(CNN) – Una droga altamente adictiva que se convirtió en el salvavidas económico de Siria durante una década de aislamiento puede estar funcionando ahora como moneda de cambio en su intento por normalizar los lazos con los estados vecinos, según los analistas.
El captagon, una droga relativamente desconocida fuera de Medio Oriente, ayudó a Siria a convertirse en un narcoestado después de que gran parte de la comunidad internacional aislara su economía debido a la brutal represión de un levantamiento en 2011.
Se trata de un estimulante sintético de tipo anfetamínico, la fenetilina, cuyo nombre comercial es captagon, y que se ha convertido en el centro de un número cada vez mayor de redadas antidroga en todo Medio Oriente. Los expertos afirman que la mayor parte de la producción mundial de captagon sucede en Siria, siendo la región del Golfo su principal destino.
El crecimiento de la industria ha hecho sonar las alarmas en la comunidad internacional. El año pasado, Estados Unidos presentó la Ley 2022 sobre el Captagon, que vinculaba el comercio con el régimen sirio y lo calificaba de “amenaza para la seguridad transnacional”.
Tras más de una década boicoteándolo, los vecinos árabes de Siria están ahora en conversaciones para ofrecer su aceptación al presidente Bashar al-Assad. El líder sirio ha sido recibido en algunas capitales árabes, pero aún no se le ha concedido la normalización definitiva con Arabia Saudita, uno de los enemigos más acérrimos de Siria, y el mayor mercado para sus medicamentos.
Tras el mortífero terremoto del 6 de febrero que sacudió el sur de Turquía y el norte de Siria, aviones de socorro saudíes aterrizaron por primera vez en una década en aeropuertos controlados por el régimen. Y el mes pasado, los medios de comunicación estatales saudíes informaron que Riad estaba en conversaciones con Damasco para reanudar la prestación de servicios consulares entre ambos países.
Según los analistas, es probable que el captagon ocupe un lugar destacado en la agenda de los intentos de normalización.
Los medios de comunicación saudíes han alertado recientemente por el aumento en el consumo de drogas. En septiembre, las autoridades saudíes anunciaron la mayor incautación de drogas ilícitas de la historia del país, después de que se ocultaran casi 47 millones de pastillas de anfetamina en un cargamento de harina y se incautaran en un almacén de la capital, Riad. Desde entonces se han interceptado millones de pastillas más.
La ONU afirma que las incautaciones de anfetamina en la región se refieren predominantemente al captagon.
“El captagon ha sido promocionado como una ‘carta’ en las conversaciones de acercamiento entre el régimen sirio y las contrapartes que persiguen la normalización”, dijo Caroline Rose, analista sénior del New Lines Institute en Washington, que ha estudiado el comercio de captagon.
“El régimen ha estado aprovechando su agencia sobre el comercio de captagon, señalando a los Estados que consideran la normalización que podrían reducir el tráfico de captagon como un gesto de buena voluntad”, dijo Rose a CNN.
Exportado por varios actores, entre ellos contrabandistas sirios, el Hezbolá libanés y milicias iraquíes proiraníes, “el contrabando de captagon vale más que las exportaciones legales de Siria”, afirmó Vanda Felbab-Brown, miembro de la Brookings Institution de Washington y experta en el tema. Hezbolá ha negado cualquier relación con el tráfico de drogas.
El Reino Unido, que el mes pasado impuso nuevas sanciones a sirios relacionados con el tráfico, afirmó que el régimen de Assad se ha beneficiado del comercio de captagon por valor de US$ 57.000 millones. Lo describió como un “salvavidas financiero” para Assad que “vale aproximadamente tres veces el comercio combinado de los cárteles (de la droga) mexicanos”.
Los medios de comunicación estatales de Siria informan con regularidad sobre las redadas de captagon y afirman que el Ministerio del Interior está tomando medidas enérgicas contra su comercio, así como contra el de otros estupefacientes.
Los contrabandistas “reciben entrenamiento militar”
Salah Malkawi, analista jordano que sigue de cerca el comercio, afirma que, a pesar de que Siria lo niegue, es imposible que la droga cruce las fronteras sin la participación de varios actores estrechamente vinculados a Assad y su régimen.
“Comandantes de milicias, agencias de seguridad y fuerzas militares están implicados en la operación de contrabando de drogas”, afirma Malkawi. “La droga no puede llegar a estas zonas sin atravesar decenas de barreras y puestos de control que dependen de la Cuarta División, que está bajo la dirección de Maher al Assad, el hermano del presidente de Siria”.
“He hablado con varios (contrabandistas)”, dijo. “Han recibido entrenamiento militar (…) utilizando tácticas de guerra (…) para llevar a cabo incursiones sofisticadas”.
El Gobierno de Siria no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
Jordania, que apoyó a los grupos contrarios al régimen al comienzo de la guerra civil siria, también ha comenzado a acercarse a Assad en los últimos meses.
Su ministro de Relaciones Exteriores realizó este año su primera visita a Damasco desde el inicio de la guerra civil siria y envió ayuda humanitaria tras el terremoto del 6 de febrero.
Jordania se ha visto directamente afectada por el comercio sirio de captagon debido a la prevalencia de su uso en las regiones fronterizas del noreste del país, dijo Saud Al-Sharafat, ex general de brigada de la Dirección General de Inteligencia de Jordania, así como fundador del Centro Shorufat ِpara el Estudio de la Globalización y el Terrorismo en Ammán, Jordania.
“También hay que tener en cuenta el elevado costo de asegurar las fronteras y el aumento de la presión sobre las fuerzas armadas y los servicios de seguridad”, declaró Al-Sharafat a CNN.
Él ve con buenos ojos la nueva ley sobre el captagon impulsada por EE.UU., describiéndola como “el primer esfuerzo internacional serio” para impedir que el régimen amplíe su uso de la droga “para desestabilizar la seguridad en la región y en el mundo”. Siria podría inundar Europa y los países occidentales con la droga a través de Turquía y utilizarla como moneda de cambio en su contra, afirmó.
Pero incluso si se alcanzan acuerdos entre Siria y sus vecinos para detener las exportaciones de la droga, los expertos afirman que es poco probable que Assad abandone por completo el comercio.
“Eso es pedirle al traficante clave que detenga su negocio”, dijo Felbab-Brown. “Es muy poco probable que el régimen de Assad renuncie a su fuente de ingresos crucial”.
En el mejor de los casos, podría ofrecer soluciones cosméticas al problema, dicen los expertos, prometiendo restricciones más estrictas y una aplicación más dura de la ley en casa a los productores y comerciantes, con los que el régimen niega estar implicado.
Rose, del New Lines Institute, dijo que el régimen puede mantener sus negocios de captagon como una forma de influencia a largo plazo contra sus vecinos, al tiempo que mantiene “cierto nivel de negación plausible con el comercio, culpando a las fuerzas de la oposición y a actores no estatales, mientras emprende una ola de incautaciones superficiales en casa para desviar la culpa del gobierno”.
– Nadeen Ebrahim contribuyó con este reportaje.