Amarillo, Texas (CNN) – Durante aproximadamente cuatro horas de argumentos, un juez federal en Texas hizo preguntas que apuntan a que considera seriamente anular la autorización del Gobierno de EE.UU. a la mifepristona, que se utiliza para los abortos con medicamentos, así como bloquear las medidas de la agencia para flexibilizar las reglas sobre su uso.
Pero el juez federal de distrito Matthew Kacsmaryk, designado por el expresidente Donald Trump, también dio señalas de que evalúa escenarios en los que podría mantener intacta la aprobación del año 2000 del medicamento, mientras bloquea otras reglas de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés).
Los médicos y las asociaciones médicas contra el aborto que presentaron la demanda buscan una orden judicial preliminar que exigiría a la FDA retirar o suspender la autorización de la mifepristona. Algo que, a su vez, que bloquearía los recientes cambios regulatorios de la agencia para hacer que estas píldoras sean más accesibles.
Aquí, las conclusiones de la audiencia:
1. El juez se centró en el proceso de la FDA para autorizar la píldora
Kacsmaryk mostró un interés especial en los argumentos de quienes se oponen al aborto en relación a que la FDA aprobó la mifepristona de manera irregular.
Se concentró en la afirmación de los demandantes acerca de que los estudios que analizó la FDA al decidir si autorizaba el medicamento no coincidían con las condiciones bajo las cuales la agencia permite que se administre.
Erik Baptist, abogado de los demandantes, sostuvo que todos esos estudios incluyeron pacientes que tuvieron ultrasonidos antes de recibir el medicamento, lo cual no se encuentra entre los requisitos de la FDA para recetar píldoras abortivas. Baptist acusó a la FDA de “examinar naranjas y declarar que las manzanas son seguras”.
Kacsmaryk volvió a ese argumento de “manzanas con naranjas” varias veces durante la audiencia.
El abogado del Departamento de Justicia, Daniel Schwei, defendió el enfoque de la FDA, bajo el argumento de que la ley pertinente otorga discreción a la agencia para determinar qué estudios son adecuados para aprobar la seguridad de un medicamento. También dijo que las afirmaciones de los demandantes tenían fallas en los hechos, porque la FDA también estaba analizando estudios en los que los pacientes no tuvieron un ultrasonido.
Kacsmaryk se centró de manera similar en una afirmación de los demandantes de que la FDA violó la ley en el proceso acelerado especial que utilizó para aprobar la mifepristona en 2000.
En un momento, el juez reveló en la audiencia que había descargado una lista de los otros medicamentos que la FDA había autorizado durante el proceso. Revisó la lista de medicamentos, que se componían principalmente de tratamientos para el VIH y el cáncer, y le pidió al Departamento de Justicia su “mejor argumento” de por qué la mifepristona encajaba en esa lista.
2. Demandantes admiten que ninguna otra corte ha hecho lo que le están pidiendo al juez
Una de las preguntas más duras del juez fue si los activistas antiaborto podían mencionar otro caso análogo, en el que un tribunal intervino de la forma en que le están pidiendo a la corte que haga.
Baptist admitió que no había antecedentes y culpó a la FDA por los retrasos en responder las peticiones y desafíos de los ciudadanos. Más adelante en la audiencia, Baptist mencionó otras veces que la FDA había suspendido o retirado medicamentos con base en casos judiciales en otros contextos, y argumentó que esos casos mostraban que Kascmaryk tenía la autoridad para conceder la solicitud de los demandantes.
Los abogados de los acusados, que incluyen tanto a la FDA como a una compañía farmacéutica que fabrica mifepristona e intervino en el caso, rechazaron esos ejemplos. En ese sentido, dijeron que los demandantes se basaban en casos de patentes, en los que la disputa era entre un medicamento de marca y una contraparte genérica, y esos ejemplos no eran análogos aquí.
3. Decisión de la Corte Suprema sobre Roe vs. Wade se considera un “cambio radical”
La demanda por el medicamento para abortar se enfoca en las acciones que tomó la FDA en relación a las píldoras abortivas antes de que la Corte Suprema anulara las protecciones del derecho al aborto en el fallo de Roe v. Wade el verano pasado.
Si bien esa decisión, conocida como Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, no desempeñó un papel importante en los argumentos de este miércoles, el juez sí se refirió a ella y sugirió que podría tener un impacto en su forma de evaluar el caso.
Mencionó a Dobbs al principio de la audiencia y lo planteó específicamente en relación con un escrito que presentaron ante la corte 22 estados liderados por el Partido Republicano que apoyan a los demandantes.
El juez señaló que el documento de los estados argumentaba que las acciones de la FDA infringían las leyes estatales relativas a las píldoras abortivas.
Le preguntó a Erin Hawley, abogada de los demandantes, si Dobbs fue un “evento intermedio” que “cambió el panorama” en torno a la relación entre el gobierno estatal y federal con respecto a la política de aborto.
Hawley estuvo de acuerdo y lo llamó un “cambio radical”.
4. Los ánimos se mantienen en calma, tras señalamientos sobre transparencia
Si Kacsmaryk tenía algún resentimiento por el fracaso en torno a sus esfuerzos por mantener en secreto los planes de la audiencia de este miércoles, no los mostró.
Al cuestionar a las dos partes, Kacsmaryk mantuvo un tono moderado y directo. Hizo preguntas de seguimiento ocasionales para los demandantes, pero no rechazó agresivamente sus argumentos. El contenido de sus preguntas para los defensores de la FDA fue más escéptico, pero sostuvo el enfoque mesurado en sus preguntas y evitó cualquier presión al interrogar al Gobierno y a la compañía farmacéutica sobre el proceso de aprobación.
Al final de la audiencia, agradeció a las partes, así como a quienes presentaron docenas de escritos para la corte por su “excelente” exposición. También reconoció los obstáculos logísticos que atravesaron los abogados en la audiencia para llegar a su juzgado en Amarillo, que está a varias horas en automóvil de las ciudades más grandes de Texas.
El juez no mencionó el hecho de que trató de retrasar el anuncio de la audiencia hasta la noche anterior, lo que habría dificultado que miembros del público y los medios asistieran a los procedimientos del miércoles. Cuando hubo una reacción negativa al reporte de The Washington Post sobre su plan –presentado en una teleconferencia privada con abogados, donde señaló amenazas de muerte y acoso que se habían dirigido al personal del juzgado – anunció la audiencia este lunes.
La sala del tribunal estaba abierta al público, pero solo con asientos limitados: 19 asientos para reporteros y 19 para miembros del público. A las 6 a.m., hora local, de este miércoles ya había filas afuera de la sala del tribunal para reclamar esos asientos. A esos asistentes no se les permitió traer dispositivos electrónicos con ellos, y si salían del juzgado, no se les permitía volver a entrar.
Kacsmaryk advirtió al principio de la audiencia que cualquier persona que interrumpiera el proceso sería retirada de inmediato sin previo aviso. Pero no hubo tales interrupciones.
5. El juez promete orden un dictamen ‘lo antes posible’
Kacsmaryk concluyó la audiencia sin un plazo explícito sobre cuándo tendrá un fallo y les dijo a las partes que emitiría una orden y un dictamen “lo antes posible”.
Mientras daba sus argumentos, Schwei, el abogado del Departamento de Justicia, solicitó que el juez, si fallaba en contra de la FDA, pusiera inmediatamente en pausa esa decisión para que pudiera apelarse. El juez no llegó a prometer una suspensión automática en caso de un fallo adverso, pero reconoció que entendía lo que pedía el Departamento de Justicia.
Una apelación iría primero a un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE.UU., posiblemente la corte de apelaciones más conservadora del país. La decisión del panel podría entonces ser apelada ante el Quinto Circuito en pleno o ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Más allá de estas cuestiones de procedimiento, Kacsmaryk parecía estar lidiando con el impacto práctico de un fallo a favor de los demandantes. Preguntó a los abogados de los demandantes, los abogados del Departamento de Justicia y los abogados de la compañía farmacéutica Danco si sería posible para él bloquear algunas, pero no todas, las acciones de la FDA a las que se dirigían los demandantes. Regresó a la pregunta nuevamente cuando los demandantes estaban listos para la refutación.
También presionó a Baptist, el abogado de los opositores al aborto, sobre si los demandantes buscaban una orden para que la FDA comenzara a retirar el medicamento, un proceso que llevaría meses, o si pensaban que el juez podría retirarlo directamente del mercado.