro.
Miles de personas marcharon contra Petro a final de septiembre en diferentes ciudades del país.
La polémica de los plumones para la casa privada presidencial
Finalmente, las decisiones administrativas del gobierno no estuvieron libres de controversia. A principios de octubre se conoció una serie de millonarias compras para amoblar las casas privadas del presidente y la vicepresidenta, que fueron criticadas incluso desde su propio partido y sus aliados.
Se trata de dos compras del Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre, una por 93 millones de pesos en electrodomésticos (unos US$ 20.000 al cambio actual) y otra por casi 80 millones de pesos en lencería y ropa de hogar (unos US$ 17.500).
Las críticas estallaron pues las compras se dieron en medio de un plan de austeridad de gastos estatales anunciado por el presidente. Petro dijo que la compra la ropa de cama es destinada para las personas del servicio. Según él, las condiciones para los empleados de la Casa de Nariño eran de “discriminación absoluta frente a su comida y sus habitaciones”.