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El consumo en línea de los estadounidenses privilegia lo barato debido a la inflación
02:47 - Fuente: CNN

(CNN) – Tras meses de un mercado laboral y una economía estadounidenses notablemente sólidos, todo parece estar desacelerándose.

Los últimos datos de alta frecuencia muestran que el consumidor podría estar perdiendo impulso, que las contrataciones se están moderando, que la actividad empresarial se está debilitando, que los sectores sensibles a las tasas de interés están retrocediendo y que la vivienda está sufriendo.

La cuestión es si el informe mensual de empleo de este viernes, sin duda el dato más esperado de la semana, confirmará la tendencia.

La inquebrantable resiliencia del mercado laboral estadounidense es una de las mayores fuentes de tensión de la economía actual. Funcionarios de la Reserva Federal han afirmado que las cifras de empleo y el ritmo de los aumentos salariales deben reducirse antes de que pueda superarse la inflación “pegajosa”.

En el último año, la Reserva Federal (Fed) subió las tasas de interés de casi cero a un rango del 4,75% al 5% para enfriar la economía. Pero las cifras de empleo han superado las expectativas durante los últimos 11 meses. El desempleo se sitúa actualmente cerca de mínimos históricos, en el 3,6%.

Una desaceleración en el informe oficial de empleo de EE.UU. de este viernes podría ser señal de un cambio radical en la economía.

Enfriamiento lento: “Los últimos datos del mercado laboral, junto con nuestras conversaciones con ejecutivos de empresas, indican que los esfuerzos de contratación se han reducido notablemente en numerosos sectores”, escribió Gregory Daco, economista jefe de EY, en una nota este miércoles. Esto podría significar que las nóminas de marzo se sitúen muy por debajo de la estimación de 240.000 del consenso, añadió.

Otros datos de empleo publicados esta semana muestran que las contrataciones pueden estar ralentizándose. ADP estimó que el empleo en el sector privado aumentó en 145.000 puestos de trabajo en marzo, por debajo de la previsión de consenso de 200.000; y la medida de ADP del crecimiento salarial interanual se desaceleró al 6,9% desde el 7,2%.

Por su parte, el informe JOLTS de febrero mostró que las ofertas de empleo se redujeron en 632.000 puestos, hasta los 9,93 millones, frente a los 10,56 millones de enero. Se trata del nivel más bajo de ofertas de empleo desde mayo de 2021.

La fortaleza del consumidor estadounidense —que el CEO de Bank of America, Brian Moynihan, dijo anteriormente que estaba apuntalando por sí solo la economía estadounidense— también parece estar disminuyendo.

El impulso del gasto se enfrió en febrero, y los analistas esperan más debilidad en marzo.

El Tesoro estadounidense publica datos diarios sobre las devoluciones de impuestos, y “el nivel de devoluciones de impuestos a los hogares nos dice algo sobre cuánto apoyo hay al gasto de los consumidores”, dijo Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management. En las últimas semanas, las devoluciones de impuestos llegaron a un ritmo menor que en los dos años anteriores.

“Las condiciones crediticias se están endureciendo y las recientes tensiones en el sector bancario no harán sino exacerbar aún más el impacto, provocando una ralentización del gasto en artículos y servicios de gran valor”, escribió Daco.

Las ventas de viviendas existentes, por su parte, se desplomaron más de un 20% en el último año, y la última encuesta del ISM muestra que la inversión empresarial se está ralentizando. El sector inmobiliario comercial tiene problemas y, aunque los principales índices bursátiles estadounidenses han subido este año, existe una debilidad subyacente en los fundamentos del mercado.

Para concluir: “La economía no está bien. No es gripe, pero es un dolor de garganta. Y es poco probable que mejore en los próximos meses”, escribió Daco.

El informe de empleo de este viernes nos dará una mejor idea de lo enferma que está realmente la economía.

FMI: Las tensiones geopolíticas amenazan aún más la estabilidad bancaria

Las tensas relaciones entre China y Estados Unidos y la invasión rusa de Ucrania provocaron un aumento del aislamiento financiero en los últimos años.

Esas tensiones desaceleraron las inversiones internacionales y perjudicaron los sistemas de pago y los precios de los activos, socavando la estabilidad financiera mundial, escribió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un nuevo informe este miércoles. “Esto, a su vez, alimenta la inestabilidad al aumentar los costes de financiación de los bancos, disminuir su rentabilidad y reducir sus préstamos al sector privado”, señalaron.

El informe llega en un momento en que las líneas de crédito se endurecen tras el colapso del Silicon Valley Bank y la subsiguiente crisis del sistema financiero.

A ello se suma el aumento de las tensiones geopolíticas, según el FMI. “La imposición de restricciones financieras, el aumento de la incertidumbre y las salidas transfronterizas de crédito e inversión provocadas por una escalada de las tensiones podrían incrementar los riesgos de refinanciación de la deuda y los costes de financiación de los bancos”, según el informe, dirigido por Mario Catalán, jefe adjunto del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI.

Esas tensiones, escribieron los investigadores, “también podrían hacer subir las tasas de interés de la deuda pública, reduciendo el valor de los activos de los bancos y aumentando sus costes de financiación”.

Al mismo tiempo, las tensiones geopolíticas también afectan a los bancos a través de la economía real. Las perturbaciones de la cadena de suministro y del mercado de materias primas perjudican al crecimiento y provocan una inflación elevada, lo que reduce la rentabilidad de los bancos.

“Es probable que la tensión disminuya la capacidad de asumir riesgos de los bancos, incitándoles a reducir los préstamos, lo que pesaría aún más sobre el crecimiento económico”, señala el informe.

Walmart reducirá el ritmo de contratación y apostará más por la IA

Walmart planea ralentizar su ritmo de contratación en el próximo año y centrarse en desarrollar tecnología de inteligencia artificial (IA) para atender a los clientes.

El minorista anunció en su reunión anual de inversores de esta semana que tiene la intención de depender en gran medida de la automatización para lograr su objetivo de añadir más de US$ 130.000 millones, o un 4%, en ventas en los próximos cinco años.

“Aumentaremos nuestros ingresos, mejoraremos nuestro margen y mejoraremos nuestro rendimiento de la inversión”, dijo este miércoles el CEO Doug McMillon a los inversores. “Eso se refleja en nuestro plan quinquenal. Creemos que hacer crecer una empresa de este tamaño en el rango del 4% en el tiempo y hacer crecer las ganancias más rápido que las ventas es alcanzable”.

Walmart también dijo que planea atender alrededor del 65% de sus tiendas mediante automatización para 2026. La compañía también anunció que espera que el 55% de los volúmenes de los centros de cumplimiento pasen por almacenes automatizados en los próximos tres años, lo que dijo que reduciría los precios de coste unitario en un 20%.

Las acciones de Walmart cerraron este miércoles con un aumento del 1,7%.