(CNN) – La tasa de aparentes suicidios e intentos de suicidio por envenenamiento entre niños y adolescentes se disparó durante la pandemia, según un nuevo estudio. Entre los niños de 10 a 12 años, la tasa aumentó más del 70% de 2019 a 2021.
El nuevo análisis, que se publicó este jueves en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), detalló lo que el Sistema Nacional de Datos de Envenenamiento categorizó como “presuntos suicidios” por autoenvenenamiento para 2021 entre personas de 10 a 19 años. Los registros incluyeron tanto intentos de suicidio como muertes por suicidio.
Los datos mostraron que los intentos de suicidio y los suicidios por envenenamiento aumentaron un 30% en 2021 en comparación con 2019, antes de la pandemia de covid-19.
Los niños más pequeños, de 10 a 12 años, experimentaron el mayor aumento, con un 73%. Para los varones de 13 a 15 años, hubo un aumento del 48,8% en los presuntos suicidios e intentos de suicidio por envenenamiento de 2019 a 2021. Las niñas parecían ser las más impactadas; hubo un aumento del 36,8% en las sospechas de suicidios e intentos de envenenamiento entre las niñas.
“Creo que el grupo que realmente nos sorprendió fue el de 10 a 12 años, donde se observó un aumento del 73%, y puedo decir que desde mi práctica clínica, esto es lo que estamos constatando también”, afirmó el coautor del estudio, el Dr. Chris Holstege, profesor de Medicina de Urgencias y jefe de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia. “Estamos detectando edades muy tempranas que no solía observar intentos de suicidio por envenenamiento”.
“Fue bastante sorprendente desde nuestra perspectiva”, afirmó.
Hace unos veinte años, cuando empezó a trabajar en la Universidad de Virginia, dijo, rara vez trataban a alguien de entre 9 y 12 años por suicidio por envenenamiento. Ahora, lo hacen todas las semanas.
“Se trata de una anomalía bastante nueva en nuestra práctica”, afirmó Holstege.
Fármacos comunes
Los registros mostraron que muchos de los menores usaron medicamentos que se encontrarían comúnmente en la casa, incluidos el paracetamol, el ibuprofeno y la difenhidramina, que se vende bajo marcas como Benadryl.
Hubo un aumento del 71% de 2019 a 2021 en los intentos de suicidio utilizando solo paracetamol, dijo Holstege.
La elección de medicamentos de venta libre es preocupante porque los menores suelen tener fácil acceso a estos productos, y a menudo vienen en grandes cantidades.
Holstege anima a los tutores a guardar todos los medicamentos bajo llave, incluso los aparentemente inocuos de venta libre.
Si un niño sufre una sobredosis de algo como paracetamol o difenhidramina, Holstege anima a los padres a llevar a sus hijos al hospital sin demora, porque la toxicidad del fármaco empeora con el tiempo. También es buena idea llamar a un centro de intoxicaciones, un recurso confidencial que está disponible las 24 horas del día.
“Queremos asegurarnos de que se atiende a los niños en lo que respecta a su salud mental, pero también en lo que respecta a la intoxicación si hay sospechas de que han tomado una sobredosis”, dijo.
La pandemia exacerbó los problemas
El estudio se enfrentó a limitantes. Los datos solo recogen el número de familias o instituciones que llamaron al teléfono de control de intoxicaciones; no pueden contabilizar los intentos de suicidio por otros medios. Tampoco puede captar con exactitud cuántos menores o familias buscaron ayuda en otro lugar que no fuera el centro de control de intoxicaciones, por lo que el aumento de presuntos suicidios podría ser mayor.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) dijo que la pandemia exacerbó los problemas de salud mental que existían incluso antes de la pandemia de covid-19. En 2021, la AAP calificó la salud mental de niños y adolescentes de “emergencia nacional”. Los médicos de las salas de urgencias de todo el país han afirmado que han registrado un número récord de menores que acuden con crisis de salud mental, incluidos intentos de suicidio.
En 2020, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre los menores de 10 a 14 años y la tercera entre los de 15 a 24 años, según los CDC.
Aunque el punto máximo de la pandemia ya quedó atrás, los menores siguen siendo vulnerables emocionalmente, advierten los expertos. Se ha descubierto que los intentos previos de suicidio son el “factor predictivo más fuerte de la posterior muerte por suicidio”, según el estudio.
“Existe una necesidad urgente de reforzar los programas centrados en identificar y apoyar a las personas con riesgo de suicidio, especialmente los jóvenes”, señala el estudio.
Las investigaciones demostraron que existe una importante escasez de profesionales formados y de centros de tratamiento que puedan atender al número de menores que necesitan una mejor atención de salud mental. En agosto, la administración de Biden anunció un plan destinado a facilitar a millones de niños el acceso a servicios de salud mental y física en la escuela.
Conectar a los menores con profesionales
El Dr. Aron Janssen, vicepresidente de asuntos clínicos del Departamento Pritzker de Psiquiatría y Salud Conductual del Lurie Children’s de Chicago, dijo que no le sorprende tal aumento en las sospechas de suicidio “pero no lo hace menos triste”.
Janssen, que no trabajó en este informe, calificó de “alarmante” el aumento de las sospechas de suicidio.
Las tasas de intentos de suicidio entre los menores habían aumentado incluso antes de la pandemia, dijo, “pero esto demuestra que el covid realmente potenció este fenómeno”.
“Vemos a muchos niños que perdieron el acceso a los apoyos sociales cada vez más aislados y luchando realmente por salir adelante en el día a día”.
Janssen dijo que él y sus colegas creen que estas sospechas de suicidio coinciden con el aumento de las tasas de depresión, ansiedad y una sensación de temor real sobre el futuro. Una de las mayores preocupaciones es que “los intentos previos de suicidio son el mayor predictor de la consumación posterior del suicidio”, dijo Janssen.
“Realmente queremos hacer un seguimiento de estos chicos a lo largo del tiempo para entender mejor cómo apoyarlos para asegurarnos de que estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para ayudar a alejarlos de futuros intentos”.
Janssen dijo que es importante tener en cuenta que la gran mayoría de los niños sobrevivieron incluso a lo peor de la pandemia y lo hicieron bastante bien. Hay tratamientos que funcionan, y los niños que pueden acceder a la atención adecuada, incluida la terapia de conversación y, en algunos casos, la medicación, pueden mejorar, y de hecho lo hacen.
“Vemos mejoras, vemos la eficacia de nuestros cuidados”, afirma Janssen. “Solo tenemos que averiguar cómo podemos conectar a los niños con la atención”.
Cómo obtener ayuda
Llama al 1-800-273-8255 o envía un mensaje de texto con la palabra “talk” al 741741 o al 988 en Estados Unidos para comunicarte con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio. Brinda asistencia gratuita y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana, para personas en crisis suicidas o angustiadas. También puedes llamar al 1-800-273-8255 para hablar con alguien sobre cómo puedes ayudar a una persona en crisis. Llama al 1-866-488-7386 para TrevorLifeline, un servicio de asesoramiento para la prevención de suicidios para la comunidad LGBTQ.
Para obtener asistencia fuera de EE.UU., la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio proporciona un directorio mundial de recursos y líneas directas internacionales. También puedes recurrir a Befrienders Worldwide. Puedes encontrar más información aquí/