(CNN) – China expulsó este martes a un diplomático canadiense en Shanghái, un día después de que Canadá anunciara que expulsaría a un diplomático chino por acusaciones de que estaba implicado en intentos de intimidar a un político canadiense.
En un comunicado emitido este martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró que condenaba enérgicamente la expulsión del diplomático Zhao Wei, residente en Toronto, y que, como “contramedida recíproca”, declararía persona non grata a Jennifer Lynn Lalonde, cónsul del Consulado General de Canadá en Shanghaái.
Según el comunicado, se pidió a Lalonde que abandone China antes del 13 de mayo.
Canadá tomó este lunes medidas para expulsar a Zhao, y la ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, declaró: “No toleraremos ninguna forma de injerencia extranjera en nuestros asuntos internos. Los diplomáticos en Canadá han sido advertidos de que si incurren en este tipo de conducta, serán enviados a casa”.
La noticia se produce tras la creciente presión pública sobre el gobierno canadiense para que responda tras las revelaciones de que el Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense (CSIS, por sus siglas en inglés) descubrió que un diplomático chino acreditado en el país había realizado gestiones contra el legislador de la oposición Michael Chong y familiares que pudieran ser chinos, después de que éste patrocinara una moción para condenar el trato de China a su grupo minoritario musulmán uigur.
El periódico canadiense Globe and Mail informó por primera vez a principios de este mes de esta información, que se produce en medio de la indignación pública por las acusaciones de que China intentó inmiscuirse en las elecciones canadienses de 2019 y 2021.
Beijing ha negado reiteradamente las acusaciones de injerencia política en Canadá. Un comunicado de la embajada china en Canadá, publicado este lunes tras el anuncio de la expulsión, calificó las acusaciones de “infundadas” y añadió que la medida socavaría las relaciones entre China y Canadá.
Esas relaciones ya han sufrido tensiones significativas en los últimos años, en particular tras la detención por parte de Beijing de dos canadienses en China en una medida ampliamente vista como represalia por la detención por parte de Canadá en 2018 de la empresaria china Meng Wanzhou.
Beijing negó repetidamente que sus casos fueran represalias políticas, pero los dos hombres, el exdiplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, fueron liberados el mismo día en que Canadá permitió a Meng regresar a China en 2021.
También ha aumentado la preocupación pública por la supuesta injerencia china dentro del país, entre otras cosas, mediante el funcionamiento de comisarías de policía en el extranjero y la vigilancia de la libertad de expresión en el país, que cuenta con una gran comunidad de personas con ascendencia china.
Presión creciente
Las acusaciones de injerencia china en la política canadiense se han convertido en un reto cada vez mayor para el gobierno del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien a principios de año inició una investigación para identificar y combatir la injerencia extranjera en las elecciones y la democracia de Canadá.
Trudeau afirmó que los servicios de inteligencia no le informaron sobre la supuesta persecución de Chong. Su Ministerio de Asuntos Exteriores convocó la semana pasada al embajador chino en Canadá, Cong Peiwu, después de que los medios de comunicación informaran sobre los servicios de inteligencia.
Chong, que representa al distrito de Wellington-Halton Hills en Ontario, había pedido la expulsión de Zhao y criticado al gobierno de Trudeau por actuar con demasiada lentitud.
En una declaración publicada en Twitter el 1 de mayo, Chong dijo que se enteró de la información –a la que se hacía referencia en un informe del CSIS de 2021– a través del informe del Globe and Mail, a pesar de haber sido informado por el CSIS sobre las amenazas generales de injerencia extranjera.
“Como muchos canadienses, tengo familia en el extranjero. El hecho de que la RPC (República Popular China) apunte a la familia en el extranjero para intimidar y coaccionar a los canadienses aquí en casa es una grave amenaza nacional”, escribió Chong en la declaración, en la que dice que tiene familia en Hong Kong.
Chong fue una de las varias figuras políticas sancionadas por China en marzo de 2021 en lo que Beijing calificó de respuesta a las sanciones estadounidenses y canadienses contra personas y entidades de su región occidental de Xinjiang “basadas en rumores y desinformación”.
China ha sido acusada de cometer graves violaciones de derechos humanos que pueden equivaler a crímenes contra la humanidad en su trato a los uigures y otras minorías musulmanas de la región. Beijing niega las acusaciones y los grupos de derechos humanos han documentado sus esfuerzos por acallar la atención internacional sobre la situación en la zona.
En febrero de 2021, el Parlamento de Canadá aprobó una moción no vinculante en la que afirmaba que el trato que China da a los uigures de la región de Xinjiang constituye genocidio.
¿Repercusiones?
China aún no ha especificado qué “contramedidas” puede adoptar en respuesta a la expulsión de Zhao, pero éstas podrían incluir la expulsión de un diplomático de la misión de Canadá en China.
Beijing también tiene un amplio historial en el uso de medidas económicas o comerciales para expresar su descontento con sus socios diplomáticos.
El diplomático expulsado, Zhao, figuraba en el registro de diplomáticos extranjeros del Departamento de Asuntos Mundiales como empleado del consulado chino en Toronto, según informó el Globe and Mail a principios de este mes.
Su nombre no aparecía este lunes por la noche en una búsqueda de CNN en el directorio de representantes de China en el extranjero.
Antes de nombrar a Zhao “persona non grata” este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, Joly, dijo la semana pasada que el gobierno de Canadá tenía que sopesar cuidadosamente cómo podría reaccionar China a una respuesta canadiense.
China “por supuesto” tomaría medidas contra los “intereses económicos, los intereses de los consumidores y también los intereses diplomáticos” de Canadá, dijo Joly a los parlamentarios el jueves, añadiendo que “sé que estamos bajo presión para ir rápido, (pero) tenemos que asegurarnos también de que protegemos nuestra democracia”.
– Shawn Deng, de CNN, en Toronto, contribuyó a la información.