(CNN) – Las dos imágenes de un mismo Biden fueron llamativas.
En Varsovia, Polonia, el presidente Joe Biden expresó su apoyo inequívoco a los refugiados surgidos de la brutal invasión rusa de Ucrania. Pero de regreso a casa, su administración apenas unas horas después anunció su política más dura hasta el momento, destinada a rechazar a los inmigrantes, muchos de los cuales huyen de la persecución y la ruina económica en sus países de origen.
Desde detrás de un podio que adorna el icónico sello de la presidencia de EE.UU. y frente a un conjunto de banderas estadounidenses, ucranianas y polacas, Biden transmitió este martes un mensaje conmovedor: Estados Unidos siempre estará con Ucrania del lado de la democracia y la libertad.
En declaraciones previas al primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, Biden dijo que era crítico cuidar a millones de ucranianos cuyos hogares, familias y medios de subsistencia han sido destruidos durante el último año.
“Miren lo que han hecho hasta ahora. Polonia acoge a más de 1,5 millones de refugiados de esta guerra. Dios los bendiga”, dijo Biden a la multitud reunida en el Castillo Real. “La generosidad de Polonia, su voluntad de abrir sus corazones y sus hogares, es extraordinaria”.
De vuelta en casa, esa muestra de aprecio al pueblo polaco tocó una fibra sensible.
Este martes por la tarde, los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional anunciaron la política más restrictiva de la administración hasta el momento, destinada a reducir la cantidad de migrantes que buscan solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. La regla recién propuesta, que entraría en vigencia en mayo y recuerda una política controvertida que se remonta a la administración de Donald Trump, prohíbe en gran medida que los migrantes que viajaron a través de otros países en su camino hacia la frontera sur de EE.UU. soliciten asilo en ese país.
La decisión marca una desviación significativa del protocolo de larga data que permite a los migrantes solicitar asilo independientemente de cómo llegaron a suelo estadounidense.
“Es una contradicción”, dicen críticos de la política migratoria de Biden
Si bien las dos poblaciones (refugiados que huyen de la guerra y solicitantes de asilo) son diferentes, el contraste entre las propias palabras de Biden dirigidas a los refugiados en Europa y la política recién anunciada de su administración en la frontera sur de EE.UU. no pasó desapercibida entre los defensores de la inmigración y los derechos humanos y los legisladores demócratas por igual, algunos de los cuales se apresuraron a expresar su consternación.
Un alto asesor demócrata, que pidió permanecer en el anonimato para hablar con libertad, describió sin rodeos la situación como una “verdadera contradicción”.
“Ves al presidente realmente destacando cuántos refugiados ha aceptado Polonia”, dijo el asesor. “Y luego, el mismo día, hay una implementación para reducir de manera muy activa la cantidad de personas que incluso pueden acceder a nuestro sistema de asilo”.
Los funcionarios de la administración han citado nuevos programas que permiten que ciertos inmigrantes soliciten venir a Estados Unidos y subrayaron los esfuerzos para ampliar el acceso a vías legales en su defensa de la ley. La administración también ha argumentado que la medida es parte de un esfuerzo más amplio para establecer el orden en un sistema de inmigración que ha estado bajo una inmensa presión y abordar a los inmigrantes con solicitudes de asilo válidas, que se determinan caso por caso.
Aún así, el anuncio sirvió como otro recordatorio de cómo la situación en la frontera de EE UU. ha demostrado ser uno de los problemas políticos más espinosos para la Casa Blanca de Biden. Durante la primera mitad del primer mandato del presidente, Biden y sus principales asesores lidiaron con el Título 42, una restricción fronteriza de la era Trump que la administración ha criticado públicamente y en la que se ha apoyado para sofocar el flujo de migrantes que llegan a la frontera de EE.UU. La ley es objeto de un litigio en curso.
Dado que esa política expirará en mayo, encontrar y hacer cumplir otras medidas para restringir a los miles de migrantes que llegan a la frontera sur de EE.UU. solo se ha vuelto más urgente para La Casa Blanca, particularmente mientras los legisladores republicanos están ansiosos por pintar a Biden como un presidente débil para controlar la frontera.
Pero el mosaico de políticas implementadas por la administración en las últimas semanas ha puesto al presidente directamente en desacuerdo con sus propios aliados.
Los miembros del Caucus Hispano del Congreso expresaron previamente su frustración con la administración cuando los funcionarios dieron una vista previa de la regla el mes pasado, y dijeron que las nuevas políticas fronterizas los sorprendieron y decepcionaron por lo que dijeron es una falta de compromiso directo por parte de la Casa Blanca.
La administración trató de corregir el rumbo en reuniones privadas la semana pasada con los legisladores sobre la publicación anticipada de la nueva regla de asilo. Pero en una reunión a puertas cerradas con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, los senadores hispanos demócratas mantuvieron su fuerte oposición y expresaron sus preocupaciones constantes, según una fuente familiarizada con la reunión.
Entre los presentes en la sala estaba el senador demócrata Bob Menendez de Nueva Jersey. Menéndez, que previamente había escrito una carta al presidente para compartir sus preocupaciones, condenó la regla de asilo propuesta este martes en una declaración conjunta con los senadores demócratas Cory Booker de Nueva Jersey, Ben Ray Lujan de Nuevo México y Alex Padilla de California.
“Estamos profundamente decepcionados de que la administración haya optado por seguir adelante con la publicación de esta regla propuesta, que solo perpetúa el mito dañino de que los solicitantes de asilo son una amenaza para esta nación. En realidad, están siguiendo un camino legal en Estados Unidos”, dice el comunicado.
“Tenemos la obligación de proteger a los migrantes vulnerables en virtud del derecho nacional e internacional y no debemos dejar a los migrantes vulnerables varados en países que no pueden protegerlos”, continuó.
En un comunicado, Luis Miranda, vocero del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que la propuesta “es parte de un plan único en su tipo que amplía las vías legales y ya ha reducido la inmigración ilegal al mismo tiempo que permite que miles de personas ingresen legalmente a la Estados Unidos sin tener que poner su vida en manos de contrabandistas”.
Aún así, los defensores de los inmigrantes y exfuncionarios de Biden han criticado la medida, calificándola de un giro de la promesa de Biden de restaurar el asilo y un movimiento hacia las políticas de la era Trump. Biden ha prometido durante mucho tiempo adoptar un enfoque humano de la situación en la frontera, una promesa que algunos críticos dicen que la actual Casa Blanca podría arriesgarse a romper con algunas de sus políticas fronterizas restrictivas.
Anu Joshi, subdirector del Departamento Nacional de Defensa Política de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, dijo en un comunicado: “Esta prohibición de asilo es, en esencia, la prohibición de asilo de Trump con un nombre diferente”.