(CNN) – Los brasileños asisten a dar el último adiós al gran rey del fútbol, Pelé, con un velatorio público de 24 horas, que comenzó este lunes en el Estadio Urbano Caldeira, la casa de su antiguo club de fútbol Santos.
Incluso el recién juramentado presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asistirá al velorio de Pelé este martes a las 9 a.m. hora local (7a.m., hora de Miami), anunció su oficina de prensa. Lula da Silva “rendirá homenaje y tributo a Edson Arantes do Nascimento, Pelé, y mostrará su solidaridad a la familia, en la mañana del martes 3 de enero, en la ciudad de Santos”, se lee en un comunicado.
Este martes, una procesión fúnebre llevará el ataúd de Pelé por las calles de la ciudad de Santos, incluso pasando por la calle donde vive la madre de Pelé, Celeste Arantes, de 100 años.
La procesión continuará hasta el lugar de descanso final de Pelé, el cementerio Memorial Necrópole Ecumênica, donde se realizará un funeral privado para los familiares.
El coche fúnebre que transportaba el ataúd de Pelé fue recibido con fuegos artificiales tras salir del Hospital Albert Einstein de São Paulo, donde el tres veces ganador de la Copa del Mundo murió por una falla orgánica múltiple debido a la progresión del cáncer de colon el 30 de diciembre.
El coche fúnebre estaba bajo una fuerte escolta policial cuando se dirigía al estadio, donde se colocará su féretro en el medio del campo.
Los fans ya habían comenzado a llenar las calles en las primeras horas de la mañana del lunes, muchos con banderas o pancartas con mensajes de ‘O Rei’. “Pelé, eres eterno”, decía uno a un costado de la carretera.
Durante más de 60 años, el nombre de Pelé ha sido sinónimo de fútbol. Jugó en cuatro Copas del Mundo y es el único jugador en la historia en ganar tres, pero su legado se extendió mucho más allá de su trofeo y su notable récord de goles.
“Nací para jugar al fútbol, al igual que Beethoven nació para escribir música y Miguel Ángel nació para pintar”, dijo Pelé.
Pelé, cuyo nombre de nacimiento es Edson Arantes do Nascimento, es ampliamente considerado como uno de los mejores jugadores de la historia y Brasil celebró tres días de luto nacional tras su muerte.
Han llegado tributos de estrellas del deporte, políticos y músicos de todo el mundo a un hombre que trascendió su deporte y se convirtió en un icono mundial.