(CNN Español) – El 2022 fue el año de la inflación en Estados Unidos o, mejor dicho, de la peor inflación que se ha visto en el país en 40 años. Los altos niveles que se mantuvieron buena parte del año, con un ligero descenso en noviembre, impactaron en el bolsillo de los estadounidenses con las subidas generalizadas y sostenidas en los precios de la gasolina, los alimentos y el alquiler, entre otros bienes y servicios.
El pico se registró en junio cuando la inflación tuvo un aumento de 9,1% en los precios al consumidor, un nuevo récord histórico que no se veía desde 1981, según datos publicados por la oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU.
En ese momento, las percepciones que tenían los estadounidenses sobre la economía eran profundamente negativas: 82% de la población decía que las condiciones económicas del país eran malas, según una encuesta de CNN publicada días después de conocerse el histórico aumento.
Mientras algunos economistas advertían sobre una recesión inminente, el presidente Joe Biden trató de sofocar los temores de una inflación “persistente” y argumentó que los aumentos de los precios eran temporales.
El alza está directamente relacionada con los efectos de la guerra en Ucrania (incluidas las sanciones contra Rusia) provocando una fuerte demanda, disrupciones en las cadenas de suministro y el encarecimiento de la gasolina.
Ante este panorama, la Reserva Federal puso en marcha una serie de agresivos aumentos de las tasas de interés, que incluyó siete subidas consecutivas, para intentar terminar de una vez por todas con la crisis inflacionaria. La inflación aún es alta pero cedió más de lo esperado en noviembre y fue la más baja desde diciembre de 2021.
¿Cuánto subieron los precios y qué implica el descenso que se reportó en los últimos meses de 2022?
De la gasolina al pollo: el año en que todo costó cada vez más
A principios de 2022 la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el mayor exportador de petróleo y gas para los mercados mundiales, contribuyó a catapultar los precios de la gasolina en Estados Unidos que en junio alcanzó un máximo de US$ 5 el galón por primera vez en la historia, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por sus siglas en inglés).
Este aumento hizo más que agobiar a los conductores que necesitaban llenar las bombas de sus automóviles pues, como suele suceder, provocó que los precios de una amplia gama de bienes y servicios, incluidos los alimentos, fueran más costosos.
A mediados de 2022, los precios de los comestibles aumentaron un 12,2% en los 12 meses que terminaron en junio. En ese periodo casi todos los artículos se encarecieron: los huevos subieron un 33,1%, la harina un 19,2% y el pollo un 18,6%. La leche se encareció un 16,4% y las frutas y verduras un 8,1%.
Pero no solo los alimentos fueron más costosos, por ejemplo, la subida en los precios del alquiler en Estados Unidos también dio señales de una crisis inflacionaria. En junio, el alquiler medio nacional alcanzó un nuevo récord de US$ 1.876 al mes, un 14% más que en 2021, según el informe de alquileres de Realtor.com
¿Tocó techo la inflación en EE.UU.?
Aunque es demasiado pronto para declarar la victoria sobre la inflación en Estados Unidos, señala Christine Romans de CNN, desde la gasolina hasta el pollo y los televisores, cada vez hay más señales de que el control de la inflación sobre los bolsillos estadounidenses puede estar aflojándose.
La inflación fue del 7,1% anual en noviembre, según el Índice de Precios de Consumo. Esta tasa, que se situó por debajo de las expectativas de los economistas del 7,3%, fue la más baja desde diciembre de 2021.
“Creo que finalmente estamos recibiendo algún indicio del alivio en el frente de la inflación”, dijo a CNN Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics.
“[La moderación] es clave para que la Fed suelte el pie del freno. No van a quitarle el freno por completo, todavía van a endurecer la política monetaria, pero nos estamos moviendo en la dirección correcta”, agregó.
La desaceleración de la inflación se refleja en la caída en los precios de la gasolina que a principios de diciembre volvieron a los niveles del año pasado. En perspectiva, un galón de gasolina regular ha caído casi 50 centavos en solo un mes, lo que hace que sea alrededor de US$ 10 más barato llenar una camioneta SUV promedio hoy que hace un mes.
Desde entonces, la gasolina ha bajado considerablemente, ya que la desaceleración económica y la preocupación por una recesión mundial han contribuido a reducir la demanda de petróleo en todo el mundo.
Según los analistas energéticos, la liberación por parte del Gobierno de Biden de cantidades sin precedentes de petróleo de emergencia de la Reserva Estratégica de Petróleo a principios de año también ha contribuido al desplome de los precios.
Los alquileres por las nubes y los precios de los automóviles siguen en aumento, pero más lentamente. Después de alcanzar un récord este verano, los precios del pollo han caído de manera notoria. Y, según el sitio inmobiliario RealPage, los alquileres de departamentos han caído durante tres meses consecutivos.
Christine Romans, Julia Horowitz, Xavier Serbiá, Betsy Klein, Jennifer Agiesta, Paul R. La Monica, Nicole Goodkind, Alicia Wallace, Matt Egan, Danielle Wiener-Bronner contribuyeron a este reporte