Doha, Qatar (CNN) – En vísperas de la Copa del Mundo de 2022 en Qatar, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lanzó un discurso contra los críticos occidentales del controvertido torneo en un explosivo monólogo de una hora de duración.
Infantino, el presidente del organismo rector del fútbol mundial, miró con tristeza mientras se dirigía a cientos de periodistas en Doha, Qatar, el sábado.
“Aprendimos muchas lecciones de los europeos, del mundo occidental”, dijo, refiriéndose a las críticas al historial de derechos humanos de Qatar.
“Lo que los europeos hemos estado haciendo durante los últimos 3.000 años, deberíamos disculparnos por los próximos 3.000 años antes de comenzar a dar lecciones morales”.
A pesar de que el partido inaugural comenzará el 20 de noviembre, Infantino apenas habló de fútbol y centró su atención en lo que llamó la “hipocresía” de la crítica occidental.
En una notable rueda de prensa, Infantino parecía agotado. Ha pasado mucho tiempo defendiendo la decisión de la FIFA en 2010 de otorgar la Copa del Mundo a Qatar. Una decisión controvertida tomada cuando no era presidente del órgano de gobierno.
Este torneo será un evento histórico, la primera Copa del Mundo que se llevará a cabo en el Medio Oriente, pero también está sumido en la controversia, con gran parte de la preparación centrada en los derechos humanos, desde la muerte de los trabajadores migrantes y las condiciones que muchos han soportado en Qatar, hasta los derechos LGBTQ y de las mujeres.
El italiano abrió la conferencia de prensa hablando durante una hora. El presidente de la FIFA dijo a los periodistas que él sabía lo que se siente ser discriminado, ya que fue acosado cuando era niño por tener el pelo rojo y pecas.
“Hoy me siento qatarí. Hoy me siento árabe. Hoy me siento africano. Hoy me siento gay. Hoy me siento discapacitado. Hoy me siento un trabajador migrante”, dijo, frente a una audiencia atónita.
“Siento esto, todo esto, por lo que he ido viendo y lo que me han contado, como no leo, sino estaría deprimido creo”.
“Lo que he visto me devuelve a mi historia personal. Soy hijo de trabajadores migrantes. Mis padres trabajaban muy, muy duro en situaciones difíciles”.
Infantino dijo que se habían logrado avances en Qatar en una variedad de temas, pero insistió en que un cambio real tomó tiempo y agregó que la FIFA no abandonaría al país después de que terminara el torneo. Sugirió que pensaba que algunos periodistas occidentales se olvidarían de los temas.
“Necesitamos invertir en educación, para darles un mejor futuro, para darles esperanza. Todos debemos educarnos”, dijo.
“La reforma y el cambio llevan tiempo. Tomó cientos de años en nuestros países en Europa. Se necesita tiempo en todas partes, la única forma de obtener resultados es participando […] no gritando”.
Infantino también abordó preguntas sobre la decisión de última hora de prohibir la venta de alcohol en los ocho estadios que albergarán los 64 partidos del torneo. En un comunicado de la FIFA emitido el viernes, el organismo rector dijo que se vendería alcohol en las zonas de fanáticos y lugares autorizados.
Se considera que el país musulmán es muy conservador y regula estrictamente la venta y el consumo de alcohol.
En septiembre, Qatar había dicho que permitiría a los aficionados con entrada comprar cerveza alcohólica en los estadios de la Copa del Mundo tres horas antes del inicio y una hora después del pitido final, pero no durante el partido.
“Primero permítanme asegurarles que cada decisión que se toma en esta Copa del Mundo es una decisión conjunta entre Qatar y la FIFA”, dijo. “Cada decisión es discutida, debatida y tomada en conjunto”.
“Habrá […] más de 200 lugares donde puedes comprar alcohol en Qatar y más de 10 zonas de fans, donde más de 100.000 personas pueden beber alcohol simultáneamente.
“Personalmente, creo que si durante tres horas al día no puedes beber una cerveza, sobrevivirás”.
“Especialmente porque en realidad se aplican las mismas reglas en Francia, España, Portugal o Escocia, donde ahora no se permite cerveza en los estadios”, agregó.
“Parece convertirse en algo grande porque es un país musulmán, o no sé por qué”.
Infantino terminó la conferencia de prensa insistiendo en que todos estarían seguros en Qatar, en medio de las preocupaciones de la comunidad LGBTQ.
La homosexualidad en Qatar es ilegal y está penada con hasta tres años de prisión, pero el presidente de la FIFA prometió que este era un torneo para todos.
“Permítanme mencionar también la situación LGBT. He estado hablando sobre este tema con los máximos dirigentes del país varias veces, no solo una vez. Han confirmado, y puedo confirmar, que todos son bienvenidos”, dijo Infantino.
“Este es un requisito claro de la FIFA. Todos deben ser bienvenidos, todos los que vienen a Qatar son bienvenidos, independientemente de su religión, raza, orientación sexual o creencias. Todos son bienvenidos. Este era nuestro requisito y el estado de Qatar se apega a ese requisito”, dijo Infantino.