(CNN) – El Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, pidió a los países participantes que el fútbol fuera el centro de atención del Mundial de Qatar, pero no ha sido así.
El organismo rector del fútbol mundial entró en conflicto con siete países europeos por amenazar con sanciones a cualquier jugador que lleve el brazalete “OneLove” durante los partidos.
El anuncio de la FIFA creó una brecha entre el organismo rector del fútbol y las siete naciones implicadas, aunque ninguna de las partes ha evitado las críticas.
El brazalete “OneLove” —que presenta el contorno de un corazón rayado en diferentes colores— iba a ser usado por los capitanes de Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Suiza y Gales en la Copa del Mundo con el objetivo de promover la inclusión y mostrar la solidaridad con personas de diferentes géneros e identidades sexuales.
Sin embargo, horas antes de que el capitán de Inglaterra, Harry Kane, usara el brazalete en el partido contra Irán este lunes, la FIFA dijo que cualquier jugador que llevara los brazaletes recibiría una tarjeta amarilla, con lo que correría el riesgo de ser expulsado o de que se le prohibiera participar en un partido posterior del torneo.
El reglamento de la FIFA establece que los capitanes de los equipos deben llevar brazaletes proporcionados por el organismo rector, aunque éste dijo que “apoya todas las causas legítimas, entre ellas, la de ‘OneLove’”.
Sin embargo, la disputa ha continuado como un espectáculo secundario del propio torneo.
Si bien jugadores como Kane no usaron el brazalete, la ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, sí lo hizo al hablar con Infantino en el partido entre Bélgica y Canadá el miércoles.
La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, también llevó el brazalete con Infantino sentado cerca durante la derrota de su país contra Japón (2-1).
“Es bastante aterrador para las comunidades LGBTQ de todo el mundo ver que nuestras vidas son tan controversiales… Se ha convertido en un debate bastante doloroso y prolongado que cuestiona a escala mundial la validez de las vidas LGBTQ+”, dijo Liz Ward, directora de programas de la organización benéfica LGBTQ+ Stonewall, a CNN Sport.
En un comunicado conjunto, las siete federaciones europeas afirmaron que habían pedido a sus capitanes que no llevaran el brazalete ‘OneLove’, ya que no podían “poner a los jugadores en una posición en la que pudieran enfrentarse a sanciones deportivas, incluidas las amonestaciones”.
Esta postura fue reforzada por Jakob Jensen, director general de la Federación Danesa de Fútbol, quien declaró esta semana a CNN Connect the World que “no es responsabilidad de los jugadores discutir los derechos humanos en Qatar, ni discutir las decisiones de la FIFA”.
“Estos fantásticos jugadores de fútbol de nuestro equipo soñaron con la Copa del Mundo desde que eran niños”, dijo Jensen.
“No queremos sacarlos del terreno de juego. Queremos que los partidos se ganen en el campo, no detrás de un escritorio. Por eso hemos decidido hacer esto”, añadió.
Si los jugadores reciben dos tarjetas amarillas en dos partidos diferentes, quedan automáticamente suspendidos para su siguiente partido en el Mundial, mientras que dos tarjetas amarillas en el mismo partido suponen la expulsión.
Pero algunos exjugadores creen que hubiera sido un riesgo que valía la pena tomar.
“Habría sido una gran declaración”, dijo el excentrocampista de la República de Irlanda Roy Keane, hablando en calidad de comentarista en ITV.
“Al hacerlo en el primer partido, si te sacan la tarjeta amarilla, imagina qué mensaje habría dado Kane o [el capitán de Gales, Gareth] Bale”.
“Lo haces y luego el siguiente partido sigues adelante. No tienes que volver a usarlo porque obviamente no quieres que te suspendan. Creo que fue un gran error”.
Josh Cavallo, el único jugador de fútbol masculino de primera división abiertamente gay del mundo, dijo a CNN que se sentía “excluido” por la decisión de sancionar a los jugadores por llevar el brazalete, mientras que otros han cuestionado el impacto que podría tener ese gesto en Qatar, un país donde las relaciones sexuales entre hombres son ilegales y se castigan con hasta tres años de prisión.
“Las conversaciones que tuve con personas de la comunidad LGBTQi+ plantean que ese mensaje como vago y carente de una declaración real sobre lo que realmente está tratando de lograr”, dijo a los periodistas el mediocampista australiano Jackson Irvine.
Un grupo de la campaña está de acuerdo.
“El brazalete ‘OneLove’ no fue más que un gesto simbólico”, dijo Khya Gott, representante de Pride in Football, a CNN Sport.
“No implica las declaraciones dramáticas que ellos buscaban. Los gestos de los jugadores son importantes, y muy necesarios, pero solo si se hacen correctamente”.
Gott también señaló que la campaña “OneLove” no se trata solo de los derechos LGBTQ, sino de acabar con la discriminación en todas sus formas.
Esto quedó claro en un comunicado de prensa de septiembre de la Asociación Inglesa de Fútbol, que dijo que la campaña utiliza el poder del fútbol para “promover la inclusión y enviar un mensaje contra la discriminación de cualquier tipo, en momentos en que los ojos del mundo se posen en el juego global”.
Los capitanes de los equipos llevaron el brazalete “OneLove” durante los partidos de la UEFA Nations League varios meses antes del comienzo del Mundial, pero no fue hasta el lunes cuando la FIFA anunció la posibilidad de sancionar a los jugadores que lo usaran en Qatar.
Esto no ha disuadido del todo a algunos jugadores de intentar expresar sus sentimientos sobre la polémica del ‘OneLove’ de otras maneras.
Los jugadores de Alemania se taparon la boca con las manos antes de su partido contra Japón, señalando que la FIFA les había impedido usar su voz para hablar de ciertos temas en la Copa Mundial.
La Asociación Danesa de Fútbol se manifestó igualmente agraviada por la situación.
“Estamos tratando de presionar a la FIFA sobre este tema”, dijo Jensen. “Escribimos a la FIFA el 19 de septiembre [sobre el uso del brazalete ‘OneLove’]. Recibimos una respuesta el mismo día en que Inglaterra jugaba su partido”.
“Me parece muy insatisfactorio… Seguimos presionando, pero hicimos todo lo posible antes de los partidos y la FIFA llegó muy tarde”.
La CNN ya se puso en contacto con la FIFA en relación con las críticas sobre su respuesta a la campaña “OneLove”, pero no recibió respuesta.
Antes de que los países anunciaran que sus capitanes no llevarían el brazalete en Qatar, la FIFA había presentado su propia campaña “No a la discriminación” y dijo que los 32 capitanes tendrían la oportunidad de llevar un brazalete relacionado con la campaña.
El brazalete “OneLove” no es el único caso de atuendo que no es aceptado en la Copa Mundial. El periodista estadounidense Grant Wahl y la excapitana de Gales, Laura McAllister, declararon que se les pidió que se quitaran la ropa con los colores del arco iris, un símbolo de los derechos LGBTQ.
Wahl afirmó que fue liberado 25 minutos después de ser detenido y que recibió las disculpas de un representante de la FIFA y de un alto miembro del equipo de seguridad del estadio.
Cuando se le pidió que aclarara cuál es el código de vestimenta para los aficionados, la FIFA remitió a la CNN al manual del torneo, en el que se afirma que “los expatriados y los turistas son libres de llevar la ropa que deseen, siempre que sea modesta y respetuosa con la cultura”.
El comité organizador de Qatar, por su parte, prometió en el pasado que organizaría una Copa del Mundo “inclusiva y libre de discriminación” frente a las críticas de Occidente sobre sus leyes anti-LGBTQ, críticas que Infantino, hablando en general sobre el historial de derechos humanos de Qatar, tachó de “hipócritas” antes del torneo.
Pero en cuanto al brazalete “OneLove”, la impresión generalizada es que el fútbol ha fallado un gol abierto cuando se trata de mostrar solidaridad con la comunidad LGBTQ.
Ward reconoció que la inclusión de la comunidad LGBTQ en Oriente Medio “no se resolverá en absoluto con un brazalete”, pero añadió que ésta era una oportunidad para demostrar “que el fútbol es un juego que ha cambiado”.
“¿Qué significa en 2022 —se preguntó— tener la oportunidad de celebrar la inclusión LGBT y en cambio barrerla bajo la alfombra?”
Becky Anderson y Christiane Amanpour de CNN contribuyeron a la información.